GRECIA: DECLARACIÓN DE LA CÉLULA GUERRILLERA URBANA DE CCF EN SOLIDARIDAD CON LA HUELGA EN LAS PRISIONES DE EE.UU.

«CABALLEROS, EL DRAGÓN SALDRÁ VOLANDO»

En apoyo de la movilización del 9 de septiembre en las prisiones estadounidenses

«CABALLEROS, EL DRAGÓN SALDRÁ VOLANDO» es un dicho atribuido al prisionero George Jackson. El 21 de agosto de 1971, sosteniendo una pistola, abrió todas las celdas en una unidad de ajuste, tomando a los carceleros como rehenes. George Jackson fue asesinado en su intento de escapar …

Desde el 9 de septiembre, lxs prisionerxs en los Estados Unidos han hecho un llamado a acciones contra la esclavitud.

Una multitud de esclavxs «invisibles» (hay alrededor de 2,5 millones de prisionerxs en los Estados Unidos) están condenados al trabajo forzoso, o como carcelerxs de sí mismxs (trabajo interno en prisiones, limpieza, reparaciones, operaciones técnicas) o como carne barata al servicio de gigantes corporativos (Honda, McDonald’s, Wendy’s, Victoria’s Secret, Starbucks y muchos otros). Además, la decimotercera enmienda de la Constitución de los Estados Unidos afirma claramente: «ni la esclavitud ni la servidumbre involuntaria, EXCEPTO como castigo por un delito en el que haya sido debidamente condenado…» En pocas palabras, lxs detenidxs son consideradxs esclavxs como parte de su castigo.

Las prisiones en Estados Unidos -y no sólo allí- no son sólo barras, paredes, cámaras de vigilancia o cierres cerrados. También son un negocio enorme y lucrativo. Las cárceles son un trato sucio para la mano de obra siempre encadenada sin nombre y sin voz. Representan una moderna trata de esclavos, con ganancias de mil millones de dólares, que no sólo abastece a las compañías, sino también a la industria de abogadxs, jueces, policías, funcionarixs penitenciarixs y prisiones privadas.

No hace mucho tiempo otro escándalo judicial, el caso de «niños por dinero en efectivo», fue revelado. El presidente del tribunal, el juez Mark Ciavarella, condenó a jóvenes (de 10 a 18 años de edad) por el delito menor, recibiendo coimas de millones de dólares de lxs propietarixs de las prisiones privadas Powell y Mericle con el fin de suministrarles miles de niñxs esclavxs.

En Grecia, el encarcelamiento es mucho más «terciopelo», pero no deja de ser encarceladx. Las cárceles griegas no pueden abastecer a las compañías multinacionales con esclavxs, pero eso no significa que no sean una operación empresarial bien establecida. No sólo las prisiones financian un ejército de sanguijuelas (abogadxs, policías, agentes correccionales, jueces), sino que hacen grandes negocios con las empresas constructoras (a través de contratos sobrevalorados), las compañías farmacéuticas (después de los hospitales griegos, las cárceles griegas son el segundo mejor cliente de la Farmacéutica, ya que a lxs prisionerxs se les administran puñados de drogas psiquiátricas para mantenerlos dormidxs), y grandes cadenas de supermercados (siempre asegurándose de sobrevalorar los artículos vendidos a lxs prisionerxs).

A lo largo de EE.UU., los arrestos masivos de sospechosxs -que incluyen humillaciones, palizas y disparos en la espalda- no sólo sirven para «la restauración de la ley», sino que son una moderna cacería de esclavxs para la explotación.

«Que los cultivos se pudran en los campos de las plantaciones», escriben lxs prisionerxs en su llamado contra la esclavitud, recordando la historia de lxs esclavxs en EE.UU.; Porque a veces, para avanzar, debes volver a las raíces, al pasado. Para cada historia de esclavxos hay una historia de un Espartaco.

Lxs prisionerxs no eligieron aleatoriamente la fecha del 9 de septiembre para comenzar su lucha. Hace cuarenta y cinco años, el 9 de septiembre de 1971, se escribió un día único en el calendario de la dignidad y la lucha. Fue en el cuarto día de disturbios de Ática que 1.000 policías invadieron la prisión, dejando 43 muertos, entre ellos 33 presos y 10 rehenes (funcionarixs penitenciarixs y empleadxs civiles) y 250 heridos. En ese entonces, lxs prisionerxs exigían la amnistía, la liberación de lxs presxs políticxs y el fin de la tortura. Ahora, quieren dejar de ser esclavxs.

La rebelión de la prisión de Ática no fue un fuego de artificio, sino la culminación de una decisión tomada por prisionerxs, expresada a través de consignas como: «Si no podemos vivir como seres humanos, por lo menos trataremos de morir como humanos». Con tanta sangre ya derramada en una marea de acontecimientos y actos, habían descartado cualquier posibilidad de volver a la normalidad de la prisión.

Los prisioneros George Jackson, Fleeta Drumgo y John Clutchette, conocidos como «Soledad Brothers», fueron acusados de matar a un guardia de prisión en la cárcel de Soledad el 16 de enero de 1970, en represalia por el asesinato de tres compañeros de prisión por un oficial de correcciones durante una pelea tres días antes.

