Respecto a los hechos que están aconteciendo en el territorio denominado Chile, como anarquistas nos sentimos en la necesidad de decir algo y/o dar una respuesta a algunas cuestiones que están en el aire. Obviamente este texto nace desde la discusión y el debate de algunxs de nosotrxs, en ningún momento esto representa el sentir del conjunto de anarquistas de Santiago, ni muchísimo menos de Chile. Nuestra intención es la de abrir las puertas de la reflexión, la acción y el debate ante el vuelco de la situación que estamos viviendo en este momento.
A modo de contexto
El pasado 6 de octubre se produzco un alza por valor de 30 pesos chilenos en el pasaje del metro en la ciudad de Santiago. Esta supone la cuarta alza del pasaje en dos años, lo que ha supuesto un aumento para muchas personas considerable en el monto final de sus gastos mensuales.
Como bien es sabido, durante la dictadura que comenzó en 1973, se hicieron una serie de reformas económicas y sociales que le dieron a chile el titulo de ser el primer país el mundo en adquirir un sistema netamente neoliberal, en el que todos los servicios están en manos de empresas privadas, con el consecuente expolio y encarecimiento sobre los precios que esto significa a los territorios, las personas y demás animales. La luz, el agua (seguimos siendo el único país del mundo en el que esta privatizada), el gas, las carreteras, los transportes, la salud, la educación, los sistemas de pensiones (AFPs)… esto genera en chile un alza y encarecimiento de todos estos servicios, que además no está ni de lejos unido a un aumento de los sueldos acorde al nivel de gasto. El resultado es que la riqueza está concentrada en sectores y élites muy minoritarias, obligando a la mayoría de la población del territorio a trabajar exclusiva y únicamente para pagar.
Es por esto que “gracias” a estos aparentemente insignificantes 30 pesos comienza a efervescer un malestar que ya per sé convive en la cotidianidad de quienes viven y trabajan en chile. Como punta de lanza reaparecen una vez más lxs escolares quienes, dicho sea de paso, no se vieron afectados por esta alza puesto que el pase escolar se mantuvo en su valor. Son ellxs quienes comienzan una campaña masiva de evasión del metro, saltando y abriendo torniquetes para que el resto de la población pudiera evadir también. Estas convocatorias comienzan a tomar fuerza y a ser cada vez más masivas, obteniendo como respuesta por parte del estado la presencia, cada vez más masiva y represiva de los llamados carabineros de chile, los pacos. Tras duras escenas de brutalidad policial hacia escolares y usuarios de metro, las protestas y evasiones, lejos de disminuir comienzan a ser cada vez más multitudinarias y contundentes, dando lugar a enfrentamientos masivos entre la población y fuerzas de seguridad del estado.
Dado el nivel de conflictividad y la propagación masiva más allá de las estaciones de metro, por varias comunas y barrios de Santiago, además de las expresiones de apoyo desde otras regiones del país. El gobierno de Chile, con Sebastian Piñera a su cabeza, no tiene otra idea mejor que la de declarar el estado de excepción, aplicando toque de queda y anunciar la aparición del Ejercito de Chile en las calles del país. Por primera vez desde que instauraron su democracia, reaparecen los tanques y los esbirros a enfrentar abiertamente a la población civil en las calles.
Recordemos que apenas han pasado 30 años desde el fin oficial, que no oficioso, de la dictadura. Son muchas las heridas aún sin cerrar. Esta medida, lejos de amedrentar y asustar a la población generó aún más indignación y la presencia civil en la calle, lejos de disminuir, va en aumento cada día y hasta ahora permanece en todo el país con la única petición de la renuncia de Piñera y su primo y ministro de interior Chadwick.
Y ante esto… ¿lxs anarquistxs qué?
Como nos suele ocurrir, y creemos que a otrxs compañerxs en otros contextos también, lxs anarquistas tenemos tan claro el enemigo y tenemos tan claro que pedir o mendigar mejoras institucionales no va a cambiar en nada nuestras condiciones de vida, que durante las primeras instancias de esta explosión nos hemos sentido de alguna forma expectadorxs, al menos quienes no tenemos un trabajo a nivel poblacional. Desde la humildad asumimos que esto nos sobrepasó, nunca creímos o esperamos que la gente de la calle fuera la que se levantara de una manera tan contundente y comenzara a aplicar formas y acciones que no nos resultan ajenas desde nuestra práctica y teoría y nos hemos visto en cierto modo, al menos algunxs de nosotrxs, arrastradxs por la masa a las convocatorias, tanto masivas como poblacionales a aportar con lo que podemos y sabemos.
Sin embargo, lejos de arrastrarnos por la frustración y el lamento de quizás no tener el nivel de organización que desearíamos para contestar de manera más contundente a la situación que está ocurriendo, ahora es cuando sentimos la necesidad de reaccionar y organizarnos con nuestros afines más que nunca.
Tenemos claro que esto no es la batalla definitiva, tenemos claro que muy probablemente esto no va suponer la caída del sistema capitalista neoliberal de chile, ni del formato democracia que lo avala. Sin embargo nos seduce la idea de que el conflicto y la insurrección estallan de un momento a otro y que es necesario estar preparadxs para ello, cada quien desde su trinchera y en la forma que considere oportuna. Es hora de recomponernos a nivel organizativo, de autodefensa y comunicativo.
El escenario que se nos plantea aún es desconocido para todxs nosotrxs. Tanto en el conflicto como en la organización de los territorios estamos asistiendo a un movimiento que, hasta el momento, no está por el diálogo ni la negociación, no está encabezado por líderes que lo estén arrastrando a las calles, sin embargo sabemos que es cuestión de tiempo que aparezcan. En cuanto a lo represivo sabemos que este es sólo el primer mordisco, y que cuando pase el tiempo esta represión comenzará a ser más selectiva y aún más violenta si cabe. Ahora es cuando. Apliquemos y traslademos a la calle y al conflicto las herramientas que tenemos y conocemos y recuperemos y organicemos las que hemos perdido. Hagamos de nuestras redes espacios seguros en lo personal y en lo político. Desde la acción directa hasta las asambleas territoriales son nuestros espacios de luchas y las unas se cuidan con las otras. Acumulemos y organicemos nuestros conocimientos, aprendamos de esta experiencia para que nuestra respuesta sea más contundente y segura para nosotrxs mismxs.
Hacemos un llamado hacia quienes aplican violencia revolucionaria, a las radios, a los grupos de acción o grupos territoriales, a las bibliotecas y espacios antiautoritarios… Seamos la retaguardia unxs de otrxs. Que el organízate y lucha deje de ser un cliché.
POR LA EXTENSIÓN DEL CONFLICTO, CONTRA EL ESTADO Y EL CAPITAL,
DEVOLVAMOS A LOS MILICOS Y LOS PACOS DE DONDE NUNCA DEBIERON SALIR.
POR LA TRANSVERSALIDAD DE LAS LUCHAS EN TODOS LOS TERRITORIOS.
ABRAZOS Y APOYO A ROJAVA EN LA DEFENSA DE LA REVOLUCIÓN
AHORA MAS QUE NUNCA…
…POR LA ANARQUÍA.