¿QUE INTERNACIONAL? DIÁLOGO ENTRE LA PUBLICACIÓN VETRIOLO Y EL ANARQUISTA ALFREDO COSPITO. PRIMERA PARTE


FUENTE: INFERNO URBANO TRADUCCIÓN: ANARQUÍA



El siguiente texto es la primera de «¿Qué internacional? Entrevista y diálogo con Alfredo Cospito desde la prisión de Ferrara», parte de un debate que algunxs compañerxs están realizando con el anarquista Alfredo Cospito, publicado respectivamente en los números 2 (otoño de 2018) y 3 (invierno de 2019) del periódico anarquista en italiano. «Vetriolo». En total, se han elaborado ocho preguntas, ya que la verdad no son preguntas sino intervenciones, en algunos casos controvertidas, para discutir y debatir con el acompañante. Dada a la complejidad y la vastedad de los temas tratados, todo el texto no puede ni debe publicarse completamente en las páginas de un solo número del periódico. La publicación de la entrevista / diálogo continuará, nuevamente dividida en partes, comenzando con el próximo número y posteriormente, cuando la publicación en «Vetriolo» haya finalizado, existe la intención de publicar todas las preguntas y respuestas en un folleto. Mientras tanto, a solicitud de Alfredo, también publicamos la primera y la segunda parte a través de Internet, o las que se han publicado en el periódico hasta el momento y, con la ocasión, corregimos los errores de imprenta y los errores tipográficos en las páginas 6 y 7 del número 3. , de los cuales pedimos disculpas a los lectores y que también informamos a continuación.

¿QUE INTERNACIONAL? Entrevista y diálogo con Alfredo Cospito desde la prisión de Ferrara. Primera parte

El internacionalismo siempre ha sido el principio que inspiró la acción y el horizonte de lxs explotadxs que no aceptan el papel en el que la sociedad lxs ha colocado. Siempre ha sido un excelente remedio contra el oportunismo de todo tipo, una garantía de que aquellxs que la practican no son vendidxs por su patrón o patrón extranjerx, sino que son un auténtico enemigx de toda explotación y autoridad. El internacionalismo como tensión, como espíritu, no cambia con el paso del tiempo. Sin embargo, la forma en que se hace real en la historia es lo que cambia. Reformistas, oportunistas y autoritarixs siempre han tratado de pervertir el internacionalismo a los intereses de sus propios negocios. La cuestión de los problemas, la palanca para levantar el mundo, por lo tanto, la Internacional. ¿Cómo y qué debería ser hoy la internacional? ¿Debería ser una verdadera «organización», una federación de grupos o un «partido mundial»? ¿Puede haber herramientas o «estructuras» que estén más cerca de la idea anarquista y sean más efectivas en este período histórico?

El anarquismo como el socialismo «científico» surgió para oponerse a un proceso global, al capitalismo y al advenimiento de la burguesía. Más que natural que lxs anarquistas y lxs marxistas desde el inicio han perseguido una organización de alcance internacional con diferentes objetivos. En el siglo XIX, la anarquía con Bakunin abandonó el plan filosófico e idealista para dar los primeros pasos en el mundo real. Primero contra el liberalismo mesiánico de Mazzini y luego chocando con el socialismo estatista de Marx, dando lugar a la corriente autonomista federalista dentro de la Primera Internacional. Estos primeros pasos del anarquismo se dieron gracias a dos organizaciones internacionales que hoy podríamos llamar «clandestinas», que actuaron a la sombra dentro del «movimiento real», de lxs trabajadores y lxs proletarixs. La Alianza Internacional de la Democracia Socialista que operó desde 1868 a 1872 y la Alianza Internacional de Socialistas Revolucionarios que operó después de 1872. Por paradójico que parezca, sigo creyendo en el intento de crear organizaciones internacionales «clandestinas» actuando desde dentro de los movimientos de masas. La concepción «científica» de Marx no podía tolerarla considerándola una ingenuidad, forzar con un crepúsculo la conspiración en el siglo dieciocho. Un poco como hoy en día, la gran mayoría del movimiento anarquista no entiende la conspiración contra el estado y sus leyes. Engels fue el primero en ver la «clandestinidad«, en un doble nivel, el