El nombre de Teresa Claramunt es un símbolo del obrerismo español pero, a pesar de las continuas referencias a su labor, la realidad es que se ha escrito poco sobre su papel, tanto en el ámbito de la lucha obrera como en el de la emancipación femenina. Su actuación y sus escritos son fragmentariamente conocidos por aquellos que están familiarizados con la historia de las primeras luchas sociales en España. Por lo tanto, un libro de las características del que tenemos entre las manos era necesario, para contribuir al conocimiento de una de las luchadoras sociales más destacadas de nuestro país.
Claramunt era tejedora, hija de un obrero textil, y casada con un tejedor, como ella, obrerista activo. Durante los años ochenta del siglo XIX formó parte de la plana mayor del anarcosindicalismo sabadellense. Teresa Claramunt aparece en la escena pública en el momento en que la FTRE comienza a desintegrarse, perdiendo su hegemonía los dirigentes catalanes. Ella misma es un reflejo de la situación que vivió el anarquismo catalán en esta época; como dirigente de las trabajadoras del textil tuvo un papel decisivo en la formación de un sindicalismo de carácter anarquista y, dentro de éste, en la defensa de valores del feminismo y de la lucha por las necesidades y contra la subordinación del colectivo femenino.
Impulsó la creación de la Sección Varia de Trabajadoras Anarcocolectivistas de Sabadell, con el objetivo de ayudar a la emancipación de los trabajadores de ambos sexos; desde aquí organizó actividades pedagógicas encaminadas a la alfabetización e instrucción de las mujeres obreras y madres de familia obrera. Esta labor pedagógica la compaginó con la de propagandista sindical, destacando siempre por sus dotes de oradora y su apasionamiento político […]