Mattarella garante del rearme
NO EN NUESTRO NOMBRE
El 13 de abril, la celebración de los 50 años de la Gazzetta del Sud, en la que estuvo presente el presidente de la República, fue recibida con protestas en Messina.
Tras una concentración contra la guerra en la Piazza Municipio, nos acercamos al Teatro Vittorio Emanuele al inicio de la celebración, a pesar de que el centro de la ciudad estaba militarizado y las calles adyacentes al teatro estaban bloqueadas para la llegada de Mattarella.
Intentamos oponernos a este circo del poder desplegando una pancarta, gritando cánticos contra el rearme y las bases militares, que están por todas partes en la isla, e improvisando un cacerolazo con sartenes, cuencos y cucharas. La policía incautó la pancarta y rompió el micrófono utilizado para los discursos después de unos diez minutos.
Este es el panfleto que se repartió.
El presidente de la república se encuentra hoy en Mesina para celebrar el 70º aniversario de la Gazzetta del sud y el 50º cumpleaños de su editor más destacado, la fundación Bonino-Pulejo.
Qué es la fundación Bonino-Pulejo: formalmente, un organismo sin ánimo de lucro con fines casi filantrópicos: financia becas, fundó y sostiene económicamente el «centro de estudios Neurolesi», el decano de la universidad de Mesina está en su consejo de administración para promover una relación virtuosa entre el conocimiento académico y el territorio. Sustancialmente, un verdadero pulpo capaz de extender sus tentáculos
- sobre el sistema sanitario (tanto público como privado)
- sobre la universidad (nada estructural ha cambiado en los veinticinco años transcurridos desde la violencia y los escándalos que llevaron a la comisión antimafia de la época a hablar de «nido de gusanos»)
- sobre la información y la política: su ex presidente Nino Calarco, durante cuarenta años director editorial de la Gazzetta del sud, fue diputado de la Democracia Cristiana y director de la RTP. Además, estaba a la cabeza de la sociedad Stretto di Messina, encargada de realizar la construcción del Puente sobre el Estrecho de Messina, que los patronos y jefes de la ciudad siempre han promovido, a diferencia de un masivo movimiento popular que intentó bloquearles el camino. Con éxito sólo en parte: dado que se desperdiciaron miles de millones de dinero público para analizar la viabilidad del puente, al menos se les quitó el proceso de seguridad.
Qué hipocresía en la Constitución italiana, cuyo artículo 11 dice: «Italia repudia la guerra».
Qué deshonestidad en la clase dirigente, que con sus misiones de paz exporta la guerra para colonizar territorios y que con su necesidad de seguridad militariza las calles y la vida de quienes las transitan.
Qué codicia en los jefes de la industria bélica que se enriquecen vendiendo muerte.
Qué sumisión a la lógica del beneficio en los institutos de investigación científica y tecnológica, que con su mito del progreso están llevando a la humanidad y a todo el ecosistema al abismo.
Qué falsedad en los medios de comunicación que fabrican palabras e imágenes para endulzar el trago cada vez más amargo de vivir bajo el dominio total del capital.
¡Su aliento huele a mierda!
Pero a pesar del aislamiento, del esfuerzo de supervivencia, del dolor de estar en este mundo, aún no hemos perdido del todo el rechazo y la intuición.
Olemos el hedor de su dinero, nosotros que nos vemos obligados a buscarlo para pagar las facturas; el olor rancio de sus pies que pisotean a los trabajadores; el hedor de la muerte en los campos de batalla y en las cárceles y en los pabellones psiquiátricos y en las ciudades y en las casas donde se amontonan más y más cuerpos de hermanas y hermanos sin vida: convertidos en suicidas por la sociedad.
Somos la comunidad humana que siente, ama, resiste y quiere rebelarse.
Solidarios con los antimilitaristas y desertores rusos y ucranianos.
Cómplices de los trabajadores portuarios que bloquean la carga de armas y de los que luchan contra la guerra.
Con nuestros corazones a los compañeros de todo el mundo encarcelados por luchar por la libertad.
A los que tienen el alma a cuestas
Anarquistas contra la guerra
FUENTE: IL ROVESCIO
TRADUCCIÓN: ANARQUÍA