“Será provocador o polémico decir que hay veces en que quisiera tener un enemigo visible. Que mi alma anhela ser una guerrillera, una insurgente, vivir una insurrección. Y, con ello, que también acepto que mis amigxs o yo podríamos resultar heridxs, encarceladxs o muertxs en la batalla, pero que lo haremos con una alegría de líneas claramente marcadas y la sensación de que algo mejor que esto pueda llegar.
Quiero vivir entre gente que no se mire las manos ni evite tu mirada cuando hables de lucha o insurrección porque, en el fondo, saben que han claudicado, y porque –tal vez, solo tal vez- nunca han odiado realmente el sistema. Entre personas que no hayan sido compradas. Que no comieron las pastillas que les ofrecían porque preferían luchar con su sensación de angustia patologizada que vivir en la zona muerta. Que no fingen estar luchando cuando es obvio que lo que están haciendo es convertir un campo de batalla en un jardín. Quiero estar en un lugar en donde la guerra sea admisible.”
A través de este escrito invitamos a todxs a participar en las actividades en conmemoración del décimo aniversario de la caída en combate del compañero Mauri. Nos reuniremos el sábado 25 de Mayo en el Parque Portales, barrio Yungay a partir de las 15:00 horas.
Para quienes no sepan u olvidaron, Mauricio Morales, El Punky Mauri murió una madrugada de mayo al estallarle anticipadamente el artefacto explosivo casero que disponía a instalar en la Escuela de Gendarmería, institución fabricante de esclavo-productos carceleros.
Aquella fría noche, Mauri seguramente pedaleaba nervioso y adrenalínico, quizás recordaba en un ejercicio necesario de autoafirmación a lxs presxs conocidxs o desconocidxs para él. Son momentos donde la inquietud y la duda pueden tener terribles consecuencias, pero que a palabras de él y con una absoluta claridad dijo que buscaría a riesgo de su vida lo mejor, la autentica libertad.
Fue en las solitarias calles del Barrio Matta que se condensó a través de la acción toda una vida de combate, tensiones, métodos y formas. El estruendo de esa detonación aún resuena potente, siendo un importante episodio más en la guerra contra la miseria, la injusticia y la dominación.
Desde el primer momento de aquella irreparable pérdida para lxs revolucionarixs del mundo la respuesta del enemigo no tardó en llegar. Confundido y burlado por la escalada de acciones incendiarias y explosivas en $hile el Poder vio en la muerte del Mauri la posibilidad de realizar una serie de allanamientos y detenciones a espacios okupados y círculos anarquistas. De quienes se voltearon, delataron y dieron la espalda esta vez no hablaremos.
La prensa burguesa entretanto intruseaba la vida del compañero presentándolo como una persona extravagante; sus tatuajes, falsas entrevistas y alguna de sus palabras son expuestas en televisión y diarios de circulación masiva para intentar figurar una imagen del terrorista sin razones. El hombre de la pólvora le llamaron.
Pero entre la tristeza y el dolor profundo lo que realmente importaba era la respuesta de esos corazones acalorados que desde aquel 22 de Mayo y en todas las noches venideras hasta hoy no han dejado de latir con rabia en memoria del Mauri, Zoé y de todxs lxs compañerxs caidxs en combate.
Como un firme y difuso pacto lxs anarquistas de todo el mundo estuvieron a la altura ante la estruendosa partida de un guerrero, la respuesta fue natural y hermosamente violenta. Esa es nuestra victoria, confinar la memoria del hermano donde nunca será olvidado: la revuelta anarquista y todxs quienes pulsan peligrosamente la actividad subversiva.
A una década de la partida del Mauri sin duda nos queda mucho por reflexionar, sobretodo entender la muerte de unx compañerx como parte de un entorno, de una comunidad de lucha que tiene sueños y proyectos a realizar siempre en armonía con los valores solidarios y anárquicos, pero con una mirada filosa y desafiante ante quienes detentan el poder, expanden miseria, devastan e impiden ejercer la autentica libertad.
Detenernos a observar el momento en que nos encontramos es un ejercicio necesario para calibrar nuestra participación en la conflictividad social, es visualizar las luchas emergentes y la posibilidad de desenvolvernos positivamente en ellas sin dejar de lado el discurso anarquista, es decir, la irreconciliable posición frente a las jerarquías, el reformismo y la burocracia.
El proyecto anarquista y revolucionario debe articularse rápidamente y con absoluta efectividad, para ello es necesario la discusión política y la autoformación, acompañada de la construcción de una versátil multiplicidad de redes informales que apunten a la intensificación de las luchas.
Sin extendernos más pues consideramos importantísima la reflexión fuera de espacios virtuales, la convocatoria es asistir libremente con ferias, lienzos, propaganda, intervenciones culturales, talleres, oficios y todo elemento que aporte a esta y todas las jornadas que se realicen, siempre desde la multiformidad, el respeto y la responsabilidad.
Porque una muerte en acción es un llamado eterno a luchar…
¡Mauricio Morales y Zoé Aveilla presentes!
¡Nos vemos en la calle!
MAYO NEGRO 2019.