Para romper con la explotación y la opresión, es necesario transformar la dignidad ofendida y pisoteada en acción, porque creemos firmemente que la «libertad» no es en absoluto el derecho y el deber de obedecer a la autoridad, no es una existencia que se pasa de rodillas. La libertad reside -aquí y ahora- en el desafío contra todo poder, en el deseo salvaje de la destrucción práctica y concreta de la autoridad.
Vetriolo, número 5
En la madrugada del jueves 11 de octubre se puso en marcha la operación «Sibilla», coordinada por las Fiscalías de Perugia (Pm Manuela Comodi) y Milán (Pm Alberto Nobili), a raíz de la cual se registraron varios compañeros en diversas ciudades italianas. Fueron los Carabinieri de la ROS (bajo el mando del General Pasquale Angelosanto) quienes llevaron a cabo las medidas, ordenadas por el GIP Valerio D’Andria, por las que 6 compañeros anarquistas y acompañantes fueron alcanzados por una orden de aplicación de medidas cautelares e investigados por incitación al delito agravado por el propósito de terrorismo y subversión del orden democrático.
La investigación se basa en 5 años de pesquisas sobre la publicación del periódico anarquista Vetriolo, un aperiódico que siempre ha criticado, sin tapujos, al Estado y al Sistema Capitalista, con análisis precisos y ha dado voz a los presos anarquistas, publicando sus escritos.
Está claro que esta enésima operación represiva quiere acallar las voces de crítica radical a lo existente. En un contexto social como el actual, el giro autoritario del progreso se manifiesta cada día. Lo hemos visto con las medidas represivas del primer encierro, los toques de queda, la prohibición de las asambleas y el arresto domiciliario de millones de personas. Lo vemos en las calles cada vez más militarizadas, en los lugares de trabajo con el chantaje del certificado verde, en las fronteras de los Estados como ocurre en Bielorrusia, donde los migrantes son rechazados por el ejército polaco, que defiende la fortaleza Europa, y se les deja morir de hambre o de frío.
Somos conscientes de que todo esto no dejará de existir, es más, se agravará cada vez más. Esto requiere análisis, determinación y prácticas que estén a la altura de los golpes que el Capital está desatando.
Si el Estado y la justicia quieren aislar a los compañeros y compañeras con estas investigaciones, del otro lado siempre encontrarán individuos dispuestos a luchar para llevar a cabo las mismas prácticas e ideas revolucionarias.
¡Solidaridad con Vetriolo, el Circolaccio y nuestros amigos y compañeros investigados y buscados!
¡Muerte al Estado y al capital!
¡Libertad para todos!
Solidaridad en Génova