intento de hegemonizar la Internacional. Con el tiempo, lxs anarquistas hicieron infinitos intentos de organizarse internacionalmente: Sant Imier en 1872, Amsterdam en 1907, Berlín en 1921, París en 1949, Londres en 1958, Carrara en 1968 con la creación del IFA … pero con el tiempo, la perspectiva de la conspiración se debilitó hasta que casi desapareció. Que «casi» está constituido en las últimas décadas, sobre todo por los esfuerzos de las Federaciones Juveniles Anarquistas, a principios de la década de los 60 para solidarizar con España, con el nombre de «Primero de Mayo», a través de la acción destructiva y la lucha armada. Desde Franco, y posteriormente desde el renacimiento de la perspectiva insurreccional enriquecida por el resurgimiento de los «grupos de afinidad» y la planificación informal. Hasta que lleguamos al día de hoy con el nacimiento de la FAI-FRI y con todas aquellas acciones dispersas por todo el mundo que, hablan entre sí a través de las reivindicaciones, han concretado una especie de «INTERNACIONAL NEGRA«. Antes de responder a su pregunta sobre cómo debería ser hoy la internacional y cómo debería estructurarse, intentemos aclarar contra qué debemos hacer esta batalla internacional. Detengámonos por un momento en el concepto de capitalismo.

Cuando hablamos de capitalismo no podemos evitar hablar de tecnología y ciencia. Hasta finales del siglo XVI, la ciencia y la tecnología eran campos separados, luego se creó una ósmosis creciente entre los dos, hasta el comienzo del capitalismo más avanzado cuando la ciencia y la tecnología se hicieron inseparables en el siglo XIX. Algunxs argumentan (creo que correctamente) que el capitalismo es esencialmente el producto de la unión entre ciencia y tecnología, o más bien el sometimiento de la ciencia a la tecnología. Cuando hoy hablamos de imperialismo estamos hablando de una revolución científica-tecnológica. Y esta «revolución» lleva a un aumento de explotadxs, las burguesías disminuyen, lxs desposeídxs aumentan. Cada vez menos personas poseen el conocimiento y, por lo tanto, las riquezas de nuestro planeta; este «nuevo» imperialismo está incrementando enormemente la brecha entre lxs incluidxs y excluidxs. Lxs responsables de esta situación es una pequeña parte de la humanidad al servicio de los estados modernos y del capital. Los estados modernos y el capital han creado aquellas premisas que podrían llevar al advenimiento de un nuevo mundo que minará la humanidad como la conocemos, aniquilando hoy toda la vida en el planeta. Científicxs, matemáticxs, biólogxs, informáticxs, químicxs, investigadores de todas las ramas de la ciencia, tecnócratas, toda la aristocracia del conocimiento humano sin las grandes inversiones y recursos que solo el capitalismo y los estados con la explotación de la mayoría de la población del planeta, no pueden darles nada, y mucho menos algo completo, la «revolución» que ya está en marcha desde algún tiempo y que, si se llega al «buen» fin, llevará a una transformación tan radical de nuestra naturaleza que, de hecho, equivaldrá, si no se le detiene, a la extinción de la especie humana, al menos como la conocemos hoy, y el cambio ciertamente no será para mejor. La «lucha de clases» sigue siendo el motor de todo, nuestro mayor recurso, pero solo si se enfrenta al Estado y al capital. Sólo el capitalismo y los estados modernos pueden alimentar adecuadamente el proceso tecnológico, para guiarnos hacia el abismo. Creo que esta internacional debe luchar contra los estados y el capital y alimentar el odio de clase, el odio de lxs excluidxs, de lxs pobres, del proletariado dirigiendo las energías contra los grupos de presión, lxs militares, lxs industriales, lxs ricxs, lxs tecnócratas, lxs políticxs, lxs estadistas, técnicxs y científicxs. Contra todxs lxs incluidxs, lxs que poseen el conocimiento y el capital y por lo tanto el poder. La tecnología ya no está al servicio del capital, pero cada vez más a menudo el capital esta al servicio de la tecnología y es la dirección en la que vamos. La lógica que nos ordena es cada vez menos sencilla, pero la lógica científica es aún más despiadada; Una vez que se hace un descubrimiento