Natascia, presa anarquista, se puso en huelga de hambre el 16 de junio para oponerse a su traslado a la cárcel de Santa Maria Capua Vetere.
Ha sido trasladada varias veces desde su detención en mayo de 2019, además de tener censurada su correspondencia y otras diversas formas de presión interna. Es evidente la voluntad de jueces y carcelerxs de alejarla y aislarla de la solidaridad de quienes la apoyan desde fuera y de minar su determinación.
Este último traslado adquiere un valor aún más indicativo ya que se produjo en la proximidad del inicio del juicio por la Operación Prometeo que tiene a Natascia junto con otros 2 compañeros, acusadxs de haber enviado paquetes explosivos al entonces director de la DAP y a los dos fiscales públicos Sparagna y Rinaudo.
De hecho, quieren hacer imposible que organice su propia defensa, ya que su abogado está a 1.000 km de distancia y tienen 10 minutos de comunicación telefónica al mes.
La dispersión y el aislamiento han sido siempre las herramientas utilizadas por lxs carcelerxs para agotar las almas de quienes, a pesar de estar encerradxs, no quieren someterse al chantaje carcelario ni someterse a ningún arrepentimiento.
El alejamiento territorial de Natascia de su contexto de vida tiene una clara connotación punitiva, no sólo por las limitaciones que impone, sino también por la prisión a la que fue destinada.
Las condiciones de detención en el SMCV siempre han sido muy duras, y un ejemplo es la ausencia de agua potable por falta de conexión de agua.
El pasado mes de abril tuvo lugar la llamada «masacre de Semana Santa»: al día siguiente de las protestas contra las inexistentes medidas de prevención de infecciones de Covid19, más de 300 funcionarixs de prisiones con equipo antidisturbios y encapuchadxs lanzaron una expedición de castigo. Lxs presxs fueron obligadxs a salir de sus celdas, desnudadxs y golpeadxs salvajemente hasta que sufrieron graves lesiones, incluyendo heridas en la cabeza, dientes y huesos rotos. La intención de esta acción, según la administración penitenciaria y el director de las prisiones de Campania, que ordenó las palizas masivas, era dar una lección a lxs que se atrevían a rebelarse. Después de más de un año, 52 guardias de la prisión han sido notificadxs de medidas cautelares entre la prisión y el arresto domiciliario.
Contra el aislamiento y la dispersión de los presos
Contra los circuitos diferenciados y los regímenes especiales
¡Al lado de Natascia!
Con todxs lxs presxs y detenidxs de la cárcel de Santa Maria Capua Vetere
DOMINGO 4 DE JULIO – 14.00 HRS.
TRADUCCIÓN: ANARQUÍA
