Después del traslado en noviembre de 2015, desde Bostadel a la unidad de «tránsito cerrado» de Saxerriet (Salez) hubo una «reunión de transferencia» el 10 de diciembre de 2015 con el director de la prisión, [autoridades locales] y mi abogado, donde los “pasos” siguientes fueron ordenados y desde entonces se han implementado:
- Enero de 2016, transferencia interna de “tránsito” a una “sección abierta”.
- Febrero de 2016, 2 permisos de salida de 5 horas acompañado por personal del instituto.
- Marzo de 2016, 2 permisos de salida de 5 horas cada una con una “persona designada por elección propia que se haga responsable”.
- Abril de 2016, 2 permisos de salida, uno de 5 horas y el otro de 12 horas con una “persona designada por elección propia que se haga responsable”.
- 18 de mayo, otra “reunión de coordinación ejecutiva”.
En esta reunión se decidió (con una orden con fecha de mediados de junio) que un permiso de salida de 12 horas se concederá para junio y julio, además de un permiso de fin de semana de 24 horas en junio y uno de 36 horas en julio, así como una autorización de salida de 24 y otra de 36 horas en agosto; después, tras otra “reunión de coordinación ejecutiva”, que tendrá lugar a principios del mes de agosto, se podría decidir que en septiembre de 2016 (alrededor de tres meses antes de lo “previsto”) pudiera empezar con un “trabajo externo” durante seis meses (trabajar fuera de la prisión, pasando las tardes y noches en la cárcel y los fines de semana en el exterior). El contrato de trabajo solicitado (mín. 50%) y un lugar en una pequeña prisión en la zona de Zúrich ya deberían estar seguros, por lo que yo sé.
Luego de unos meses de trabajo externo y residencia (en un alojamiento privado) podría seguir, a principios de 2018 a más tardar, la libertad bajo fianza.
La posibilidad de continuar mis relaciones políticas/personales (especialmente mi escritura) ha sido fuertemente reducida en los últimos años debido a las repetidas transferencias y la consiguiente reorganización de este trabajo, a veces volviendo a empezar desde cero. Y ahora, en este largo pasaje «entre el interior y el exterior» tales posibilidades se han reducido aún más (a menudo a un parpadeo…) o tomadas de otro modo, de nuevo, en una intriga en tanto es la reorganización impermeable de los restos de la solidaridad más allá los muros en esta sociedad carcelaria. Estos son los esfuerzos a los que todxs lxs implicadxs directamente en la solidaridad, incluyéndome a mi, tenemos que hacer frente en “espacios” a veces aún más limitados y ciertamente más inciertos que la “prisión-prisión”.
Así que de ninguna manera es por indiferencia o falta de solidaridad personal y/o política si ahora y en el futuro no pueda mantener la mayor parte de la correspondencia y la escritura que he desarrollado hasta hace poco.
Sin embargo, con espacios ya un poco más “libres”, empezando por el inminente período de trabajo externo la situación, la reorganización y la comunicación podrían ser más favorables.
Cuando haga el enésimo cambio de domicilio conocido haré lo mismo con el inicio de este período.
Siempre resistiendo, siempre aportando, siempre en solidaridad.
Marco Camenisch,
26/06/2016,
prisión de Saxerriet,
Salez, Suiza.
FUENTE: VOZ COMO ARMA