científico, es imposible regresar atrás, incluso si la consiguiente innovación tecnológica nos lleva a la autodestrucción, lo hemos visto con las armas nucleares, lo veremos con la inteligencia artificial, mucho más devastadora e incontrolable, procederemos automáticamente sin posibilidad de retorno. «Estamos condenadxs a todo lo que se inventó de una vez por todas». Cómo estamos condenadxs a dar el siguiente paso hasta el choque final. Como el personaje de La Haine que cae en el vacío y que se dice: «hasta ahora todo va bien, hasta ahora todo va bien…». No sé si el internacionalismo nos salvará de esta caída al vacío, si como tu dices, esta será la palanca que nos permitirá levantar el mundo y subvertirlo. Pero una cosa es cierta: para oponerse a este nuevo imperialismo de manera decisiva, el colapso del sistema debe ser global. Las guerras de posición llevan a la derrota tanto como lxs anarquistas que esperan que maduren los contextos para empezar a actuar, quienes ya han perdido desde el inicio.

Aquí es donde entra en juego la visión anarquista de la acción. Mucho más que un deporte revolucionario, una preparación fácil de encontrar cuando llega el colapso del sistema. Es en la acción que el anarquista se da cuenta de que existe como tal. Es en los gestos individuales de destrucción, brotes de revuelta e insubordinación, en que el anarquista vive su anarquía de inmediato, hoy, rompiendo la atención. La relación teoría-práctica se suma a esta concepción viviente y «nihilista» de ser un anarquista. La teoría para ser efectiva debe nacer de la práctica, no al revés. Solo al golpear con las armas al sistema podremos construir la acción que nos permitirá equiparnos con esas herramientas «organizativas» e «informales» que nos permitirán contribuir fuertemente a la «INTERNACIONAL» con un instrumento que tanto necesitamos para afectar efectivamente la realidad de lxs que nos sentimos anarquistas. Nosotrxs lxs anarquistas internacionalistas lo tenemos en nuestra sangre; Nuestra visión contra los estados, las fronteras, nuestro rechazo a cualquier nacionalismo nos lleva de la mano hacia esta perspectiva, solo necesitamos concretar la respuesta a esta necesidad. Este diálogo entre lxs anarquistas y el mundo siempre ha existido, siempre nos hemos influenciado de una parte del globo. Muchos fueron los intentos de dar constancia, una estructura mínima a esta visión internacional del movimiento. Pero la teoría desde arriba pasa por alto la práctica y la reduce a los términos mínimos, la burocratización, el gradualismo (una especie de reformismo impotente) han penalizado estas intenciones aunque sean generosas, reduciéndolas (a menudo demasiado en los últimos 40 años) a un testimonio estéril de un pasado glorioso. Hoy en día, la planificación «informal» (basada en la comunicación sin intermediarios a través de reivindicaciones de acciones destructivas convocadas por grupos solitarios y de afinidad dispersos por todo el mundo) nos brinda la posibilidad de relanzar de manera concreta una «internacional» de manera peligrosa para el sistema. Lo que podría desencadenar una reacción en cadena imparable. Claro, hablamos de minorías, pero ¿por qué excluir a priori que, como suele suceder en la naturaleza, un virus imperceptible inyectado tal vez por una picadura insignificante de un pequeño mosquito pueda matar a un poderoso elefante? Es una posibilidad al que sería estúpido renunciar; Imagínense si lxs anarquistas de acción, a pesar de las diferencias, que son tantas, lograran unir sus fuerzas salvaguardando su autonomía, sus diferencias. Después de todo, la nuestra es la única alternativa al capitalismo que no ha traicionado. Tal vez porque siempre hemos «fallado». Más de una vez en la historia ha pasado que al materializar focos de anarquía, pero siempre por períodos cortos, preferimos sucumbir en lugar de aceptar una dictadura «revolucionaria». Estas fallas nuestras nos han dejado como la fuerza utópica, primitiva, de nuestra idea. Es en nuestra tendencia hacia esto que nuestra acción se convierte en realidad, materia viva, acción, planificación, práctica – teórica. Si nos detenemos en las fuerzas que nos empujan