Bueno, antes de nada, aclarar que aunque, en realidad, quien escriba esta publicación sea yo, una sola persona, a lo largo del texto hablaré en plural porque considero que esta publicación no sólo es producto mío, sino del sentir compartido de diferentes compañeres con quienes he mantenido diferentes debates, y por lo tanto, no creo que fuese justo adjudicármela por entero. Además, me gustaría dar las gracias a esas personas por sus aportaciones, sus críticas, sus «estoy de acuerdo», sus «creo que te equivocas», y por todas las charlas, debates y conversaciones informales que de algún modo se han condensado un poco en las páginas de este librillo.
¿Qué nos lleva a escribir y editar una publicación como esta? Pues principalmente, la sensación de estar cada vez menos identificades con la forma y el contenido que está adoptando el veganismo y algunas luchas contra el especismo. Creemos que faltan muchas cosas. Una perspectiva política clara, un replanteamiento teórico que actualice el discurso, una práctica activista más consecuente, y sobre todo, notamos una gran falta de interseccionalidad y aunque es cierto que en los últimos años vemos un aumento de colectivos y personas que intentan abordar la cuestión de la lucha contra el especismo con una perspectiva interseccional (grupos y asociaciones feministas que tienen la liberación animal como una base de su activismo, grupos antiespecistas que asumen a la vez posicionamientos antifascistas, antirracistas, etc…) no podemos negar la sensación de que la mayoría de personas veganas se limitan a cambiar lo que comen sin analizar nada más. Esto nos molesta y nos desmotiva, porque nos hace encontrarnos enemigues potenciales incluso entre las pocas personas que en un momento dado sentimos o creímos que nos entendían y apoyaban, pero que nos dejan a solas cuando intentamos proponerles u ofrecerles medios y espacios para llevar su activismo un poco más allá y desarrollar una postura más inclusiva.
Por todo ello, y con contundencia aunque desde la humildad, hemos sacado adelante este texto, intentando aportar como buenamente hemos podido nuestro punto de vista sobre diferentes «vicios» que vemos en el animalismo, el antiespecismo y las luchas, en general, contra la explotación de animales no-humanos y contra el especismo.
Esperamos haberlo conseguido y remover alguna conciencia, agitar, resultar hirientes, porque lo sentimos, pero creemos que hay cosas que no pueden ni deben tratarse desde el buen rollo. La cultura del buen rollo ya ha hecho demasiados estragos. Pero que busquemos ese efecto no significa que nuestro objetivo sea polemizar porque sí o generar disputas internas que «guetifiquen» más todavía a los movimientos que luchan por un mundo donde se respete a los animales no-humanos. Lo que queremos es continuar luchando, pero para hacerlo consideramos que antes es necesario poner sobre la mesa muchos debates, y aquí está nuestra pequeña contribución a ello.
El texto, por supuesto, no está sujeto a licencia alguna ni queremos la patente de nada. No creemos en la teoría como un bien privativo ni como algo con lo que comerciar o que acaparar, sino que la entendemos como algo que necesariamente ha de ser común, compartido, que no debe pertenecer a nadie para pertenecer a todes, que debe ser abierta y libre. Por eso, si te gusta este texto, si te sientes identificade con lo que dice o crees que puede ayudarte a ti o a otras personas y colectivos de tu entorno a sacar conclusiones útiles o a plantearse cosas en las que quizá no hayan pensado lo suficiente, cópialo, regálalo, haz que circule. Si por el contrario no te gusta, no estás de acuerdo o tienes alguna crítica, ponte en contacto con nosotres y estaremos encantades de debatir y de recibir tus críticas, siempre que tengan una intención de aportar y no sean meras pataletas destructivas.
Dicho ésto, os dejamos ya con el texto, no sin antes decir que en él hay también críticas a ciertos ambientes o personajes del antiespecismo o del animalismo con quienes no nos interesa establecer diálogo alguno porque sus actitudes nos parecen repugnantes. Hemos creído importante visibilizar los hechos que se comentan porque creemos que el silencio es complicidad y que hay opresiones que no pueden seguir invisibilizadas, que necesitan ser identificadas, nombradas y expuestas, para poder combatirlas. No pediremos disculpas ni daremos más explicaciones sobre ésto. Si escuece es porque cura.
Les editores // Abril-Mayo 2017
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