“Hoy, tenemos que cuidar los riesgos de repetición. Es inaceptable retroceder a la ignominia. Por eso la urgida necesidad de puntualizar un sustrato mínimo e imprescindible, que potencie nuestra gramática y fomente el ensanchamiento de la Anarquía negra en estos días; un objetivo, un deseo o, tal vez, un anhelo esencial que, en algún momento impreciso pero, preferiblemente próximo, nos gustaría compartir con todas aquellas individualidades anárquicas que muestran una inocultable proximidad teórico-práctica que les convierte en compañerxs de ruta de una conspiración internacional que base su causa en Nada.”
Gustavo Rodríguez.
La publicación en español y portugués de “Individualidad y grupo anarquista” del compañero Gerasimos Tsakalos (quien fuera parte de la Conspiración de Células de Fuego de Grecia), nos ha ofrecido la oportunidad de realizar una profunda revisión de su contribución, afianzando desde la praxis la cristalización del debate que da sustento a la Internacional Negra en estos días.
Han pasado seis años desde que Tsakalos lanzó su propuesta organizativa desde la cárcel, atravesando barrotes y muros, y burlando la vigilancia de sus verdugos en la prisión de Korydallos; y dos de que fue excarcelado junto a su hermano Christos. Durante este período hemos acumulado experiencias que podrían ser suficientes como para indicarnos qué cosas son susceptibles de ser modificadas o clarificadas hoy. Sin embargo, más allá del tiempo transcurrido, para cualquier anarquista informal e insurreccional que lea estas páginas, saltará a la vista un sinfín de contradicciones que difícilmente podemos suscribir desde la anarquía negra y el anarco-nihilismo que anima la tensión anárquica contemporánea, particularmente si buscamos darle respuesta a la pregunta que sirve de eje vertebral a su contribución: ¿La individualidad anarquista se encuentra subyugada o se mantiene libre al interior del grupo?
En honor a la verdad, debemos de admitir que, tras la traducción y relectura de este texto, y después de un intenso debate interno entre quienes impulsamos la difusión en español y portugués de la Internacional Negra Ediciones, hemos encontrado infinidad de planteamientos con los que discrepamos íntegramente. A pesar de lo anterior, coincidimos en que lo que realmente nos invita a publicar este folleto es la voluntad de mantener viva la práctica solidaria de darle voz a NUESTRXS PRESXS, rompiendo de forma enérgica todo aislamiento, porque, entre otras cosas, son ellxs quienes, al estar secuestradxs por el Estado a consecuencias de sus acciones, abren las puertas al debate en curso, incitando la reflexión y alimentando la praxis.
Esa es precisamente la esencia y la razón de esta iniciativa editorial desde sus primeros días de vida, dándole su lugar en el debate a lxs compañerxs presxs y permitiéndoles exponer y confrontar las ideas desde la experiencia, sin por ello otorgarles alguna autoridad ni rendirles tributo por el hecho de estar en prisión, conscientes que en esta guerra, la cárcel (e incluso la muerte en acción) es una probabilidad que nos amenaza a todxs constantemente.
Con todo y críticas, es indiscutible que la presente colaboración del compañero Tsakalos se enlista en el marco de reflexiones que han acompasado la decidida trayectoria del actual accionar anárquico, mostrando que, al igual que en todo caminar, asiduamente se presentan encrucijadas difíciles, peligrosas bifurcaciones, sinuosas brechas, atajos ventajosos, y callejones sin salida. Sin duda, este texto se inscribe en esos “callejones sin salida”.
Solo quienes permanecen apegadxs al inmovilismo (aficionadxs al confort y los lugares seguros), no se equivocan. Lxs que impulsamos la práctica anárquica alejadxs del dogma y los senderos trillados, hacemos camino al andar. Por eso, frecuentemente topamos “callejones sin salida”. De ahí la necesidad de publicar las aportaciones de Gerasimos y evidenciar nuestra ardua trayectoria, confusa ciertamente, pero sobre todo, irreverente y decidida, dispuestas a llegar hasta las últimas consecuencias en este presente continuo en conflicto permanente con el existente. Sin demasiadas vacilaciones, hoy podemos afirmar que sus acciones -junto a lxs afines de la Conspiración de Células de Fuego- no solamente incendiaron bancos, comisarías y juzgados, sino que además encendieron nuestros corazones anárquicos, llevando a la práctica los deseos de destrucción y los anhelos de liberación total hasta los confines más inverosímiles. Y para eso, no hizo falta la lectura de un “manual”. Bastó con el intercambio de experiencias, abriendo paso a un diálogo anarquista internacional.