hacia lo internacional, veremos que todos los intentos concretos de internacionalizar las luchas son impulsados por la «solidaridad», la solidaridad por un pueblo en lucha, la solidaridad por lxs migrantes, la solidaridad por las hermanas y los hermanos afectados por el represión… «Solidaridad» es el impulso inicial, el Dios de la máquina de cada lucha que tiene la ambición de involucrarse, porque proviene de una importante necesidad interna de cada ser humano, por el apoyo mutuo. Me preguntas qué debería ser lo internacional y cuáles son las herramientas, las estructuras más anárquicas y efectivas en las que se puede expresar esta profunda necesidad de internacionalismo. Es un tema controvertido, los puntos de vista pueden ser muchos. En la historia de nuestro movimiento, organizaciones específicas, federaciones, incluso partidos, recordemos la IAU que fue definida por Malatesta como un partido anarquista, todas han sido probadas a nivel internacional con fortunas mixtas y fallas comunes. Lejos de mí, los juicios «morales», sobre qué forma organizativa o no adoptar. De lo contrario, nos involucramos en los discursos jesuitas sobre lo que es un anarquista o no, haciendo excomuniones a derecha e izquierda, me pasé la vida haciéndolo y solo hoy me di cuenta de que es una gran pérdida de tiempo y energía. A lo que puedo intentar responder es la «estructura» o «herramienta» más efectiva para que yo pueda poner en práctica en una internacional anarquista fuerte, agresiva y peligrosa. Deja que el poder desangre, lastimándolo, haciendo que la guerra sea efectiva. Seré claro y breve: para mí esta «internacional» ya tiene su propia forma, su dinámica, incluso si se describe. Con sus altibajos, su pequeño y gran tamaño, está formado en todo el mundo, de hermanas y hermanos que, a través de las afirmaciones, incluso sin acrónimos, se hablan entre sí para brindarse apoyo y solidaridad, lo que indica campañas para luchar por el mundo. Aparentemente pequeño, pero en sí mismo contiene una gran esperanza, una posibilidad real de que después del fracaso del determinismo del marxismo científico, pueda devolver la esperanza a lxs oprimidxs de la tierra, traer nueva vida a una anarquía que amenaza con desaparecer en un post-gradualismo. Un anarquista que de la espalda a la aparición del «realismo» vinculado a la política del pequeño cambio, del reformismo y no posponga la revolución a un futuro lejano, sino que vivirla de inmediato, con violencia, sin compromisos, podrá salir de este callejón sin salida. En mis contribuciones y escritos de la prisión sé que soy repetitivo. Lo que estoy buscando no es la originalidad a toda costa, pero esas pocas ideas que tengo las repetiré hasta el punto que de náuseas, con la esperanza de que sean discutidas. Creo firmemente que el nudo que debe ser desenredado para volverse más incisivo y causar el mayor daño a este sistema hiper-tecnológico que se basa en dos muletas, el capitalismo y los estados, y el de cómo «organizarnos» sin traicionarnos, sin renunciar a cualquier libertad individual al hacerlo. Mi adhesión al proyecto FAI-FRI dice mucho de lo que, en mi opinión, es el camino a seguir y de lo que debería ser esta «internacional». Hablaremos de ello más adelante, es un discurso simple y complejo al mismo tiempo que, como todas las cosas vitales, además de «unir» divide al movimiento, creando tensiones, malentendidos y, no menos importante, la represión, y estamos justo al principio…

LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN ANUNCIAN LA LLEGADA DE LOS ROBOTS CON MUCHA POMPA. YA VEREMOS SIN EMBARGO, EL PAPEL QUE JUEGA LA CIENCIA EN EL MUNDO DE LA EXPLOTACIÓN, QUE HA SIDO CLARO DURANTE AÑOS. ¿CÓMO DETENER A ESTE MONSTRUO, AHORA QUE AMENAZA CON ALTERAR LA VIDA DE ESTE PLANETA PARA SIEMPRE? ¿QUÉ PERSPECTIVA DEBERÍA INSPIRAR LA ACCIÓN INTERNACIONAL HACIA LXS CIENTÍFICXS? LA ACCIÓN DIRECTA INDIVIDUAL PUEDE IR ACOMPAÑADA DE EXPLOSIONES EN MASA, COMO EN EL PASADO FUE EL MOVIMIENTO «LUDITA» (POR EJEMPLO, PERSONAS QUE ENTIENDEN QUE LOS ROBOTS LES QUITAN SU TRABAJO O EMPEORAN SUS RITMOS DE ESCLAVITUD) ? ¿Y CÓMO VES A LOS MOVIMIENTOS «HISTÓRICOS» COMO EL ELF, EL ALF Y SIMILARES?

