ITALIA: CAMPAÑA CONTRA EL VENENO DE LA CIVILIZACIÓN EN TODA LOMBARDÍA – COMUNICADO DE LA CÉLULA DANAUS PLEXIPPUS

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“… Por ahora hemos usado los instrumentos del enemigo contra él. Hemos alimentado la civilización con el veneno que produce…”

Célula Nicola y Alfredo – FAI/FRI (Proyecto Némesis Verde)

ELECCIONES DE ATAQUE

La seguridad es un tema recurrente en la sociedad industrializada de hoy que no puede sentirse segura ya que esparce y revierte en sí misma diariamente el odio, la violencia y el veneno. Estableciendo periódicamente los niveles de tolerancia de los cánceres que ella misma desarrolla, está intentando acostumbrar a la gente a aceptarlos. Igual que las partículas pueden acumularse dentro de un cierto umbral, la tortura en la prisión debe ser limitada a negar a lxs presxs cualquier tipo de lectura dentro de las unidades de prisión más punitivas, el agua es potable sólo si contiene una cantidad dada de metales pesados… Así que lo que es “seguro” es sólo el constante envenenamiento al que estamos sujetxs, y sólo el poder establece la dósis diaria recomendada.

Decidimos destacar cómo de inmanejables son estos límites hoy. Superamos a aquellxs que pudieron atar la acción anarquista hace mucho tiempo, convirtiéndola en una mera repetición engorrosa de consignas violentas y prácticas inofensivas, mientras saboreamos la belleza de descubrir y reinventar nuevos medios de ataque cada vez. Las limitaciones que enfrentamos hoy en día son los que establecen la seguridad de un producto alimenticio.

Si el consumidor medio se siente protegido por los controles que los propios fabricantes de sustancias nocivas aplican, con esta acción estamos dejando claro la impracticabilidad de un mecanismo de autocontrol en industrias como la alimentaria, los químicos, la agricultura y la ingeniería (que se asemejan unas con otras más y más), donde no es verdad que la salud de los consumidores vaya antes que el beneficio, sino que el beneficio se produce precisamente en el detrimento de su salud en un círculo infinito de veneno-antídoto-veneno.

Actualmente cualquier producto alimentario entendido para consumo humano está acompañado con un residuo máximo de herbicidas que puede contener “según la ley”. Decidimos aumentar la cantidad de estos residuos que pueden normalmente ser encontrados en las estanterías de todos los supermercados, ocultos en productos que pasan por seguros.

Empezando desde la semana entre mayo y junio, cuando la mayoría de la gente estaba preparándose para elegir a aquellxs que tomarán decisiones sobre sus vidas, reemplazamos gradualmente algunos de los productos en los supermercados con los “nuestros” con límites máximos de residuo más altos. Hasta ahora sólo hemos reemplazado el número de productos que se puede ver en las fotos adjuntas. Pretendemos terminar nuestro almacenamiento a finales de junio, la fecha límite que hemos decidido para esta acción.

Cada semana añadiremos una inyección de veneno a la solución de agua-veneno que reemplazamos. Haremos esto porque sólo manipulamos sustancias que la industria alimentaria utiliza a su gusto, empezando con sólo una pequeña cantidad de veneno porque, a diferencia de los batas blancas, nosotrxs no sabemos qué efectos podría tener. Así que estamos interesadxs en ser efectivxs y no en juegos de palabras. Esta es nuestro primer ensayo. Su continuación y exacerbación dependerá de hasta qué punto los intereses económicos y “sociales” entren en conflicto.

Nuestra operación cubrirá el total de la región de Lombardía, burlándonos de varias cadenas distribuidoras que han sido visitadas, estudiadas y elegidas para el mejor resultado de esta campaña contra el envenenamiento. A lo que apuntamos es claramente a la retirada del mercado de los productos que hemos usado, en el período de tiempo decidido por nosotrxs, pero también queremos arrojar a la cara de todo el mundo las contradicciones en las que se basa toda la sociedad, incluso en la cara de aquellxs que tratan de mirar a otro lado. Porque sabemos que una capa de pintura verde no será suficiente para limpiar un mundo ahora adicto a su propia nocividad, porque permitirse a unx mismx ser envenenadx poco a poco es equivalente a morir día tras día.

Deberíamos empezar con una descripción técnica de nuestra operación:

El veneno usado es Roundup de Monsanto, una botella de líquido concentrado para 560 metros cuadrados. Nuestro kit: Una jeringa, un embudo, una botella de agua de 1.5 litros, unas pinzas, un destornillador, un pincel de punta fina y pegamento. Los productos envenenados: Galletas de soja Misura, salsa de soja Suzi Wan, salsa de soja Kikkoman, salsa de soja Save (en las versiones “tradicional” y “estilo japonés”).

