GRECIA: “SIN RASTRO DE REMORDIMIENTO” – CARTA DE LA ANARQUISTA PRESA AGGELIKI SPYROPOULOU

15febrerofugakorydalloslisto“Sin rastro de remordimiento.”

Esta experiencia es el motor del desarrollo, tanto en el plano político como en lo personal. El encarcelamiento es una experiencia casi inevitable para cualquier persona que ha decidido unirse a la lucha armada. Pero la cuestión, al igual que en toda experiencia, es si tomar ventaja de esto y cómo hacerlo.

El nacimiento de la prisión siempre ha estado construido sobre el cultivo y la perpetuación de la validación de la sumisión de lxs que no se conforman con los estándares predefinidos de la sociedad. Sin embargo, hay algunas personas cuyo deseo de libertad les quema el corazón de una manera que no les permite aceptar el papel que se les impone como parte de la automatización de la prisión, ni siquiera por un solo momento durante su detención. Cuando se trata de estas personas, la prisión falla estrepitosamente en su propósito, y a pesar de los muros y barrotes que están a su alrededor encerrando sus cuerpos, ellxs mismxs siguen siendo rebeldes y realmente libres. Ni las almas, ni los espíritus encajan en las jaulas.

Vamos a empezar desde el principio. En primer lugar, como anarquistas que hemos declarado la guerra a todos los aspectos del mundo moderno civilizado, sabemos bien que con el fin de llegar a ser peligrosxs, es necesario el uso de todo tipo de medios. La propaganda armada fue, es y seguirá siendo una parte integral de la lucha anarquista diversa. La teoría es, sin duda, una herramienta muy útil, sin embargo, valida su significado real sólo cuando se refleja en la acción respectiva. Es esencial establecer una línea divisoria clara entre el enemigo y nosotrxs ya que liberarnos del sistema requiere de su rechazo práctico. La resistencia no puede detenerse donde comienza el código penal.

Desafortunadamente, la auto-seguridad y el miedo ideologizado, extendidos en la mayor parte de la comunidad anarquista más amplia, son el fundamento de la teoría política moderna. Esta charla incesante y la inofensiva retórica revolucionaria que defienden las puntas de lanza comunistas lleva gradualmente al alternativismo y el reformismo que sólo se las arregla para producir y reproducir una críticas de sofá que, por una parte, constantemente se aparta lejos de las ideas y los valores anarquistas, y por otro lado, es clara y completamente incapaz de contribuir al cultivar un terreno que promueva la evolución de cada uno de ellxs individual y colectivamente. Es realmente contradictorio y aun trágico que mientras la represión alcanza su punto máximo, simultáneamente observamos una pacificación de la comunidad anarquista oficial.

Ciertamente la situación actual no puede ser una excusa para nadie, ya que como individuxs que provenimos de las filas de esta comunidad, estamos frente a un dilema. O bien seguimos preservando el status quo, o elegimos a sobrepasarlo. Mientras las personas que entran en contacto con la anarquía no se reconozcan por sus acciones ni definan de forma activa y decisiva la forma en que quieren lograr sus objetivos, sino que se abandonen a sí mismxs en un sueño indudablemente conveniente, siempre serán sujetxs silenciosxs que conocen cuán grande y profunda es su falta de acción y, en consecuencia, su pensamiento será asimilado por el pensamiento de lxs que tienen más “experiencia” o reconocimiento. Este tipo de pensamiento no puede ser presentado como subversivo si pretende mantener la jerarquía informal existente que todxs sabemos que está enquistada en la “comunidad”.