Es cierto, los medios de comunicación anuncian la llegada de los robots con mucha pompa. Y cuando casi siempre vinculan este fenómeno con el peligro del desempleo, algunos medios más imaginativos van más allá al ver en el advenimiento de los robots como la superación de lo humano, una dictadura de las máquinas contra las que oponerse a un humanitarismo genérico. Durante décadas nos han estado bombardeando con el peligro de una inminente catástrofe ecológica que sugiere, en el mejor de los casos, una tecnología ecológica y sostenible y en el peor de los casos (para los ecologistas más «radicales») la esperanza de un colapso espontáneo del sistema. ¿Por qué lo hacen los medios? Nos brindan una enorme cantidad de información que nos lleva de la mano a soluciones ficticias, un «humanismo genérico» que actúa como contraparte de un concepto igualmente genérico, el de «personas», sugiriendo una supuesta inevitabilidad de la catástrofe de la cual solo el «destino», un meteorito, una guerra nuclear, la llegada de los hombres verdes podría evitarlo. De esta manera, socavan nuestra voluntad convenciéndonos de que lo posible es imposible. Dejando solo dos «alternativas», la falsa esperanza en una tecnología a escala humana o la renuncia a lo inevitable en la falsa esperanza de que un «dios» o el «destino» nos pueda alejar de la pesadilla. ¿Qué es lo contrario a toda esta mierda? La plena conciencia de nuestra fuerza, la plena conciencia de quién es responsable de la explotación, las guerras, la catástrofe es de sólo una clase que está en control de la sociedad hiper-tecnológica. Solo una clase disfruta de sus beneficios, a la otra clase solo hay basura, migajas, explotación. Lxs robots no son nuestrxs enemigxs, sino quienes lxs diseñan, es decir, el capitalismo y los estados que financian estos proyectos, hombres y mujeres de carne y hueso. Estoy seguro de romper una puerta abierta diciendo que es una contradicción en términos de una «sociedad liberada» que se beneficia de una hiper tecnología. Debemos tener el coraje de renunciar al «progreso», debemos tener el coraje de oponernos a las armas en nuestras manos jugando con nuestras vidas para detener este proceso autodestructivo que no es inevitable en lo absoluto. Solo la explotación sistemática de miles de millones de mujeres y hombres puede apoyar la modernidad, no existe una «utopía» comunista estatal que se mantenga. Esto, al menos hasta que las riendas estén en manos de nosotrxs, lxs humanxs imperfectxs, una vez que la clase dominante se vea obligada a delegar (dar) el mando (de una «mega máquina» ya demasiado complejo de manejar) a una «superinteligencia», nos esperará un «bienestar virtual» para todxs, un «bienestar infernal» sin ninguna libertad que no deseo ni para mi peor enemigx. Pero seamos clarxs, de lo que estamos hablando: en cuanto a la «ciencia ficción» y que el humo puede aparecer, estamos hablando de una «revolución» que, si no se detiene, afectará la vida