Compartimos este diseño para carteles que hemos hecho con motivo de la situación de mierda que estamos viviendo.
Nuestra intención con ellos no es solo plantear la necesidad de dar respuestas aquí y ahora a este escenario tan insólito en el que nos encontramos (ya sea vulnerándolo puntualmente y con precaución para atacar la domesticación y las medidas de estrangulamiento social y económico o de militarización y policialización de la vida y de la calle que están introduciendo con la excusa del virus o aprovechándolo para tejer redes de apoyo mutuo, solidaridad y cuidados entre vecines o grupos que estén activos en nuestro barrio o ciudad) sino también, y sobre todo, animar a permanecer alerta. La cuarentena pasará, poco a poco irán reduciendo (aparentemente) su control y pretenderán que creamos que hemos «vuelto a la normalidad», que ya «estamos como antes». Para nosotres no existe ningún «antes» al que merezca la pena volver. Por eso, cuando esto termine creemos que será urgente encontrarnos, hablar, abrazarnos por mucho que lo desaconsejen y conspirar, plantearnos en serio qué respuestas colectivas podemos dar para evitar ser los pringaos a quienes les pasen la factura, otra vez, de los platos rotos de este sistema en su enésimo desastre. En Francia los asesinatos policiales han tenido respuesta ya en las últimas noches con ataques a comisarías y enfrentamientos con la policía primero en las periferias parisinas y luego en otras ciudades como Toulouse, Villefontaine o Saint-Denis. En Italia los sabotajes descentralizados y los saqueos se extienden también. En Chile sigue habiendo quienes, con las medidas oportunas, también han salido para evitar que lo conseguido en estos meses de revuelta no se pierda en la amnesia confinada y mantener vivo el espíritu de la Plaza Dignidad. En Bélgica también estallaron los disturbios tras el asesinato de un chaval de 19 años a manos de la policía y hay cientos de personas detenidas. En Grecia tampoco han parado los ataques, bancos incendiados y escuadrones policiales golpeados en Tesalónica, Atenas, Patras. En Portugal molotovs contra el Parlamento en Lisboa. En Madrid sabotajes a inmobiliarias y otras acciones… No queremos animar a nadie a actuar de forma imprudente con su propia salud o con la de las demás, evidentemente entendemos también cierta responsabilidad social frente al virus y las medidas (de sentido común más que de «seguridad») que creemos que deberían conllevar dado sobre todo el contexto con el sistema sanitario y otros servicios. Solo planteamos otras formas posibles de atravesar esta situación.
No nos da miedo la crisis porque hemos asumido que llevamos en ella desde que nacimos. Forcemos las grietas…
Anarquistas