Obviamente intentamos dar a los maderos investigando tan pocas pistas como sea posible, lo cual es el motivo por el que algunas de las fotos adjuntas han sido retocadas (no somos fotógrafxs profesionales y tuvimos que suplir una falta de conocimiento técnico así como distracciones durante “la pose”). Los códigos de los lotes y de los productos han sido cubiertos o borrados para prevenir que los lotes objetivo sean retirados dejando los demás a la venta.

Empezamos añadiendo una inyección de Roundup a la botella de agua, pero como dijimos esta es sólo la solución en etapa temprana. Tuvimos cuidado de evitar cualquier posible daño al envase del producto y encontramos una manera perfecta de violar su falsa seguridad alimentaria para cada uno de ellos. Tomamos una jeringa llena de salsa de todas las salsas y en su lugar añadimos una inyección de la solución. Mientras que para las galletas inyectamos una jeringa de solución de Roundup dentro de la bolsa y la sacudimos. Las pinzas de pestañas nos ayudaron a abrir ambos tipos de salsa Save. Insertamos un extremo dentro del dorso de la apertura de la tapa, luego un destornillador nos permitió quitar la tapa con su sello intacto. Para cerrarlas de nuevo simplemente tuvimos que presionar hacia abajo la tapa. Mientras para las salsas Kikkoman fue suficiente desenroscar la tapa junto con el precinto de plástico, retirar el tapón antigoteo y hacer lo mismo a la inversa tras la sustitución. El procedimiento de la salsa Suzi Wan fue también bastante simple. Tirando con fuerza del tapón junto con los sellos y presionando todo hacia abajo para rehacer el envase fue rápido y limpio. Mientras para las galletas Misura, empezamos en el fondo del paquete abriendo un poco el sello calentado, justo lo suficiente para pasar nuestra aguja, luego las cerramos de nuevo con el pincel y el pegamento.

Hecho esto, lxs primerxs mensajerxs reabastecieron los supermercados para esta prueba inicial.

La elección de protagonistas para nuestra acción fue toda muy fácil. Varios sectores tecnológicos extienden sus intereses a la industria alimentaria con el fin de incorporarla. Las mismas compañías que invierten en investigación tecnológica y pretenden pasar los Organismos Modificados Genéticamente (OMG) en el mundo están a la vanguardia del sector de los pesticidas químicos, también convirtiéndose en propietarixs de semillas y cultivos. De hecho, las patentes permiten los derechos de autor sobre cualquier cosa.

Monsanto tiene un papel crucial en este campo. Nacida a principios del año 1900, tuvo un impacto inmediato en el sector químico durante la Segunda Guerra Mundial gracias a un aumento en el uso de DDT, el cual fue rociado sobre poblaciones enteras y vendido como la panacea, ocultando su tocicidad real. Desde entonces se ha embarcado en una larga trayectoria de intriga política, imposiciones y coerción a través de la cual se convirtió en uno de los mayores gigantes económicos del mundo, hasta el punto de que ha atraído la atención de otro gigante, Bayer, que están negociando una fusión precisamente en estos momentos. El imperio de Monsanto abarca desde los químicos a la agricultura, pasando por la ingeniería genética. Fue responsable de la difusión del Agente Naranja (100% dioxina) en Vietnam, el encubrimiento de datos toxicológicos concernientes a sus patentes PCB, investigaciones en el campo nuclear, hasta nuestro tiempo. Primero en la línea en la carrera por la apropiación de todo derecho sobre lo existente, fue rápido en tomar interés en igualar los OMG con los cultivos normales.

Gracias a esta suerte de “equivalencia en sustancia” introducida en 1990 en los EE.UU. por uno de sus futuros directores infiltrado a través de las agencias de perros guardianes, consiguió evitar los exámenes y obtener el visto bueno en relación a sus nuevas creaciones. Después de comerciar con una amplia gama de herbicidas, a través de la ingeniería genética consiguió obtener patentes en muchas plantas genéticamente modificadas que fueran resistentes a sus propios herbicidas o que incluso fuesen capaces de desarrollar los herbicidas dentro de ellas mismas. Es aquí, en este hacer artificiales todos los aspectos de nuestras vidas y creer que sus acciones sin escrúpulos se encontrarán con vil resignación, que nuestro círculo se cierra. Roundup es el herbicida más ampliamente usado en el mundo. Su componente activo es glifosato, un herbicida que puede ahora ser encontrado en la mayoría del agua subterránea. Se lo relaciona con varios tipos de cáncer, condiciones del riñón, Parkinson y Alzheimer por los propios ostentadores de la verdad científica. A Monsanto se le concedió una patente para el Roundup en 2002 desde la cual siguió una serie de cultivos transgénicos resistentes al herbicida siendo introducidos en el mercado.