de todo el planeta. Si el capitalismo es el hijo alienado de la supremacía de la tecnología sobre la ciencia, podemos deducir fácilmente que el producto de esta relación es la «mega máquina« en la que todxs vivimos inmersxs. El siguiente paso será la conciencia de que esta «mega máquina« será a través de la I.A. (inteligencia artificial). Vayamos paso a paso, inversiones en el mundo sobre la I.A.. En este momento son consistentes y se multiplican a año a año. En 2016, Europa invirtió 3.200 millones de euros, se esperan 20.000 millones de euros en el 2020. Los Estados Unidos ya han invertido 18 y se esperan 37 en el 2020. 12.000 millones de euros en todo el mundo solo en el 2017 para el estudio de algoritmos capaces de aprender de sus errores, de forma independiente. En la etapa avanzada, la creación de computadoras neuromórficas que, en lugar de realizar cálculos basados en códigos binarios (on – off), utilizan procesadores que intercambian señales como lo hacen nuestras neuronas. Alcanzando velocidades infinitamente mayores y dimensiones cada vez más pequeñas, y métodos de operación cada vez más «cercanos» a nuestra mente. Los efectos en el mercado, aunque parciales, ya existen: – máquinas automáticas – medicina (análisis de historias clínicas, rayos X, enfermedades, virus) – robótica (todos los sistemas que manejan robots) – automatización industrial – análisis y administración de sistemas complejos como la viabilidad de una metrópolis, sistemas de gestión automáticos, análisis y pronóstico de las tendencias del mercado bursátil, análisis y pronósticos meteorológicos y agrícolas, análisis de vídeos, textos e imágenes publicados en línea, gestión logística. Hoy para gestionar esta «revolución», han participado un número limitado de científicos, técnicos súper especializados en muy pocos centros en todo el mundo. Todos están al alcance de un internacional anarquista combativa, aunque de fuerza limitada. ¿Sus mejores armas? Voluntad y determinación, estas dos cualidades serían suficientes para hacerles retroceder, ralentizar este «progreso» tecnológico que quieren que creamos imparable. Todavía tenemos tiempo a nuestra disposición y espacio para maniobrar, sobre todo porque el «sistema» aún no es plenamente consciente del punto de inflexión que está a punto de ocurrir y las inversiones, aunque son enormes, apenas están comenzando. Es muy probable que las burocracias gubernamentales, las agencias de inteligencia tengan una cierta ineptitud, una rigidez que les impida comprender plenamente la importancia de algunos desarrollos que para nosotrxs, externos a estas lógicas y ciertas especialidades, podrían ser claras. Decimos que estar fuera y en contra del sistema podría permitirnos tener una visión general amplia, una mayor flexibilidad mental. Los obstáculos para comprender tal «revolución» tecnológica de un punto de inflexión tal podrían ser particularmente fuertes para los gobiernos, los estados y lxs capitalistas.

