Este Primero de Mayo nos encuentramos en una importante encrucijada histórica. En medio de una pandemia mundial, este año las calles estarán misteriosamente silenciosas mientras la gente renuncia a las marchas, manifestaciones y disturbios que son los rituales anuales del día internacional de los trabajadores. Pero aunque las calles puedan estar tranquilas, la guerra de clases continúa. Las huelgas salvajes están surgiendo entre los “trabajadores esenciales” que hace dos meses fueron vistos como unos de los participantes más bajos y más precarios de la economía. Se están produciendo levantamientos en las prisiones de todo el mundo a un ritmo sin precedentes. Y millones de inquilinos están reteniendo su renta en lo que podría convertirse en la primera huelga global de renta en la historia.
Estos son tiempos interesantes. Mantenerse a salvo. Organizarse. Pelear duro. Feliz primero de mayo.