Por otra parte, algo especialmente llamativo es la persistencia de la mayoría de lxs “anarquistas” por encontrar un “sujeto revolucionario”. A menudo es la sociedad a la que se considera un “sujeto revolucionario”. En otras palabras, una masa de gente incapaz de despertar de su sueño tranquilo con certezas fijas proporcionadas por la regularidad de la costumbre, la rutina y la auto-seguridad. En lo personal, me niego a permitir que los compromisos y la inmovilidad de las masas obstaculicen mi camino hacia la acción. Además, la estructura de la sociedad moderna que a través de sus instituciones, roles y valores dicta todo tipo de relación humana y regula cómo pensar y qué sentir elevando la mediocridad a la virtud más alta, envenena cada día, cada momento de mi existencia. La vida cotidiana está llena de movimientos mecánicos repetidos continuamente en un trasfondo aburrido, esperando en algún momento ser interrumpido por la muerte y, a continuación, todo lo que queda es el vacío sin fin de lo incumplido. Esta es la forma en que la realidad se estructura y es tan rígida en su esencia que la hace completamente insoportable para mí.

En esta decisión de amenazar activa y directamente el status quo de esta realidad, también se incluye la liberación de lxs compañerxs presxs. La decisión de fugarse fortalece la elección eterna de no levantar una bandera blanca rindiéndose ante el enemigo, así como la limitación física impuesta por la prisión no es capaz de aminorar la intensidad de la pasión por la libertad ardiendo en el corazón de cada rebelde, ni es capaz de bloquear la deseo de continuar atacando a la autoridad y sus mecanismos, así como la masa servil cuya sumisión y falta de acción crea un tranquilo ambiente de uniformidad, legalidad y corrección política que acabó con cada individualidad y elimina la más mínima posibilidad de liberación de las cadenas que nos han impuesto.

Por lo tanto, qué muestra de solidaridad podría ser más sincera, efectiva y profunda con estxs compañerxs, que sin ningún remordimiento niegan la justicia del poder eligiendo recuperar su libertad para seguir luchando contra la autoridad, que compartir la culpa involucrada conspirando con ellxs ayudando a poner fin a su cautiverio.

Cada elección tiene sin duda su costo, especialmente cuando esta elección está dañando profundamente el prestigio del Estado, ya que pone bajo seria duda su fuerza aparentemente insuperable. Esta vez el estado, demostrando toda su furia vengativa, dio un paso más con la persecución, detención y encarcelamiento de familiares de los compañeros de Conspiración Christos y Gerasimos Tsakalos y Giogio Polydoros (Athena Tsakalou, Evi Statiri, Christos Polydoros), con los grotescos cargos de pertenencia y participación en la organización. Esta es una manera desesperada y en extremo desafiante para tratar de desmoralizar a quienes el estado reconoce como sus enemigxs internxs; lxs anarquistas de acción no arrepentidos que -en contra de todas las probabilidades y sin importar cuántos años añadan a sus condenas- no van a dejarán de atacar a la esencia de la democracia. Junto con esta mayor represión, la dominación tiene como objetivo la difusión del miedo con el fin de dejar claro que cualquier tipo de relación con lxs que se niegan a entregar sus armas se castiga duro, por lo tanto, tiene como objetivo el mayor aislamiento posible de lxs presxs políticxs.

Pero no importa lo mucho que crean que con tales prácticas nos harán renunciar a nuestros valores anarquistas o la acción directa, simplemente se engañan a sí mismos. Una vez más lo único que van a conseguir es nuestro desprecio absoluto y nuestra más poderosa rabia.

Por último, en cuanto a la farsa que se montará en la corte de la prisión de Korydalos, no tengo ningún deseo de hacerme pasar por víctima del sistema porque en primer lugar me siento honrada de haber participado en el intento de fuga de lxs compañerxs de CCF y aparte de eso, algo como eso significaría mi sometimiento psicológico ante la ley y el orden. La revisión de mi código penal es fríamente irrelevante para mí. Si tuviera que retroceder mil veces el tiempo, haría una y otra vez la misma opción de vida, ya que sólo respirando libremente puedo sentirme viva.

Aggeliki Spyropoulou
Cárcel de mujeres de Korydallos
14/02/2016