Entre ellos la soja Roundup Ready (prácticamente la especie más cultivada en el mundo) ha esclavizado a miles de agricultores a esta multinacional mientras ellxs están siendo obligadxs a pagar derechos de concesión para poder plantar. La “revolución verde”, como fue llamada la gran operación de extender los OMG a través del mundo dirigida por la “humanitaria” Rockefeller Foundation, ha sido posible gracias a fondos destinados a lxs agricultorxs en dificultades, y a la dependencia de estxs últimxs a los “patrones de las semillas”. Mientras los litros de este pesticida que son rociados sobre las plantaciones de soja por todo el mundo corren por millones, una jeringa más es una gota en el océano.

Mientras la Unión Europea sigue suspendiendo el juicio sobre los efectos cancerígenos del glifosato, nosotrxs estamos lanzando el problema de nuevo a la palestra.

A LXS CÓMPLICES, A LXS INSURGENTES

Estábamos cansadxs de pensamientos de libertad atrofiados por el realismo político de los teóricos de la revolución no aquí, no ahora, y de acciones lisiadas carentes de continuidad, efectividad y claridad comunicativa, así que decidimos tomar un punto de inflexión en nuestras vidas y proyectualidades con esta primera contribución a la lucha contra la nocividad de la civilización y contra el desarrollo de las estrategias económicas del dominio, en una clave eco-sostenible. Nuestro punto de inflexión llegó con el tipo de acción que hemos elegido. A una forma de ataque ya consolidada, siempre y de cualquier modo incisiva, le hemos añadido un nuevo veneno a la mercancía del enemigo, gota a gota. Un goteo de veneno que destaca y lucha contra el envenenamiento global diario que la sociedad hipertecnológica, consumista, alienada y alienante está imponiendo.

Esta administración homeopática de sus venenos está mostrando la realidad diaria del autoenvenenamiento que la civilización industrial está infligiendo en cuerpos y mentes.

El punto de inflexión fue también la decisión de entrar en los mares del debate que ha estado rebotando de un lado del planeta al otro gracias a las acciones que, desde ese tan lejano 2003, han sido llevadas a cabo por varixs y diferentes individuxs y grupos que se adhieren a la Federación Anarquista Informal y su extensión mayor el Frente Revolucionario Internacional, mientras continúan dando vida y estimulando perspectivas para el binomio pensamiento-acción que está en la raíz de la anarquía. A través de los años hemos leído el diálogo que ha sido establecido a través de las acciones y reivindicaciones: alternan contribuciones críticas y métodos básicos con eslóganes y colecciones de saludos a menudo con reducciones simplistas de las problemáticas. Vamos a intentar diseccionar algunos de los problemas y deshacer unos pocos nudos básicos, que para nosotrxs son fuentes de discusiones útiles.

– La combinación legal-ilegal está creada por el poder hasta el punto que quiere levantar la medida de su tolerancia, basada en las presiones sociales y las tensiones y desde su propia evaluación de los riesgos (vemos por ejemplo la evolución de la llamada legislación antiterrorista, de la represión en las calles etc). La legalidad y la recuperación van de la mano, así es que favorecemos ciertas prácticas no en cuanto a que son ilegales sino en la medida en que son más eficaces. Simplemente nos damos cuenta de que si tenemos que enfrentar un problema de un modo incisivo y resolutivo, la solución naturalmente termina en ilegalidad dado que los instrumentos legales que se nos “ofrecen” (contrainformación, aumentar la conciencia social de un problema, manifestaciones y protestas) no nos satisfacen, ni nos interesan.

– Somos rebeldes, insurgentes, no insurreccionalistas. Nos rebelamos cada día, limando nuestras propias cadenas individuales. No tenemos masas para educar para fomentar la “insurrección que viene”. No estamos preparando ningún terreno intentando “unir el movimiento específico y la gente, la guerrilla y las perspectivas insurreccionales”. No estamos buscando roles de líderes o vanguardias, presentes o futuros. Después de todo, lxs líderes revolucionarixs de hoy serán los que ahorquen a los rebeldes de mañana tan pronto como pongan sus culos en un banco. Por eso odiamos la política, que a través de la mediación gangrena el flujo dialéctico libre entre pensamiento y acción. No tenemos ni el tiempo ni el deseo de construir un proceso revolucionario a largo plazo. No es el sol del futuro lo que nos deslumbra sino el relámpago en el cielo despejado de un acto de revuelta, escogido, meditado, planeado y sobre todo urgentemente necesario contra el siempre cada vez más rápido avance de la maquinaria de la dominación.

