En la operación antianarquista llamada «Sibilla».
Esto tiene que parar. Para siempre. Y si el Estado y la patronal son nuestros enemigos vivos, entonces el papel histórico del anarquismo como la pala con la que cavamos sus tumbas es más evidente que nunca.
Primero las buenas noticias, Ottone degli Ulivi
Antes del amanecer del 11 de noviembre de 2021, hubo decenas y decenas de registros en Italia en los domicilios de los compañeros anarquistas en Génova, Carrara, Pisa, Cremona, Bérgamo, Roma, Perugia, Viterbo, Lecce, Taranto, Cosenza y Cagliari. Las investigaciones llevadas a cabo por los carabinieri del ROS, por orden de la Fiscalía de Perugia, se centran en la incitación anárquica y, en particular, en el periódico Vetriolo y en los sitios de contrainformación, como roundrobin.info y malacoda.noblogs. El principal delito que se imputa a los compañeros es el de haber constituido y/o participado en una asociación subversiva con fines terroristas (270bis), ya que, según la policía, a través de las publicaciones mencionadas, los compañeros habrían incitado a cometer actos de terrorismo contra el Estado.
Además de decenas de registros en toda la península, 6 medidas cautelares: el «arresto» de Alfredo, ya detenido en la cárcel de Terni, un compañero en arresto domiciliario con pulsera electrónica y otros 4 con obligación de permanecer y firmar.
No nos sorprende en absoluto la represión estatal de las palabras claras y decididas, y menos aún en estos momentos de temor a la agitación social. La creación del enemigo interno es funcional para recordar la lealtad del pueblo a su rey – el Estado – lo estamos viendo claramente con el «no vax»: el Estado justo en estos días está golpeando las plazas que se mueven en contra del pase, impidiendo las manifestaciones en lugares donde el capitalismo necesita florecer.
Como somos anarquistas y seguimos siendo enemigos internos y externos, arriba, abajo, en direcciones caóticamente razonadas, de cualquier autoridad. La complicidad con las palabras pronunciadas contra los enemigos, ya sean funcionarios del Estado o del capitalismo, incluido el militarismo, nos resulta entonces evidente.
Como es habitual, en la mente jurídica de los investigadores, la única organización posible es la descendente y jerárquica. No entienden, o mejor dicho, no les apetece expresar públicamente que la imprevisión de los anarquistas en su desorganización no es ciertamente una organización, y mucho menos que existan líderes y compinches.
Estamos al lado de los que son golpeados por la represión porque eligen atacar, no para esconderse detrás de la necesidad de ser amado por las masas con palabras dulces y complacientes, para difundir las palabras de los compañeros afectados por décadas de encarcelamiento.
¡Viva la anarquía!
Anarquistas de Carrara
11/11/2021
FUENTE: ROUND ROBIN
TRADUCCIÓN: ANARQUÍA