ITALIA: ACTUALIZACIÓN DE LA SITUACIÓN DEL JUICIO DE JUAN (Y DECLARACIÓN)

Actualización de la situación del juicio de Juan

El sábado 11 de junio se celebró en el tribunal de Treviso una vista contra Juan para el juicio en el que se le acusa de ‘atentado con finalidad terrorista’ y ‘masacre’ por el ataque a la sede de la Lega di Villorba en agosto de 2018. La petición de los fiscales Roberto Terzo y Alessia Tavarnesi era de 28 años por el 280 bis c.p. (atentado con fines terroristas), mientras que se solicitaba la absolución por el cargo de «masacre» (art. 285 c.p.).

Fuera del tribunal había una manifestación de un centenar de compañeros solidarios con Juan. Tras escuchar las demandas, la manifestación se movió, consiguiendo durante una media hora bloquear la Put, la carretera de circunvalación interior de la ciudad.

La próxima vista se celebrará el 18 de junio, durante la cual intervendrá la defensa, mientras que la última vista y el veredicto en primera instancia están previstos para el 2 de julio.

Durante la audiencia, que se celebró por videoconferencia, Juan leyó una declaración que citamos a continuación:

DECLARACIÓN DE JUAN SORROCHE FERNÁNDEZ EN EL TRIBUNAL DE TREVISO

En esta enésima vista por videoconferencia y tras numerosas peticiones, denegadas, de comparecer y estar presente en persona y no en ausencia en todas las vistas del juicio en el que se me acusa de la pesada e infame acusación de masacre, tengo que tratar el tema de la videoconferencia, que entra, o para ser más precisos, entraba en la lógica infame de la diferenciación de los circuitos de detención, donde se demoniza y deshumaniza al individuo preso y acusado dada la llamada «considerable peligrosidad social». Digo reingresado porque la videoconferencia, el juicio en ausencia, se ha extendido a todos los presos de las cárceles italianas, que se han quedado y se quedan de facto sin defensa real y con la marginación que ello supone para todos los acusados que sufren esta imposición, por la dinámica liberticida de la enésima emergencia, esta vez por la emergencia Covid19 que luego se convirtió en ley. Ahora queda claro y desenmascarado -y no hablo sólo de la contradicción del problema específico de esta ley o de aquella- cómo el problema específico de la videoconferencia ha reducido la defensa a una farsa, anulando de hecho al acusado en el juicio.

Este tribunal probablemente dirá que estas cuestiones no tienen nada que ver con el juicio de hoy.

Yo, en cambio, creo que sí, de hecho lo considero una cuestión fundamental. Me refiero a la contradicción que tienen los estados por su propia naturaleza sistémica, el problema de fondo es de desintegración y degeneración que se disfraza de emergentismo y pretende romper y dirigir la legalidad establecida y ordinaria a su antojo, transformándola en legalidad. Lo vemos en la misma dinámica de la emergencia perpetua, y el plan específico de videoconferencia es uno de los muchos ejemplos de cómo el autoritarismo sistémico y libertario se extiende a lo largo y ancho. Es la excepción, la emergencia de hoy que da forma a la ley de mañana, reduciéndola cada vez. Los juicios por videoconferencia, en su defecto, han sido creados por las continuas emergencias en el seno de la llamada peligrosidad social, que ahora se ha convertido en la norma, como el juicio por videoconferencia sin defensa real para todos los presos de las cárceles italianas. Y no dejan de perjudicar las condiciones de todo el juicio, dificultando la gestión de la defensa real de los acusados en contradicción con lo que su propia ley democrática y burguesa apoya.

Este proceso tecnológico hace en realidad que el juicio sea parcial y revela claramente la sumisión a la autoridad del Estado capitalista en todos los aspectos de nuestras vidas: nos priva de la posibilidad de impugnar, como una nueva religión a la que rendir culto, las diversas innovaciones: ADN, videoconferencia, etc.

En este clima creado sobre las incesantes emergencias con la marginación y anulación del acusado y la defensa real, que se reduce al mínimo, especialmente para aquella clase que no es burguesa, para la clase de los excluidos; es así como la videoconferencia llega con la emergencia de la peligrosidad social. La culpabilidad ya se evidencia en la forma de esta forma de «presentarse y asistir». Repito, que las leyes de videoconferencia son un tentáculo que se ha extendido de emergencia en emergencia para incluir ahora a todos los presos. Una dinámica estatal asesina que tergiversa y luego borra este contexto político y social de emergencia como si fuera normal. Esta es la banalidad sistémica de la maldad del Estado, y así se produjo la continua marginación de miles de presos y detenidos y la anulación de los acusados. Está ahí para que todos vean lo que ocurrió durante la emergencia de Covid19 con el llamado NO VAX. El Estado, para mantener su emergencia continua, necesita chivos expiatorios. Asimismo, en juicios como éste es conveniente que inserte una cantidad desproporcionada e incorrecta de documentación inadmisible que sirve a la fiscalía para orientar el juicio hacia la culpabilidad de los acusados. Es una vieja historia que se repite desde hace siglos.

