ITALIA: «CHIACCHERE E DISTINTIVO» – (CHARLA Y PLACA)

El sistema democrático es el mejor sistema en el que se puede desear vivir: en él están garantizadas todas las libertades. Tomemos, por ejemplo, la libertad de prensa y la libertad de expresión; en una democracia es posible decir e imprimir cualquier cosa, siempre que sea lo que el sistema democrático permite.

Uno de los mayores garantes de estas libertades lo encontramos en la fiscal Manuela Comodi, de la fiscalía de Perugia, que en una brillante operación policial desató a sus perros guardianes -los carabinieri de la ROS- para que registraran los domicilios de numerosos anarquistas en Italia, buscando, nada menos, ¡publicaciones anarquistas! A decir verdad, ni siquiera era tan difícil: era un poco como buscar textos de filosofía en la casa de un filósofo o pinceles en el garaje de un pintor…

En realidad, este fino sabueso del Estado democrático no buscaba las publicaciones anarquistas en general, sino un periódico en particular, Vetriolo, en el que, entre otras cosas, se habla de la necesidad y el acierto de que los anarquistas ataquen al Dominio, y en consecuencia a los hombres y las cosas que son su fruto directo. Es un discurso que, en realidad, muchos anarquistas llevan a cabo, en sus publicaciones y en sus vidas, desde hace aproximadamente un siglo y medio. ¿Cómo podemos sorprendernos del resto? ¿Qué otra cosa se puede pensar para acabar con la explotación que, durante siglos, los amos, los estados, los economistas, etc., han llevado a cabo sobre los excluidos de cualquier tipo de vida digna? ¿Qué otra cosa se puede hacer para poner fin a las guerras, a la explotación del planeta, al sufrimiento humano y animal; para detener proyectos mortíferos como la energía nuclear, la transformación del ser humano en una máquina y un sinfín de cuestiones de las que son responsables el Estado, la economía, la industria y la tecnología, si no es atacar a las cosas y a los hombres directamente responsables de ellas? Se trata ante todo de una cuestión ética, que compartimos absolutamente.

Y no sólo nosotros. Es un discurso sencillo, que mucha gente comparte en el fondo de su corazón; cuando en el trabajo o en sus charlas de bar dicen que hay que matar a ciertas personas, a los responsables de sus malas condiciones de vida y de su explotación, o que hay que volar el Parlamento cuando todos están dentro porque no es más que una guarida de parásitos con sueldos de nabob mientras fuera muchos se mueren de hambre. Por supuesto, a menudo se trata de meros discursos de barra de bar dictados por un arrebato, por la ira de una vida miserable, mientras que los anarquistas a veces levantan realmente las armas contra aquellos o aquello que identifican como el enemigo.

Y, sin embargo, siguiendo la retorcida lógica de este Ministerio Público, quizás algún día se abran investigaciones contra quienes hacen esta cháchara de bar, y estamos seguros de que, durante los registros, se encontrarán cientos de tazas de café en sus casas… como prueba de su plan criminal…

Sólo sería de risa si un compañero que ya está en la cárcel no hubiera recibido otra orden de detención, y no se hubiera dispuesto otro arresto domiciliario y cuatro obligaciones de residencia. Nuestra solidaridad va hacia ellos, sin victimismos y convencidos de que debemos seguir diciendo y haciendo lo que siempre hemos dicho.

La libertad con la que soñamos está ahí en el fondo.

Addio Lugano bella.

Biblioteca Anarquista Disordine
Via delle Anime, 2/b – Lecce
abierto de lunes a miércoles, de 18 a 20

FUENTE: DISORDINE
TRADUCCIÓN: ANARQUÍA