ITALIA: SOBRE LA SITUACIÓN REPRESIVA EN TRENTINO

Ciertamente no es nuevo que los operativos policiales, las condenas y las más variadas medidas represivas recaigan sobre los y las anarquistas. En los últimos tiempos el ataque del Estado se ha intensificado en toda la península, desde las durísimas sentencias de Scripta Manent, a las acusaciones de masacre contra Juan, pasando por las innumerables operaciones antianarquistas.

Incluso en Trentino, las compañeras y compañeros cercanos continúan aumentando. Desde lxs que están restringidxs por haber luchado sin reservas en Valsusa contra la carretera de altavelocidad, hasta los que se encuentran cumpliendo el final por haberse opuesto a la imposición de un TSO. Desde los que han recibido una vigilancia especial por haber llevado su solidaridad a un compañero golpeado en la cárcel por los guardias, hasta los que aún se encuentran en el limbo de una obligación de residencia que se alarga con cada rechazo de los tribunales.

Si por un lado se abordan con firmeza medidas, como el precio inevitable por elegir el campo en el que luchar, el de la libertad, por otro lado también es necesario pensar en las estrategias adoptadas por el Estado. Cada vez es más evidente que las medidas de los tribunales contra sus enemigxs declaradxs buscan justificación en la represión de ideas y no en una «conducta» mejor definida.

Leemos sobre algunos trabajos relacionados con el rechazo de la revocación de las medidas dictadas con la op. Renata que “las actividades de investigación no produjeron cambios significativos en el contexto de referencia”. Por un lado te hace sonreír leer el autodeclarado fracaso del intento represivo, el de desbaratar una realidad de compañeras y compañeros; por otro lado, con un juego de manos, los tribunales declaran que el que se valora para una posible liberación sería el «contexto de referencia», a pesar de la «responsabilidad individual», bandera que anuncia la ley altamente democrática.

Si el objetivo es romper ataduras y hacer tierra quemada en torno a compañeras y compañeros, intimidando con las detenciones y acusaciones del 270bis y desgastando con las llamadas medidas menores, el único contraataque posible es el de la solidaridad. Ten siempre presente la generosidad y determinación de quienes lucharon sin cálculos contra la guerra, la devastación ambiental, la explotación y la sociedad de control.

Decir que la falta de estos compañeros no afecta nuestras vidas, nuestras luchas y nuestro ánimo no sería retórica si no falso. Las deficiencias a menudo se destacan como cantos rodados, como silencios en discusiones acaloradas. Pero lo que hacen cada vez más evidente, a medida que nos roban personas, es la huella que dejan en un grupo de compañeros y compañeras. Formas de actuar, razonar, amar y odiar. Piezas que nunca nos quitarán: también somos el resultado de nuestras ausencias, que llevamos con nosotros allá donde vayamos.

Entre los papeles que se nos entregan, es inevitable notar una invitación a alguna forma de «distanciamiento». Igualmente inevitable es la conclusión: peor para ellos. Después de todo, hemos estado «resguardados» toda la vida, pero el enfado ante un mundo de jaulas y la complicidad con quienes se levantan por la mañana con la intención de pelear son todo menos temporales.

Libertad para Sirio, Massimo, Juan, Carlo, Stecco, Nico, Rupert, Poza y Agnese
Libertad para todas y para todos

Anarquistas de Trento y Rovereto


FUENTE: MALACODAIL ROVESCIO
TRADUCCIÓN: ANARQUÍA