La noche del domingo 24 de abril, una persona fue detenida en La Haya (Países Bajos) bajo la sospecha de pegar el «Anarchistische Muurkrant». Se le acusa de instigación contra la autoridad, incitación a la violencia y de pegar un cartel. El jueves será llevada ante el juez de instrucción, quien decidirá si se le pone en libertad o se le transfiere a detención preventiva.
La semana pasada, anarquistas pegaron cientos de carteles en los barrios Transvaal y Schilderswijk y otros lugares de la ciudad. El primer artículo del cartel trata sobre el levantamiento del año pasado en la zona de Schilderswijk, donde miles de personas se rebelaron durante días contra la policía y el estado tras el asesinato de Mitch Henríquez, que fue estrangulado hasta la muerte por la policía. Henríquez fue una víctima más de la violencia de la policía racista de La Haya. Muchos meses después del levantamiento la policía sigue a la caza de los rebeldes del pasado verano.
Ahora que una persona ha sido encerrada de nuevo y que parece que la acusación está ansiosa por retenerla el mayor tiempo posible bajo la sospecha de difundir un cartel, expresar nuestra solidaridad es la única cosa que podemos hacer. Solidaridad a través de la acción.
Basta de represión! Solidaridad con las personas presas! Abajo la policía y el estado! Viva la anarquía!
A continuación el artículo principal del cartel mural anarquista:
Abajo los policías y el Estado! Larga vida a la revolución!
Sobre la revuelta de Schilderswijk
En el verano de 2015 una revuelta sacudió Schilderswijk en La Haya. Una revuelta contra la represión y el racismo diario de los policías. Contra la realidad asfixiante de la explotación y el desempleo. Una revuelta de los que decidieron romper con la normalidad de la represión del Estado. Las tornas cambiaron y los policías fueron expulsados de las calles. El asesinato de Mitch Henríquez, otro asesinato racista de la policía, fue lo que provocó la revuelta. No olvidemos, no perdonemos!
Políticos, medios de comunicación, mezquitas y todo tipo de iniciativas vecinales presentan la revuelta como un disturbio como otro cualquiera, como un acto criminal por el que los autores deben ser castigado severamente. No les creas; esas organizaciones que viven de los subsidios estatales, que quieren impulsar su propia agendaa costa de los oprimidos, que venden a los oprimidos a fin de ser capaces de unirse a aquellos en el poder. Que la gente es oprimida en barrios como Schilderswijk es obvio. No ser contratado debido a tu nombre, o ser explotado por un mísero salario mientras que los jefes, grandes empresas, los políticos y los bancos no paran de enriquecerse.
La política del chivo expiatorio asimilada por el Estado culpa a la gente de color de la pobreza, los problemas de vivienda y las medidas de austeridad, sólo para hacer que las personas desconfíen entre sí. Pero refugiados, marroquíes y surinameses no son la causa de estos problemas. El verdadero problema es el Estado y sus políticos que sólo se preocupan por los jefes y las grandes empresas, y la policía que mata que quiere proteger ésto a toda costa.
La revuelta en el verano de 2015 no fue un disturbio como otro cualquiera. Fue una revuelta legítima contra todo lo que nos oprime. Fue una revuelta contra la policía que nos aterroriza en las calles. Contra el control incesante de las CCTV, los controles de identificación y la llamada política de «tolerancia cero» que sólo vemos en los barrios pobres. Fue una revuelta de una comunidad que se niega a ser dividida por los partidos políticos durante más tiempo. Durante años hemos estado pidiendo un cambio, pero nadie quería escuchar; la única opción que nos han dejado es la revuelta. Por nuestra dignidad, por nuestra existencia.
Los que se levantaron y se negaron a inclinarse ante la represión son aquellos que no han perdido su dignidad. Se necesita de esas personas que dan esperanza de un futuro diferente y mejor. Que este verano sea uno bien caliente!
Abajo los policías y el Estado! Larga vida a la revolución! Viva la anarquía!
Autonomen Den Haag
Fuente: Adoquin