En los primeros días de abril, los Carabinieri entregaron a Robert, ya juzgado por la operación Prometeo, un aviso de investigación por el artículo 280 (atentado terrorista) con una solicitud adjunta de investigaciones urgentes e irrepetibles que se llevarán a cabo el 13 de abril de 2021 en la sede del RIS en Parma sobre los materiales encontrados los días 27 y 28 de noviembre de 2016 en las zonas cercanas a la estación de los Carabinieri en Bolonia-Corticella.
Apenas un par de días después, los mismos papeles son notificados a Giuseppe, que actualmente está encerrado en la cárcel de Bolonia, siempre bajo investigación por la investigación de la operación Prometeo. Los hechos controvertidos se refieren a la explosión de un artefacto que tuvo lugar la noche del 27 de noviembre de 2016 bajo el cuartel de los Carabinieri.
Es necesario hacer un breve resumen sobre la génesis represiva que siguió a ese episodio. Al día siguiente de la explosión, el entonces Primer Ministro, Matteo Renzi, estuvo como invitado en la ciudad y, junto con la Fiscalía, declaró que los responsables de aquel reprobable gesto serían atrapados a toda costa y que se pondrían todos los medios necesarios para llevar ante la justicia a quienes se habían atrevido a ultrajar con hechos la indiscutible autoridad de la fuerza. Y, en efecto, la respuesta represiva no se hizo esperar, ya que apenas dos semanas después fue detenido un malabarista callejero de origen francés. Durante cuatro meses estuvo encarcelado en la AS2 de Ferrara, pero pronto el entusiasmo del fiscal dirigido por Giuseppe Amato (conocido por otras investigaciones sobre «asociaciones subversivas») se vio mermado tras la liberación del desafortunado después de que un testigo se retractara de las declaraciones realizadas. La investigación se mantuvo abierta durante aproximadamente un año más y luego se cerró sin más investigación. El malabarista fue condenado en primera instancia por posesión (sólo supuesta por el testimonio luego retractado) de material explosivo, para ser absuelto completamente en la apelación.
Casi 5 años después de los hechos, esta investigación es exhumada por la misma Fiscal, Antonella Scandellari que, tras los fracasos anteriores, ahora lo vuelve a intentar investigando a otros dos compañeros.
El 10 de mayo comenzará en Génova el juicio por la operación Prometeo y, para suplir la falta de pruebas, los investigadores meten a los compañeros investigados en otras diligencias: para reforzar el manto de sugestión con el que hilvanan las investigaciones, las basan en meras hipótesis vinculadas a las ideas de los sospechosos y no a acciones concretas. De hecho, Natascia fue incluida por arte de magia en la operación Scintilla al final de la investigación, mientras que ahora Beppe y Robert se encuentran bajo investigación en este nuevo caso.
La nulidad de los que lanzan estas farsas más que el miedo casi nos hace reír.
No dejaremos solos a nuestros compañeros.
FUENTE: INFERNO URBANO
TRADUCCIÓN: ANARQUÍA