En la época de la normalidad del especismo, de la normalidad de la explotación de los animales (humanos o no humanos), de la normalidad del encierro y de las cárceles, de la normalidad de la cultura de la privación de la libertad y, esencialmente, de la vida misma, de la normalidad de la pobreza, de la miseria, de la tristeza y de la depresión, no se lucha por lo evidente sino por su reconceptualización.
Confinamiento, vigilancia, falta de autodeterminación, privación de dignidad… La prisión. Giannis sabe que para ganar lo evidente debe arriesgar todo lo que tiene.
Para ganar la vida debe arriesgar la condición de supervivencia.
El derecho de Giannis a la libertad condicional tras cumplir 3/5 de su condena total según el código penal es una pequeña grieta en el muro de su cautiverio de larga duración. La huelga de hambre intenta utilizar esta grieta como punto de partida para la demolición completa de este muro y el fin de su detención preventiva e indefinida. Mediante su cuerpo y su propia vida, intenta romper el régimen informal de exclusión que se le ha impuesto y recuperar su libertad física.
Giannis no está ni estará solo. Esta lucha -como toda lucha- forma parte de una lucha más amplia y global, tanto por la reconceptualización de las cosas evidentes de este mundo como por su reivindicación práctica.
Giannis, ¡agárrate fuerte hasta la libertad!
Kostas Sakkas,
Ala ‘A’, prisión de Korydallos 22/6/2022
FUENTE: ATHENS INDYMEDIA TRADUCCIÓN: ANARQUÍA |