Nada más distante del informalismo anárquico contemporáneo que los manuales de “formación de cuadros” al estilo del “Mini-manual del guerrillero urbano” de Marighella, tal como nos lo presenta el compañero Tsakalos en lo que consideramos una nueva adaptación de ese viejo guión. Lamentablemente, el compañero tiende a validar las estructuras permanentes y anular la individualidad anárquica, aplastándola bajo los parámetros de la organización fija y súper especializada que nada que ver con aquellos primeros comunicados y folletos iniciales que cargaron de praxis el recorrido de la Conspiración de Células de Fuego. Si bien el compañero se deslinda del discurso y prácticas izquierdistas, parte importante de su propuesta tiene demasiado en común con la dinámica organizativa de todas las guerrillas urbanas marxistas-leninistas de los sesenta y setenta.
Algo similar ocurrió en la médula del proyecto insurreccional anárquico que desde varios lugares del planeta impulsó el accionar internacional bajo las siglas de la Federación Anarquista Informal (FAI). En los últimos años, ha quedado manifiesto la tremenda confusión de quienes entendieron –y entienden– el informalismo insurreccional anárquico como la reproducción de un guerrillerismo militarista “autónomo”, abrazando la nostalgia de la izquierda. En no pocos casos –sobre todo en territorios donde la reacción de ultra derecha ha ascendido al poder– estas confusiones han conducido a algunxs compañerxs hacia experimentos más “sociales”, lo que en la práctica se ha traducido en inercias asistencialistas e insolentes coqueteos con lo más reformista del amplio espectro de las izquierdas. Tal es el caso, de este lado del globo, del Núcleo de Oposición al Sistema (NOS) en Brasil, exigiendo la liberación del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y su llamado “a olvidar diferencias, organizarse y luchar contra el sistema”; y el de los Núcleos Antagónicos de la Nueva Guerrilla Urbana en Chile, autodenominada “organización revolucionaria” que patéticamente ha hecho gala de su “capacidad técnica-operativa”, llegando incluso a plantear que el accionar violento que estalló durante la revuelta social de octubre de 2019, estuvo “estrictamente planificado” por el poder y los agentes de la represión.
Hoy nos corresponde resaltar el fracaso rotundo de la “estrategia guerrillera” en los medios anárquicos para no repetir estos errores. Pero incluso, este fracaso es igualmente evidente en las propias estructuras leninistas que han reformulado sus estrategias en busca del poder, optando por las más desfachatadas maniobras electoreras, apoyadas en el discurso populista. La mayoría de las guerrillas que sobreviven en Latinoamérica y el mundo, abiertamente y sin vergüenza, han elegido el narcotráfico como vía de financiamiento de su “lucha”, facilitando el cínico enriquecimiento de sus auto denominadxs “comandantes” en nombre de “la revolución obrera-campesina y popular”.
Ante esto, resulta de gran importancia replantearnos constantemente cuál es la finalidad de la Anarquía; qué asumimos cómo informalidad anárquica en estos días; y cómo reafirmamos nuestros propósitos, sabedores que nuestra propuesta es el conflicto. Obviamente, es imposible respondernos estas preguntas desde la comodidad del ordenador. Tendremos que reafirmar en la práctica, desde el accionar implacable de nuestra guerra, la agudeza de nuestros objetivos. La tendencia informal e insurreccional anárquica no es una propuesta estática apresada en un manual, sino un flujo torrencial que afila nuestra ofensiva contra toda autoridad mientras asume la liberación total como único horizonte, a través de la insurrección permanente y la violencia anárquica contra la dominación, sea de la ideología que sea. Por eso, una vez más, nuestra única propuesta es y será el conflicto contra toda forma de autoridad.
Por la Internacional Negra!
Por la Anarquía!
Noviembre 2021.
Internacional Negra Ediciones.
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