La noche del 1 de enero atacamos con pintura, aceite y potente pirotecnia una iglesia mormona como gesto de solidaridad con lxs presxs y perseguidxs de la Guerra Social en Chile y en recuerdo del guerrero anárquico Sebastián Oversluij.
Enviamos nuestras fuerzas al compañero que frente en alto, gritando y escupiendo no se doblegó ante el acoso policial, periodístico y judicial por el caso del saqueo a la iglesia de la gratitud nacional.
Círculo Vandálico Sebastián Oversluij