¿Pero en qué consistiría este avance, esta «revolución» tecnológica? La revolución agrícola se ha extendido por todo el mundo en miles de años, la revolución industrial a centenares, la revolución de la información en pocas décadas y tendrá su punto máximo, su «punto de no retorno» lo que lxs técnicxs y científicxs llaman «explosión de inteligencia». El «Proyecto Cerebro Humano» fundado en 2005 espera recrear un cerebro humano dentro de 20 años. A partir de ese momento se activará la llamada «explosión», la transición de una inteligencia humana a una super inteligencia (suprahumana). Lxs científicxs argumentan que una vez que se alcancen las capacidades intelectuales humanas en muy poco tiempo (incluso meses), comenzará la explosión de inteligencia, que consistirá en un crecimiento exponencial e incontrolado de las capacidades intelectuales de la A. Desde ese momento, el riesgo de perder las riendas de nuestro destino será muy alto, para la felicidad de lxs transhumanistas el homo sapiens se convertirá en otra cosa, algo oscuro, un aborto de la naturaleza, un cáncer para este planeta, más de lo que ya somos. Afortunadamente para nosotrxs, lxs científicxs por su naturaleza a menudo son demasiado «optimistas» en el tiempo y «fantasiosxs« en las perspectivas. Podemos esperar nuestra capacidad para contrarrestar, si no revertimos este proceso. Depende de nosotrxs, de nuestra lucidez, de las fuerzas y de las armas que pongamos en juego. Creo que lo importante es no quedar atrapado en el catastrofismo, que no nos fortalece sino que nos lleva a la resignación de lo inevitable. Para obtener una idea más precisa del salto tecnológico que la «modernidad» nos promete a través de la superinteligencia, intentemos leer un par de definiciones que lxs técnicxs dan de esto: «cualquier intelecto que supere con creces el rendimiento cognitivo de lxs seres humanxs es de casi todo dominios de interés», una máquina ultra inteligente, es «una máquina que pueda superar con creces todas las actividades intelectuales de cualquier ser humano, por inteligente que sea». La súper inteligencia según quienes trabajan allí será la panacea para todos los males, la lámpara de Aladino que resolverá toda nuestra energía, contaminación y problemas económicos, encontrará la cura para todas las enfermedades, incluso nos promete si no la inmortalidad. Pero lxs mismxs científicxs y técnicxs que están delirando sobre estos avances futuros (que, por supuesto, inevitablemente irán en «beneficio» de la clase dominante solamente) están aterrorizadxs y lo consideran un advenimiento extremadamente peligroso, hasta el punto de compararla con los peligros de la era atómica, de una guerra nuclear. Lxs científicxs y técnicxs que aún están muy lejos de alcanzarla, estudian con desesperación las posibles trampas de realidad virtual en las que contenerla, engañarla, enjaularla una vez alcanzada. Temores y esperanzas, la ley de la ciencia nos condena a «progresar», a avanzar a costa del detrimento de nuestra supervivencia como especie. Pero qué peor condena para un esclavo que una amortización que prolonga la agonía de una vida sin libertad. Nosotrxs lxs anarquistas siempre hemos sido sensibles a estos «problemas» porque nada más que en estos años se ha desafiado nuestras libertades más que la «modernidad», la tecnología. A lo largo de los años, ciertamente no nos hemos limitado a los análisis sociológicos de la técnica y la tecnología. La parte de nosotrxs más inclinadxs a la acción, aquellxs anarquistas que han puesto en práctica la acción directa destructiva a través de la informalidad y los grupos de afinidad han desplegado un arsenal teórico y práctico en los puntos sensibles y periféricos para golpear, fibras ópticas, cables eléctricos, pilones… La línea de tendencia fue que desde el centro del sistema era necesario desplazarse a la periferia donde los controles son más bajos, donde las líneas vitales, si se interrumpen con medios reproducibles (fuego, pinzas…) podrían causar daños considerables, Últimamente se ha dicho mucho sobre la interrupción del flujo de las mercancías. Esta tendencia que prevalece hoy entre lxs insurrectxs se debe (en mi opinión) a su nacimiento a la oposición del anarquismo de acción a la «lucha» de las B.R. a fines de los años 70 cuando la palabra «orden» para lxs anarquistas se convirtió en que el estado no tuvo un corazón, un centro. Esto fue cuando las B.R. apoyaron la necesidad de golpear «al corazón del estado», en las cifras de sus hombres más significativos. Han pasado muchas décadas, todo ha cambiado, pero