– Nos adherimos a la Federación Anarquista Informal en continuidad crítica, críticamente porque no comprendemos el riesgo de transformar una red libre – en el tiempo y el espacio – en una plataforma. Proponer una “plataforma informal de acción anarquista polimórfica” con estructuras e infraestructuras significa enjaular la bestia que debe por su propia naturaleza permanecer salvaje. La acción es multiforme, polifacética e iridiscente como la vida, pero la multiformidad no puede convertirse en un eslógan fácil para ocultar los defectos de la acción en sí misma como un banco de niebla. Estamos en las calles, en librerías anarquistas, en eventos, conciertos, en las okupas cada día; pero si tuviésemos que relacionar todo esto con el ataque real al poder que sentimos que es urgente y necesario, nos estaríamos engañando a nosotrxs mismxs. Significaría nivelar la anarquía y elevar lo que es, o lo que en este punto debería ser, la “vida diaria” anarquista como fin último.

– No queremos compensar las deficientes prácticas organizativas de individuxs simples con “estructuras” o peor con “infraestructuras”; La mera unión no hace la fuerza, es bastante al revés, las estructuras esclerotizan la acción. Creemos que sigue siendo válida la vieja hipótesis de una red de compañerxs que, sin conocerse, dialogan a través de las acciones, como propone el primer texto que lanzó la proyectualidad informal: crecimiento técnico/teórico/práctico a través del desarrollo de las acciones. “Conciliar la organización y el debate teórico/práctico con el anonimato de grupos/individuxs simples es posible por medio de un diálogo difuso a través de las acciones, el cual, además de dar su discurso destructivo específico, también lleva otros mensajes (a través de los métodos y medios adoptados, el objetivo es la comunicación) independientemente del daño material”.

– Espontaneísmo no es sinónimo de informalidad y menos todavía la informalidad significa desorganización y superficialidad. Las acciones son planeadas espontáneamente desde la idea de una o más o mentes insurgentes, se consolidan a través de la crítica y el análisis y avanzan para resolver los problemas tácticos y logísticos, para luego florecer como flores venenosas en los campos de la sociedad durmiente. Informalidad no significa encuentro con “otros grupos de afinidad política” para coordinar las luchas, sino que la informalidad es el antídoto de la delegación política. Es el método que hace las relaciones entre individuxs mejores cualitativamente, evitando entrelazar relaciones “políticas” por el placer del crecimiento cuantitativo. La informalidad es abierta pero no transversal.

– Nos adherimos al Frente Revolucionario Internacional en crítica y continuidad. En crítica porque no somos una “organización armada” ni queremos convertirnos en una; ni sentimos la necesidad de señalarlas en relación a las críticas reformistas y de desarme de la corriente principal. Por el contrario, estamos orgullosxs de ser parte del frente caótico de compañerxs en guerra con la sociedad, cara a cara con el enemigo, armas en mano. Volviendo al texto desde el cual nació la Federación Anarquista Informal: “Por otra parte quien es parte de la Federación Anarquista Informal es unx militante de la misma en todos los sentidos sólo en el momento específico de la acción y de su preparación; no invierte toda la vida y la proyectualidad de lxs compañerxs, lo cual conduce a poner cualquier especialismo de la lucha armada fuera del camino de una vez por todas”.

– Somos individualistas, no colectivistas. La unidad en la base de nuestra acción es individual. Creamos asociaciones libres e inestables de individuxs para hacer la acción más efectiva. Las reivindicaciones de la lucha colectiva conducen a delegar, siempre de políticxs, y al reformismo. Las organizaciones estables de síntesis cristalizan el contenedor en lugar de fortalecer los contenidos: dan a lxs políticxs profesionales un trampolín y a lxs perezosxs una alternativa y el escudo de las cifras (incluso si son pequeñas).

– No subestimamos la importancia fundamental del diálogo entre compañerxs, estén dentro o fuera de la prisión; por esta razón estamos agradecidxs por los escritos de lxs compañerxs en prisión (Nikos Romanós, Alfredo Cospito, Nicola Gai, lxs compañerxs presxs de la CCF…) por los estímulos que ofrecieron a nuestros cerebros y prácticas, y las reivindicaciones escritas de lxs compañerxs que se adhieren a la Federación Anarquista Informal (CCF – Célula de Guerrilla Urbana, Grupo Kapibara, Comité de pirotecnia por un año extraordinario…), los cuales aunque diferentes y a menudo contradictorios nos han ayudado a disolver dudas y nos empujaron a concretar nuestras acciones.

El gran desafío en estos tiempos es a la vez loco y necesario.

Loco es que esparcidos puñados de soñadorxs estén intentando combatir al dominio, necesario es que lo hagan.

Célula Danaus Plexippus

FEDERACIÓN ANARQUISTA INFORMAL

FRENTE REVOLUCIONARIO INTERNACIONAL

Primera semana de junio de 2016

Hasta la próxima…

Fuente: Voz Como Arma

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