Recibimos y publicamos un breve texto escrito por algunos de los acusados y solidarios del juicio sobre la manifestación del 9 de febrero de 2019 en Turín, que siguió al desalojo de la okupación y a las detenciones por la Operación Scintilla. La primera instancia terminó ayer.
El 31 de enero de 2022, el tribunal de Turín emitió los veredictos al final del primer grado del juicio relativo a la manifestación del 9 de febrero de 2019, que tuvo lugar dos días después del desalojo de la okupación en Via Alessandria y el desencadenamiento de la Operación Scintilla, que había llevado a la detención de 6 compañeros mientras que otro compañero había logrado escapar de las manos del Estado y permanecer en libertad durante más de un año.
El desalojo supuso el cierre de un lugar de encuentro, discusión y organización, pero sobre todo de lucha, que a lo largo de los años ha tratado de oponerse a una normalidad de represión, control y guerra contra los pobres, oponiéndose a los desalojos, las redadas, los centros de repatriación y las cárceles.
La intención de la operación, que acusaba a los compañeros de luchar contra los centros de expulsión, era reprimir y aplastar las luchas que en años anteriores habían intentado socavar y destruir la detención administrativa. Una lucha justa que sigue empujando a muchos de nosotros por el mismo camino, el de la demolición del sistema de expulsión. Hoy, por esa operación, varios compañeros están siendo juzgados en el tribunal de Turín.
La pmanifestación del 9 de febrero fue una de las respuestas más inmediatas, un momento importante de determinación y rabia que sentimos y quisimos expresar en las calles de la ciudad. Una voz que se alzó para reafirmar no sólo la solidaridad con los que luchan y son reprimidos, sino también la oportunidad de no sufrir pasivamente un presente cada vez más opresivo. Para ese día, se investigó y reprimió a muchas personas: un total de 14 detenciones (11 de las cuales se produjeron el mismo día y otras 3 en los meses siguientes) y diversas medidas para castigar a quienes participaron en esa manifestación, desde la obligación diaria de firmar en la jefatura de policía hasta obligaciones y prohibiciones de residencia.
Los delitos incluían resistencia agravada, lesiones a funcionarios públicos y daños. De los 28 acusados, 18 fueron absueltos y 10 condenados: las penas más altas fueron de un año y ocho meses, un año y cuatro meses, un año y un mes y un año. Los restantes están disminuyendo. Al mismo tiempo, el tribunal de Turín concedió una indemnización provisional por daños y perjuicios de más de 7.000 euros a Amiat, la empresa que gestiona la eliminación de residuos, junto con unos 5.000 euros en concepto de costas judiciales para la misma empresa.
Hoy queremos expresar nuestra rabia por estas condenas y renovar nuestra solidaridad con los acusados en el juicio de Scintilla y los presos anárquicos del Estado.
Algunos acusados y Solidarios.
FUENTE: INFERNO URBANO
TRADUCCIÓN: ANARQUÍA