esta «fórmula» que tenía un fuerte sentido en ese momento se ha convertido en un «mantra», un «dogma» que se ha perpetuado igual a sí mismo, perdiendo más y más sentido convirtiéndose en una presunción de torpeza, intransigencia, justificación de temores nunca expresados. Esta metodología, al menos en lo que respecta en el país en el que vivo, se ha reducido a una negativa (nunca admitida, pero llevada a la práctica) de afectar a las personas, a lxs perpetradores directos de la iniquidad del sistema. Para muchxs anarquistas solo existe el «sabotaje» y la acción destructiva (golpear y destruir cosas). La exclusividad de esta práctica está muy extendida, incluso en el entorno «ecológico», con pocas pero significativas excepciones, Kaczynski, por una parte. Esta propensión a excluir acciones violentas contra las personas también la hacen ellxs (con excepciones ocasionales dentro de ellxs) incluyendo ALF y ELF. Las «organizaciones» que por otras razones son un ejemplo importante (pero concreto) de cómo podemos «organizarnos» de una manera deconstruida. Como dicen algunxs compañerxs, «la organización que no quiere organización». Sin lugar a dudas, en mi opinión, su influencia en la práctica de la FAI-FRI, solo piensa en su comunicación a través de acciones y sus campañas internacionales. Espero que tengamos la oportunidad de hablar de ello con más detalle más adelante… Aquí, en Italia, en la esfera anarquista, en los últimos años, solo algunas acciones de la FAI se han opuesto. Los «paquetes de bombas» muy denigrados, una práctica antigua que, por lo que puedo decir, es parte de la «tradición» anarquista. Solo piensa en lxs llamadxs «galeanistas» en América o en explosiones hechas por lxs anarquistas, que habían escapado a Francia durante el fascismo, dirigido a los principales periódicos italianos, solo por nombrar algunos. Como lo dije en el pasado, la distorsión de la «historia», la purga de hechos incómodos no es una práctica exclusivamente estalinista, incluso lxs anarquistas la practicamos a nuestra manera, a menudo inconscientemente. Me hablan del movimiento ludita, de lxs anarquistas, y no solo este movimiento se presenta a menudo como un ejemplo exclusivo de la práctica del «sabotaje», borrando una parte de esa historia que no es fácilmente digerible debido a una cierta visión de la acción. También hubo asesinato en la armería ludita, no se limitaron a la destrucción de los telares. En 1812, William Horsfall, propietario de una fábrica textil, fue asesinado a tiros en una emboscada, unos días después de que le hubiese prometido a sus trabajadores que reprimiría cualquier tipo de revuelta y que la sangre ludita alcanzaría su silla. Fue él quien sucumbió, fue su sangre la que fluyó. Tres luditas fueron ahorcadxs por ese gesto de revuelta. No fue un caso aislado, cuando leemos las exaltaciones correctas del ludismo casi nunca oímos hablar de este tipo de acción. ¿Por qué? ¿Quizás el «sabotaje» es más subversivo, más peligroso para el sistema que la eliminación física de un amo? Ciertamente hoy implica una mayor reacción del sistema, una mayor represión. Pero el «miedo» nunca es un buen consejero, nos hace perder la racionalidad, el sentido de la realidad. Quizás se deba a la sensación de pérdidas de la realidad, a las infinitas disquisiciones «sociológicas» que muchxs anarquistas hacen del término «terrorismo», y de cómo esta palabra puede «aislarnos» y ser el único producto del poder. El terrorismo es una práctica que lxs anarquistas (como casi todos los movimientos revolucionarios y populares) siempre han usado. Nunca me cansaré de decirlo, por impropio y acosador que pueda ser, porque creo que la honestidad y la coherencia intelectual están estrechamente relacionadas, y para ser creíbles y, por lo tanto, eficaces en la acción, uno debe ser honesto consigo mismo y con lxs otrxs, y no razonar según la conveniencia inmediata sino con razón en perspectiva. El terrorismo se entiende como una práctica que propaga el terror en la clase dominante, como lo hizo Emile Henry, al igual que los argelinos al golpear bares franceses (ejemplos hay infinitos), por cuestionable que pueda ser a nivel «moral», nunca ha sido indeferente a nadie y la historia que dice que el terrorismo de abajo hacia arriba tiene todas las justificaciones del mundo. Lo siento si me salí del tema, pero algunas cosas, aunque me incomodaban, tenía que decirlas. Vayamos a la siguiente pregunta…

[Publicado en «Vetriolo», periódico anarquista, n. 2, otoño de 2018]

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