SANTIAGO, CHILE: ADJUDICACIÓN DE ATENTADO INCENDIARIO CONTRA EMPRESA SUSARON EN LA COMUNA DE QUILICURA.

«Sobre todo me arrepiento de mi moderación, porque independientemente del daño que causáramos a esos negocios, si esas granjas continúan abiertas, si tan sólo un animal fue dejado atrás, entonces es que no fue suficiente.
No pretendo librarme de las consecuencias de estos actos suplicando misericordia o apelando a la conciencia de la sala, porque si este sistema tuviera conciencia yo no estaría aquí, en mi lugar estarían todos los carniceros, vivisectores y los granjeros de pieles de todo el mundo.”

Peter Young, guerrero vegan straight edge del Frente de Liberación Animal.

Lo que nos convoca en este comunicado, es adjudicarnos la acción de asalto e incendio que afectó al frigorífico matriz de la empresa distribuidora de cadáveres descuartizados «Susaron» y sus camiones, en la comuna de Quilicura la noche del tradicional 18 de septiembre.

Situamos el objetivo con antelación, verificamos entrada y salida. Y no… No crean lo que dice la prensa con respecto a lxs supuestxs sospechosxs, que, al parecer, nos deja como desprolijxs e incautxs. Obviamente tampoco estábamos interesados en la carne ni menos buscábamos réditos monetarios. Tampoco golpeamos al guardia (no porque no estuviéramos dispuestxs, sino porque entendió que estaba en riesgo y no hizo nada estúpido). No sean tan fáciles de engañar masticando cualquier producto que les entregan los canales de televisión y sus medios de alienación.

En la calma silenciosa de toda una sociedad estupidizada, cual dormía exhausta tras gritar y bailar con júbilo al son de los estandartes de sus dueñxs y esclavistas modernxs; entre celebraciones de gente que cree que un país-empresa lxs representa y un denso hedor a cuerpo quemado en todo el ambiente.

La noche del 18 de septiembre armadamente tomamos el control de la sucursal central de la carnicería «Susaron». Empresa que lleva más de 45 años abasteciendo el mercado nacional, vendiendo carne de vacuno, cerdo y ave. Importando carne de otros mercados internacionales, y contando con una planta de procesos, que produce cerca de 300.000 kilos mensuales de carne de novillos, cerdos y aves.

Vulnerando su portón de seguridad y su cerco eléctrico, redujimos al guardia nocturno y procedimos a rociar todo lo que nos fue posible con ese líquido que todxs quienes se consideren antiespecistas deberían tener como su producto favorito en el mundo; la bencina. Lo demás ya fue noticia nacional, pérdida total de la mayoría del enorme recinto y nuestros amenazantes panfletos regados por todos sus alrededores.

Nos reímos mucho leyendo comentarios en redes sociales, sobre que el animalismo o antiespecismo es inherentemente pacífico y civilizado. Nos sacaron carcajadas quienes escribían que creían que era un montaje de la empresa para cobrar el seguro. Suponemos que aquellxs ilusxs no tienen mucho conocimiento de la correlación entre un cobro de seguro y la devastación completa de una infraestructura crítica para una macro-compañía y lo que significa financieramente la producción mermada por este efectivo ataque en el cual perdieron sus medios de distribución y transporte, su centro de acopio y conservación para los cadáveres comestibles, un centro de eventos y parte de la oficina de ventas y comercialización.

Más que alargarnos; iremos al grano en nuestra reflexión al respecto del antiespecismo y su tan ridícula y tarada asociación al pacifismo.

Nosotrxs como célula operativa de guerrilla urbana consideramos que la explotación animal es inaceptable e intolerable. Somos antiespecistas por sobre todo y no tenemos matices en ello.

No nos importa el proceso de cultura humana, ni menos las condiciones «del pueblo» para entender que someter a un animal a una vida de torturas, vejaciones, violaciones y dolorosas muertes es algo inconcebible. Justificándolo permanentemente sólo para que en su aletargado existir puedan comprar desde los escaparates que camuflan el sufrimiento que arrastra ese negocio, restos de cuerpos muertos que al parecer solo fueran un producto más, para satisfacer un impulso culinario que está comprobado científicamente hace años que ya no es una necesidad biológica. O para que se diviertan sádicamente en prácticas competitivas retorcidas, que no tienen ni un sentido y que definitivamente deja en claro que merecen una bala en su cráneo o la explosión de una bomba bajo sus gradas.

Mientras algunxs se desilusionan porque el gobierno prometió frenar el crecimiento de falsos deportes que solo generan dolor en animales. Como el rodeo, las peleas de gallos y las carreras de galgos.

Y ahora a un par de meses de su asunción al poder, el Ministro de Agricultura sale anunciando un proyecto que fomenta este tipo de mal llamados deportes, estrechando la mano del presidente de la Federación de rodeo; en un acto desesperado por frenar su profunda crisis de popularidad.

