¡Extra, extra, arden dos coches!
Se teje a través de las edades como un hilo negro, la violencia insurreccional contra todos los diferentes tipos y tendencias de la dominación.
A pesar de todos los intentos de integración, toda la represión y toda la desesperación aparente, la pasión por la libertad continúa ardiendo hasta nuestros días.
En la noche del sábado al domingo 16 de diciembre, estas llamas se extendieron a dos vehículos. Por un lado un coche de la empresa Siemens. A lo largo de su historia, desde su participación activa en el nacionalsocialismo hasta la fabricación de equipos para la guerra y la vigilancia y el desarrollo de las llamadas tecnologías “inteligentes”, esta empresa siempre ha estado en la mira de lxs insurgentes. El progreso tecnológico no es un proceso neutral, es el siguiente paso en la historia de la expropiación capitalista. Por otro lado, una furgoneta que pertenece a la compañía Implenia, una compañía que se ha enriquecido construyendo prisiones, campos de detención y otros templos de la represión.
¡Que muera este viejo mundo!
¡Viva la anarquía!
FUENTE: LA REBELIÓN DE LAS PALABRAS