A pocas semanas de su nacimiento, el gobierno de Meloni ya ha aplicado las primeras etapas de su operación represiva que inicia su camino ideal de aniquilación total de la dignidad de los trabajadores, de los estudiantes, de los explotados, de los marginados, de los últimos, de todo lo que, quiera o no, es el proletariado. Meloni ya ha dejado claras sus perspectivas: con una previsible bofetada en la cara de los pobres y un típico (casi hilarante por parte de estos subhumanos) apretón de manos con los ricos, ya ha empezado a reprimir a los jóvenes en festivales y colegios, eliminando la poca socialidad que hay, socialidad atascada en perpetua agonía tras el golpe mortal de la represión de los dos gobiernos anteriores, que se produjo casi sin conocimiento de los propios jóvenes. Un ejemplo típico se encuentra en un bastión de la resistencia de la socialidad local justo en Massa, la Casa Rossa (Casa Roja), un espacio que ofrece libertad de agregación, intercambio cultural y ocio para todas las edades, desde niños a ancianos. Es precisamente este espacio el que los infames Amorese decidieron atacar, identificando un bastión de resistencia a su represión y etiquetándolo como «un problema para la comunidad». Del mismo modo, siguen muriendo obreros y estudiantes en fábricas e internados con aún menos preocupación y con triste taciturnidad por parte de toda la llamada opinión pública. Sabemos que todo esto es el resultado de su dialéctica venenosa que está infectando a todo el país, sabemos que la suya es la operación habitual de hablar el lenguaje de los explotados para controlar sus acciones, pensamientos y relaciones hostiles. Para su desgracia los anarquistas no tenemos memoria corta, recordamos que ya han estado en los bancos del gobierno, que ya han aplicado esta represión, sirviendo a otros amos para llevar adelante su terror y su desidia, para sentirse gratificados por ello, recordamos que los verdaderos enemigos son ustedes, recordamos que sólo son siervos de otros siervos. Pero precisamente en su desidia y tranquilidad, que cuestan la sangre, el trabajo y el sufrimiento de los explotados, los saludaremos como se merecen, y no beberemos entero este amargo cáliz, los haremos tragar siempre el fondo más amargo.
Siempre por la anarquía,
Apuanə Subversiveə Hungryə
Artículo de la prensa del régimen: anarquistas agredidos en Massa