Mensaje de solidaridad del miembro encarcelado de la Organización Acción Anarquista al anarquista irrecductible Claudio Lavazza, en respuesta a la apelación de su sentencia de 25 años que se examinará el 17 de mayo.
Estando encarcelado en la sala más distópica de la tiranía, la combinación de unas pocas palabras en un trozo de papel nunca podría describir vívidamente el ideal de la intransigencia revolucionaria. Cómo podría alguien encajar un momento una vida de desobediencia, complejamente dedicada a la lucha implacable sin dejar de lado ningún detalle importante.
Hasta hoy, sólo hay unas pocas personas que intentaron de todo corazón construir un puente que llenara el vacío entre una vida y la supervivencia. Estas personas que dedicaron toda su existencia a las brillantes acciones directas de la base revolucionaria contra la feroz doctrina de la tiranía para el «fin de la historia», entregaron su vida en las hostilidades de todo corazón de la base revolucionaria. Se alistaron con firmeza e inflexibilidad en el frente díscolo de la subversión, sangraron mientras los compañeros perecían en la batalla, pero encarcelados ante el peligro del arrepentimiento y la legitimidad, eligieron el orgullo férreo.
El compañero Claudio Lavazza pertenecía a la misma mezcla de figuras de lucha que los dividía una «particularidad» muy importante: la injusticia y la explotación, la decadencia social y la tiranía no eran sólo declaraciones, sino cuestiones que les concernían individual y colectivamente. No adaptaron la ideología y la política a sus vidas; dedicaron el absoluto de su existencia a las resistencias vitales y militantes. Alistado en las filas armadas de la Autonomía Italiana, eligió muy pronto el camino de la libertad ilegal frente a la represión y la degeneración política de las declaraciones de arrepentimiento.
Nunca transigió con la resignación, sirviendo en la práctica a la historicidad de las resistencias radicales. Eligiendo la primera línea en los conflictos armados, en las expropiaciones, en el movimiento armado de solidaridad y liberación de los militantes encarcelados, él mismo fue hecho prisionero tras un enfrentamiento armado durante la expropiación del banco Santander en Córdoba el 18 de diciembre de 1996. Durante más de 25 años el compañero Claudio ha sido un modelo de lucha sin cuartel contra la insubordinación con la rendición y la sumisión.
El arma más pesada en manos de los oprimidos es la memoria rebelde, la memoria del fuego. Los caminos irrevocables labrados por los revolucionarios de todos los rincones de la tierra, luchando por la subversión y la contrarrevolución, son las balas en el cargador de la base proletaria en lucha. El compañero Claudio estuvo fiel y devotamente presente en los desafíos y tareas históricas de la guerra revolucionaria. Modesto y humilde, enemigo declarado de la clase dominante e «inequívocamente irreductible» al mismo tiempo que los partidarios de la legitimidad declaraban una tregua unilateral, conduciendo al movimiento anarquista hacia el desarme político-militar y la rendición.
Compañero Claudio una vez te preguntaste si podíamos ser como los demás. Comprometidos en la apatía y la resignación, sirviendo cada día como esclavos en la jaula de algún jefe hasta que nosotros también agarremos el látigo. Hundidos en el lodazal del sofá viendo cómo la alienación y la explotación cambian de escena y de color en la pantalla. Y cada sábado por la noche salimos, honradamente, a entretener nuestro aburrimiento y decadencia. No, Claudio. No podemos ser otra cosa que la etapa de transición hacia la liberación social y el contrapoder proletario. Hasta que el cielo de alambre de púas se limpie de manchas de acero, serviremos con la misma dedicación a la intolerancia de la dignidad humana. Por mil vidas, como si fuera el primer día.
Mientras reine la dictadura del encierro, siempre habrá, voces orgullosas que griten que sólo el conflicto abre pasadizos.
Thanos Chatziaggelou miembro cautivo de la organización Acción Anarquista
Cuarto pabellón, prisión de Korydallos
15/5/22
FUENTE: ATHENS INDYMEDIA
TRADUCCIÓN: ANARQUÍA