Del contexto de Revuelta.
Hemos sido testigos de un fenómeno aparentemente impredecible; miles de jóvenes desde una reivindicación virtualmente inocua, han dado rienda suelta a su hastío dando cara a su cotidianeidad destruyendo símbolos y estandartes, miedos, mentiras y, porque no, ciertas modalidades. No cabe en este pequeño texto intentar, tal vez en vano, de analizar el porqué de esta situación, no creo necesario encasillar los hechos bajo superficialidades y eslóganes de reivindicaciones de turno o atribuir esta catarsis a un cúmulo de situaciones, a veces todo es más simple. Hoy sonrío feliz ante el quiebre del orden de las cosas, la momentánea ruptura del status quo, del incendio a los símbolos de la mentira y la miseria, disfruto de las potencialidades de este quiebre. No hace falta engañarse, sería una ingenuidad creer que la Revuelta carga con nuestros valores o política. Que después fiesta catarsis el Contador de las miserias de la existencia sostenida llegará a cero o a un devenir anárquico inevitable, es necesario gozar con el hacer de la Revuelta, disfrutar de la voluntad esencial que atenta contra todo inmovilismo, de las llamas de un devenir momentáneamente caótico que sólo mediante la combustión constante sea capaz de sobrevivir y así mantener su belleza indomable. Hoy sonrió por un regalo que nadie me ha dado.
Joaquín García Chanks
24 de octubre 2019.