Nuestros corazones negros e indomables que no son simples palabras bonitas para usar en las redes sociales, mas son nuestro sentir cotidiano afrontando las adversidades, no cayendo ni en la pasividad sumisa ni en las peores bajezas. En este entorno cuando casi la totalidad de un movimiento que en su momento se dijo anarquista no dudo en dar la otra mejilla, en colaborar con el enemigx, en apoyar a traidores y delatores, en juzgar y señalar buscando culpables.

Siempre es grato escabullirse por las noches, transitar sus frías y monótonas calles ,de subidas pronunciadas , mientras la masa adormecida duerme y espera la misma rutina esclavizante dia tras dia. Ver aquellas casas de apariencias pulcras y finas, pero tan vacías por dentro, idiotizadas por la televisión que tanto idolatran. Y en contraparte ver aquellxs cuerpos que intentan tener un poco de calor en estas frías noches, y que esperan dormir y soñar con la calidez de una sonrisa, aquellxs marginadxs vagabundxs nocturnos con los que sentimos más afinidad que con cualquier otro ciudadano moralista.