Hoy 3/3 por la mañana, una expropiación de productos de primera necesidad del supermercado AB Vassilopoulos en la zona de Ag. Sofias y su distribución en el mercado adyacente tuvo lugar. Se repartieron textos y se lanzaron volantes. El siguiente es el anuncio:
Todo nos pertenece porque todo es robado.
Bloquear/auto reducir el aumento del coste de la vida que es el resultado de la crisis patronal que se traslada a nuestras espaldas.
En la coyuntura actual todos los que estamos en la base de la sociedad estamos viviendo un ataque sin precedentes por parte de la élite económica y política. El Estado y el capital buscan por todos los medios trasladar el coste de la profunda crisis capitalista en curso a los pobres, a los parados, a los empleados precarios, a los mal pagados, a los pensionistas y a los inmigrantes. Un ataque que lleva años con el recorte de los salarios, de las pensiones y de las estructuras de bienestar, con los despidos y exprimidos de los trabajadores, el desmantelamiento de la sanidad pública, de la educación, de los transportes, el expolio de la naturaleza para su «desarrollo» y sus beneficios. La crisis sanitaria del covid-19 magnificó este ataque y ahora se entiende que la pandemia golpea principalmente a la gente de nuestra clase. Los ricos son cada vez más ricos, los pobres y los desposeídos gimen bajo el peso del desempleo, la precariedad laboral, el terror patronal en los centros de trabajo y el aterrador aumento del coste de la vida.
No nos hacemos ilusiones. El aumento de los precios de los bienes de consumo básicos no es el resultado de una abstracta e inexplicable subida de precios que ha surgido de la nada. Por el contrario, es claramente la elección del sistema capitalista de seguir imponiendo y asegurando sus beneficios haciendo recaer sobre nosotros el peso de la crisis y sus pérdidas. La situación actual está ligada a los memorandos y a las leyes de aplicación de la última década, es una pieza parcial del rompecabezas más amplio de la reestructuración capitalista que estamos viviendo, con las privatizaciones y el aumento de los costes de los bienes públicos, la educación, la atención primaria, la vivienda, el transporte, la venta y la destrucción de la naturaleza.
A esto agreguemos que la única manera de que lo anterior se implemente sin resistencia y de que el capitalismo siga existiendo ininterrumpidamente como sistema económico-social-político es tratando de formar una sociedad sin vínculos de cohesión. Una sociedad de canibalismo y automatismo social, sin conciencia de clase, solidaridad, ayuda mutua y autoorganización. Nos quieren asustados y atemorizados, con la cabeza agachada, resignados ante cualquier reivindicación, cualquier acción colectiva contra el Poder, ya sea económica o política. Quieren una sociedad dócil y sumisa a sus dictados, una sociedad en la que un pobre se vuelva contra su vecino, responsabilizándolo de su miseria. Nos quieren con las palmas abiertas esperando cualquier forma de caridad, en lugar de con los puños cerrados luchando contra el Estado y el poder.
Llegando a la acción de hoy, debemos subrayar y añadir que, especialmente en la situación actual, los cárteles de propietarios de supermercados y grandes productores han obtenido enormes beneficios con las constantes subidas de los precios de los bienes de consumo. La pandemia ha sido realmente una oportunidad para ellos de aumentar sus beneficios sobre las espaldas de sus trabajadores, haciéndoles trabajar sin medidas de protección de la salud, con horas extras «pagadas» con días libres (véase el proyecto de ley antiobrera Hatzidakis), incluso los domingos. El capitalismo no se humaniza, lo único que nos garantiza el sistema existente es la pobreza, la tristeza, la miseria, las guerras, la explotación y la muerte.
Frente a todo esto, frente al saqueo de nuestras vidas y de la naturaleza, sólo nos tenemos a nosotros mismos. La solidaridad y la ayuda mutua entre los de abajo es una vía de sentido único si queremos plantar cara a nuestros amos y luchar con dignidad contra nuestros opresores y explotadores comunes. Autoorganización militante en los espacios de esclavitud, solidaridad de clase y social, resistencia colectiva en todos los ámbitos de explotación y opresión de nuestras vidas por el Estado y el capital.
Tomemos nuestras vidas y toda la riqueza que producimos en nuestras manos.
¡Nuestras necesidades por encima de sus beneficios!
Lucha de clase, social, antiestatal y anticapitalista, con expropiaciones masivas de bienes, huelgas, estructuras de apoyo mutuo, conflictos, ocupaciones
Resistencia – Autoorganización – Solidaridad – Apoyo Mutuo
Por un mundo de igualdad, solidaridad y libertad
Anarquistas