Después de más de dos años, el veredicto para lxs cuatro anarquistas y un ecologista es de absolución, sólo uno de ellxs fue reconocidx culpable por pequeños delitos, y el tribunal renunció a su pena.
Los principales cargos se referían al apoyo y promoción de la Red de Células Revolucionarias (SRB), al anarquismo insurreccional, así como al chantaje y al daño a la propiedad ajena. La SRB se centró durante varios años en el sabotaje de la propiedad de la policía y de lxs capitalistas. Hasta ahora, nadie fue condenadx por estas acciones.
El acusado Lukáš Borl confesó haber pintado las paredes de la prisión con las leyendas «el deseo de libertad con la represión no se detendrá» y «muerte al estado». También admitió que se identificaba mediante documentos de identidad modificados. El daño que causó a la prisión, la pagó. El Tribunal en estos dos puntos reconoció la culpabilidad de Borl, pero se le retiró el castigo. Según la jefa del Senado, Dagmar Šebková, los delitos no fueron graves y además ocurrieron hace mucho tiempo.
El fiscal Václav Richter solicitó para todxs sin distinción de prisión en la duración de tres años, cuyo desempeño sería condicionalmente pospuesto al período de prueba de tres años. Sin embargo, el tribunal liberó a lxs acusadxs. La sentencia no es competente, el fiscal apeló.