“Es como jugar un juego con cartas marcadas… Sabes que las probabilidades están en tu contra, pero sigues jugando… ¿para qué … sino con el fin de continuar el juego … Y para encontrarte con otrⒶs en el futuro para ganar el juego? … Este es nuestra herencia… ”
El 15 de febrero comenzó el juicio por el plan de escape de la Conspiración de Células del Fuego. Están siendo juzgadas un total de 28 personas, incluyendo nuestrⒶs familiares y otras personas que no tienen ninguna relación con el caso.
Como Conspiración de Células del Fuego hemos asumido la responsabilidad por el plan y su preparación práctica / técnica (armas, explosivos, cohetes, vehículos robados que se encontraron en los escondites de la organización).
Pero las respuestas sobre lo que nos llevó a la decisión de escapar los jueces y los policías no las encontrarán ni en las armas ni en los explosivos o los mensajes desencriptados que encontraron.
Cualquier persona puede encontrar la respuesta, siempre y cuando escuche el ruido de las cadenas usadas en él/ella, cadenas bautizadas como libertad. Una “libertad” que intercambia nuestra vida con cables, dispositivos y pantallas… una “libertad” que lleva la máscara del/la esclavⒶ feliz… Pero no hay nada real detrás de la máscara…
La vida está siendo estrangulada por el chantaje de la tiranía financiera, el sudor mal pagado en las mazmorras del trabajo, las porras, gases lacrimógenos y balas de la represión…
Mientras tanto, los cielos están lloviendo muerte con bombas que convierten países enteros en fosas comunes, lⒶs niñⒶs pequeñⒶs varadⒶs muertⒶs en las costas del mar Egeo y miles de personas abandonadas en los campos de concentración…
Al mismo tiempo, la mentira se volvió la verdad en la propaganda del periodista, la tecnología controla nuestros momentos y emociones, el espectáculo se viste con nuestra soledad, y el humano occidental se convierte en victimario y víctima de su amnesia, ya que se olvidó de lo que significa vivir libres. Esta es la respuesta a por qué alguien no sólo debe escapar de la prisión, sino también convertirse en un fugitivo de la vida legal de un ser obediente…
Estos pensamientos son los instigadores de nuestro escape. Si pudiéramos, nos gustaría cavar las paredes incluso con nuestras propias uñas para escapar y desenterrar las armas para la causa de la libertad y la revolución. Y no importa cuántos de esos intentos fallen o cuántas cabezas se rompan en los barrotes de la prisión, al final los barrotes se doblarán.
Porque las acciones no pueden contarse ni con armas ni con explosivos sino con la creencia de que este mundo debe ser demolido para que florezca la libertad.
Tanto los jueces y los policías saben que somos tercⒶs … Es por eso que optaron por llevar a nuestrⒶs familiares como rehenes. Para chantajearnos emocionalmente y arrebatar nuestro silencio. Pero nunca habrá un alto el fuego entre nosotrⒶs y el poder…
En 10.000 páginas de archivos las autoridades judiciales tratan de hacer de su mentira una mentira más convincente y llaman a 20 testigos (la mitad de ellⒶs ejecutivⒶs del servicio antiterrorista) para confirmar esto. Acusan a mi madre, a Evi (la esposa de mi hermano) y a Christos (hermano del camarada G. Polydoros) como miembrⒶs de “la organización terrorista CCF”.
Su encarcelamiento ya ha recibido la orden de los palacios del poder. Esta es una muestra de la arrogancia de un poder que cree que está jugando sin un oponente.
Este juicio es un sondeo de la lucha… En resumen, hay que interrumpir violentamente el ataque de una represión de hierro que apunta hacia nuestra gente al no poder hacer que nos arrodillemos.
Pero el reto no es sólo subvertir el golpe judicial que nos chantajea a través de la persecución de nuestrxs familiares, sino también transferir el miedo a las casas de lⒶs enemigⒶs. Ahí donde creen que son invulnerables. Y si la marcha de la represión ya resuena… es hora de que nuestras propias armas se escuchen.
“Un día tendremos que apostar por todo”, en contra de todos nuestros aplazamientos del ayer, sin dudar de pie frente a nuestros verdugⒶs… somos nosotrⒶs o ellⒶs…
La ausencia borra a la gente… Pero están aquellⒶs que están perdidⒶs en el exilio o confinadⒶ en un kilómetro de “libertad” y están presentes en nuestros corazones… Personas como Athena, Evi y Christos, porque hoy en día seguir siendo humanⒶ es por sí mismo un acto de coraje…
Nuestro día llegará…
Christos Tsakalos – Miembro de la Conspiración de Células del Fuego / F.A.I.