Nosotrxs nos repetimos que los animales están sufriendo siempre. Mientras compras tu hamburguesa plant based de Leonardo Di Caprio en el supermercado o vistes con el último diseño de xilografía animalista animal printed, o le gritas por redes sociales al mundo estéril que estás en contra de la industria de consumo animal y sus derivados; ellxs siguen ahí sufriendo. Sabemos que no cambiamos la realidad de los millones de animales esclavizadxs y masacradxs por esta enferma cadena de producción humana, con nuestras acciones. Pero no nos quedamos impávidxs e impotentes y elegimos el camino de dificultar lo más posible esta locura normalizada, con acción directa. Sabotajes, incendios, atentados y prioritariamente liberación animal forzosa, siempre por fuera de los cánones legales, porque la ley representa hoy en día el sistema que los considera sólo un bien.

Haremos todo lo que podamos, aunque sea poco, aunque sea una migaja, aunque nos cueste la vida o la libertad, pero lo haremos a muerte y con un inmenso amor y orgullo de por medio.

No les pediremos a las empresas de consumo animal que dejen de descuartizarlos, desollarlos y violarlxs. Las quemaremos.

No les pediremos a los huasos bastardxs que dejen de torturar vacas y caballos con azotes, golpes y electricidad. Les pondremos bombas en sus medias lunas.

No le hablaremos por las buenas a lxs dueñxs y experimentadorxs de los siniestros laboratorios de vivisección, les dispararemos.

No iremos con pancartas a las granjas donde reproducen y preparan a lxs animales para ser enviadxs a los mataderos. Entraremos rompiendo todo y abriendo las jaulas, los liberaremos y les daremos cobijo y quién se nos cruce por delante pues se enterará por las malas que lxs antiespecistas ya no respondemos al perfil de hippies, simpáticos con parches, buenas vibras, buenos deseos por el prójimo y redes sociales. Sino que algunxs varixs somos seres profundamente dolidxs, decididxs, incendiarixs, peligrosxs y armadxs. Estamos contra toda dominación; sea unx policía bastardx, unx gendarme, unx matarife, unx viviseccionadorx, unx carnicerx, unx participante u organizadorx de carreras de animales o un huaso repugnante encima de un caballo. Cada unx puede ser nuestro próximo objetivo.

Aplaudimos y admiramos grupos de liberación animal y sabotaje como el ALF y aprendimos mucho de ellxs. Pero a diferencia de ellxs, nosotrxs estamos completamente dispuestxs a herir y matar personas. Porque enfrentar un sistema de dominación, masacre y consumo de seres sintientes, el cual cuenta con financiamiento, matones, armas y apoyo gubernamental significa guerra y enfrentamiento. Y la guerra no se pelea con flores, palabras, publicaciones en redes ni peticiones legales.

Estamos hablando de que ellxs están encerradxs deseando la muerte a causa de su dolor ahora, sufren ahora, mueren ahora, ahora.

Hablamos de combatir gente así de despiadada y violenta, y lamentablemente para lxs señoritxs que quieren vibrar alto y estar en paz con sus consciencias elevadas, la única manera de frenar a quienes usan la violencia para fines así de miserables, es ensuciándose las manos con la misma violencia y volviéndonos expertos en ella para usarla en contra de ellxs; valga la redundancia.

No habrá diálogos, ni acuerdos. No lo habría con quien asesinara o violara a algún familiar tuyo ¿Cierto? ¿Por qué acá sí? ¿Por qué tanta paciencia en estos casos? ¿Porque es un animal no-humanx? ¿Porque no tienen voz? ¿Porque así te lo enseñaron?.

Veganismo-animalismo-antiespecismo no puede ser otra cosa que guerra y beligerancia intransigente. De otra manera, es un juego o una careta para el instagram con una foto de un animal salvaje.

Si consideras la liberación total como una necesidad, pues deja de darle única relevancia a los fines antropocéntricos. La lucha callejera contra la autoridad es necesaria. El ataque a lo más obvio de la sociedad de dominación; sea policías, gendarmes, militares, bancos, entidades gubernamentales, transnacionales. Lo aplaudimos.

Pero la acción directa en pro de la liberación animal y su expansión es urgente y vital. Si la consideras apremiante como nosotrxs, pues haz tu banda, organiza tu piño o actúa solx. Fija tu objetivo por pequeño o grande que sea y atácalo. No más paciencia, no más espera, no más palabras, no más apariencia, no hay tiempo.

Sabotea, quema, incendia, libera animales, defiéndelxs, busca lugares donde resguardarlxs. Todxs podemos hacer algo por ellxs. Si es necesario mata, hiere.

ADELANTE GUERRERXS, LIBERADORXS, VENGADORXS Y SABOTIADORXS!! POR LA VÍA DELICTUAL Y RAMPANTE SIEMPRE!!

SALUDOS AL GRUPO ANTIESPECISTA EMILIA BAU Y TODXS LOS GRUPOS ACTIVOS DE LA LIBERACIÓN ANIMAL VIOLENTA Y DELICTUAL A LO LARGO DEL ORBE.

Sebastián Oversluij, Mauricio Morales, Mike Hill, Jill Phipps, y Barry Horne. Muerden el imperio del sufrimiento especista junto a nosotrxs y junto a cualquiera que pase a la acción directa.

LIBERACIÓN ANIMAL POR LAS MALAS O POR LAS MALAS, SIN CONSIDERACIÓN CON QUIEN SE CRUCE POR DELANTE.

GRUPO DE RESPUESTA ANIMAL.