El 7 de agosto de 1970, el hermano de George Jackson, Jonathan, asaltó el juzgado del condado de Marin armado con una escopeta y revólveres y junto a tres prisioneros, que asistieron a un juicio dentro, tomaron como rehenes al juez, al fiscal de distrito y a tres miembros del jurado. Jonathán y los prisioneros exigieron la liberación de los «Soledad Brothers». La corte fue rodeada, y un tiroteo con policías y carceleros siguió. Dos de los prisioneros, Jonathan Jackson y el juez mantenido como rehén fueron abatidos.

El 21 de agosto de 1971, George Jackson fue asesinado a tiros por un guardia en la prisión de San Quentin. Jackson llevaba una pistola y tenía la intención de escapar. Un disturbio en la prisión ocurrió justo antes del asesinato, cuando tres guardias y dos presos-soplones fueron ejecutados.

Todos estos actos individuales de rebelión no se separaron del poder colectivo que lxs prisionerxs que habían comenzado a desarrollar. Estas acciones superaron los muros de la prisión y fueron nutridas por las rebeliones de lxs afroamericanxs contra el racismo y el movimiento contra la guerra de Vietnam en ese momento. Hoy en día, la lucha de lxs presxs en Estados Unidos contra la esclavitud también está vinculada al movimiento en protesta contra la violencia policial y los disparos contra lxs afroamericanxs.

Naturalmente, estas luchas están más cerca de los movimientos por los derechos civiles que de los movimientos por la liberación total. Sin embargo, lxs propixs prisionerxs declaran: «No estamos haciendo demandas ni peticiones a nuestros captores».

A menudo en estas luchas, como las que hemos vivido en las cárceles griegas, hay una gran parte de la población penitenciaria que insiste en la no violencia y en la «negociación sindical», lógica que lleva a la tracción y el surgimiento de representantes con ambiciones personales. Por lo tanto, no queremos falsificar las características de una lucha intermedia para hacerla aparecer como anárquica.

El preso anarquista Michael Kimble, aparentemente designado como «cabecilla» de las rebeliones, ha criticado el pacifismo que se esconde en tales movilizaciones, declarando: «Lucho dentro de F.A.M. (Free Alabama Movement – Movimiento Libre de Alabama) no porque creo en el sistema, sino porque causa dolor al estado, pero de ninguna manera creo que F.A.M. o cualquiera de los movimientos de la Libertad va a derrocar al Estado «.

Las luchas intermedias, cuando están restringidas en demandas seccionales, mutilan cualquier perspectiva de liberación total. El interés de un anarquista hacia las luchas intermedias es, a través de su intervención, convertirlas en el acelerador de la insurgencia y la revolución. Hubo muchos momentos en que los casos de luchas carcelarias y de guerrillas urbanas armadas se alimentaban mutuamente. En Estados Unidos, la organización Weather Underground atacó los tribunales (el juzgado del condado de Marin, el juzgado de Long Island y las oficinas correccionales) en solidaridad con lxs prisionerxs rebeldes. En Alemania, la RAF atacó a varios oficiales judiciales y fiscales en represalia por el aislamiento de sus compañerxs encarceladxs, mientras que en 1993 literalmente explotaron la prisión de Weiterstadt. En Italia, las Brigadas Rojas, la NAP (organización que se originó en los muros de la prisión), Prima Linea y muchas más células armadas organizaron fugas, secuestros y ejecutaron a jueces para liberar a sus compañerxs. El 2 de octubre de 1979, lxs presxs políticxs se rebelaron e incendiaron la prisión de máxima seguridad de Asinara. En España, GRAPO (Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre) apuntaban a lxs gobernadorxs penitenciarixs y a lxs médicxs penitenciarixs.

En Grecia, la Conspiración de Células de Fuego hizo estallar el tribunal de Tesalónica y el tribunal administrativo de Atenas de primera instancia, colocó una bomba fuera de la prisión de Koridallos en 2010, y en cooperación con la Federación Anarquista Informal (FAI) atacó a jueces interrogadores, directores de prisiones y oficiales de correcionales.

En cada parte de la Tierra, las prisiones son un monumento de la esclavitud de la gente. Las prisiones son la forma más concentrada de tiranía; La cara del Poder, sin maquillaje; el carácter punitivo de la democracia; El sentido vengativo de su justicia. Cada ataque, cada acto de rebelión, toda movilización que perturba el funcionamiento de las cárceles es una patada en las entrañas de la opresión. Desafía su omnipotencia, dentro de sus propios muros. Ciertamente, la movilización del 9 de septiembre contra la esclavitud en las cárceles estadounidenses puede no ser la utopía anárquica de la libertad que deseamos, pero puede ser una piedra en el estanque que crea pequeñas ondulaciones en el agua. Y muchas veces estas ondulaciones preceden al estallido de una enorme marea…

El regreso

Durante nueve meses antes de que la policía estatal
y la penitenciaría de Ática ardiera en llamas
Médicos de la prisión dicen a los puertorriqueños enfermos
Quienes entendieron solo en español
«Primero aprende inglés, luego puedes volver.»
Es difícil aprender inglés cuando estás muerto
Pero volverán seguro…
(Erich Fried, «The Return: Attica State Prison)

Conspiración de Células de Fuego / Célula Guerrilla Urbana
FAI / FRI

Gerasimos Tsakalos
Christos Tsakalos
Giorgos Polydoros
Olga Economidou

9 de septiembre del 2016
Cárceles de Korydallos (Atenas, Grecia)

FUENTE: INSURRECTION NEWS

TRADUCCIÓN: INSTINTO SALVAJE