Se trata de las condiciones generales de la sociedad con la emergencia de Covid19, con una gestión asesina y masiva por parte del Estado, y cómo ahora, casualmente, el Estado extiende el estado de emergencia bélica, de nuevo con la misma gestión masiva e indiscriminada. Porque el Estado nunca reniega de sus propios métodos, si acaso los perfecciona: son las bombas fabricadas y vendidas en todo el mundo a cualquier régimen por Leonardo-Finmeccanica (incluso a Estados ahora en guerra y en excelentes negocios con el Estado italiano) las que crean innumerables masacres para su propio beneficio. Dejando claro a todos, si es que aún era necesario, la verdadera naturaleza del Estado que representas. Así que no veo con qué legitimidad me puedes acusar. Volvamos por un momento al ejemplo de la ley de videoconferencia para ver cómo se desarrolló y cómo las leyes de emergencia y su consiguiente forzamiento y tergiversación acaban convirtiéndose en normas y leyes. La ley sobre la videoconferencia proviene de la emergencia para la llamada peligrosidad «mafiosa» y «terrorista» desde el año 1998 para aquellos y aquellas sometidos al 41bis; la videoconferencia fue introducida por la ley nº 11 de enero de 1998, inspirada por Luciano Violante (gobierno Prodi), los presos sometidos al 41bis se vieron obligados a sufrir esta ley liberticida y no pudieron participar en los juicios, salvo a distancia; los márgenes de la defensa democrática y burguesa fueron reducidos a una farsa.

En 2013-2014 la enésima emergencia: esta vez con el pretexto de supuestas fugas masivas de las cárceles, se extendió la videoconferencia a todos los presos sometidos al régimen de Alta Seguridad; el problema de la defensa se extendió a 10.000 presos y detenidos. La emergencia que se inventó en el lugar fue que había que evitar las fugas, que en realidad eran insignificantes y se podían contar con los dedos de una mano. Las motivaciones eran políticas, el resultado real de las falsificaciones y tergiversaciones creadas por las quinielas antimafia y antiterrorista. Hay que recordar que estos charcos fueron creados a su vez por el estado de emergencia y casualmente luego se normalizaron durante décadas, alimentándose automáticamente. Las motivaciones son económicas, también producto del atasco de la engorrosa y corrupta maquinaria burocrática del Estado, como se evidenció con los problemas de corrupción del CSM, que son problemas sistémicos, y no de dos manzanas podridas.

Luego, hace 2 años, en 2020, con la emergencia de Covid19, con la gestión masacrante dentro de las cárceles, con 15 presos muertos, con palizas y torturas a cientos de presos, he aquí que la videoconferencia se extendió finalmente a todos los presos y a todos los presos limitados por la farsa de la defensa con el Art. 11 párrafo 3 del Decreto-Ley nº 137 de 28/10 de 2020 convertido en L.nº 176/2020. Aquí se extiende a todos los presos y a todas las presas, como habían denunciado algunos presos de Alta Seguridad en los juicios de 2013-14 cuando se les impuso la videoconferencia y como yo mismo señalo hoy aquí en confirmación de ello.

Todo esto es una confirmación más de las contradicciones y suspensiones de los derechos fundamentales de su democracia burguesa. Un estado por naturaleza corporativista, que defiende única y exclusivamente a su propia clase, y esto se pone de manifiesto con estas coartadas de emergencia, aplicadas como si fuera por nuestro propio bien y seguridad.

Es evidente la desvergüenza con la que el Estado defiende a su clase, como demuestra el ejemplo del asesinato de Youns El Boussattaoui en Voghera a manos del legista estatal Massimo Adriatici. Un asesinato de un inmigrante, de un indigente, de un marginado, con balas explosivas en medio de una plaza, con el silencio cómplice unánime de la autoridad estatal y de la prensa, con la condescendencia del poder judicial, haciendo pasar este asesinato por defensa propia. Este episodio da una buena idea de cómo el Estado defiende a sus seguidores y nos abre los ojos al racismo y la corrupción sistémica del Estado y la sociedad capitalista. Hacernos pasar esto a los pobres imbéciles como un asunto menor, un problema de tráfico de armas, en lugar de lo que es: un asesinato racista a manos de un político con la complicidad de la autoridad estatal, y no un caso individual en sí mismo. Repito, se trata de problemas sistémicos en el estado, no de dos manzanas podridas. Y hoy la Lega, el partido del gobierno, está aquí como parte civil para darme lecciones. Esta ejecución, al igual que el caso Frapporti en Rovereto, Mastrogiovanni en Nápoles, Aldrovandi y Cucchi, y muchos otros casos que nunca han salido a la luz, apuntan a la clase de los oprimidos, y es normal que así sea, dado el sistema en el que tenemos que vivir. Un sistema que ha tenido como objetivo continuo a los oprimidos en su conjunto durante siglos. Está claro que el lema «la ley es igual para todos» sólo se aplica a la clase burguesa que usted representa.

Por eso este proceso y cualquier estado no me representan, dada la constante matanza de la clase de los oprimidos de la que soy miembro, y las constantes falsificaciones y manipulaciones de las que es responsable el estado. Por eso hoy reivindico mi identidad como anarquista, que tiene motivaciones políticas y sociales muy profundas desde hace siglo y medio de lucha contra el Estado carnicero. Un anarquismo rebelde, de praxis y de lucha, un anarquismo individual que va más allá de tus falsedades hipócritas. Mi conciencia de lo que es el estado de sacrificio no puede ser manipulada, porque durante muchos años mi individualidad no se ha visto reflejada en la de ninguna autoridad, y menos en la del Estado. Hace años que repudio, que rechazo al Estado, desde que tengo conciencia de mi anarquismo no confío en lo que está por encima de mí. La única relación que tengo con el Estado es con su fuerza que me encarcela aquí, no tengo fe en ninguno de sus fantasmas representados por la ley y la frase hipócrita de que la ley es igual para todos, no soy un tonto.

Hoy rechazo absolutamente esta farsa de Estado, rechazo este tribunal y cualquier veredicto, sea de culpabilidad o de inocencia. Hoy declaro que para mí este juicio ha terminado y que no volverán a ver mi imagen.

Juan Sorroche Fernández
AS2
C.C. Terni
11/06/2022

FUENTE: IL ROVESCIO

TRADUCCIÓN: ANARQUÍA