Pequeño poema, la versión mejorada la tiene Mónica en su celda
ACTO I (Presentación)
Descubro en cada astro un pedazo de mi yoedad primigenia: Agua, oxígeno, hidrógeno; minerales y aminoácidos…
Ser marino, reptiliano, mamífero; homo sapiens sapiens: polvo de estrellas
Hombre negador del rebaño y su moral esclava. Asesino de dioses. Dios eterno a mi vez; hermano de únicos. Ares dios de la guerra, Giordano Bruno y Nietzche.
Poeta y expropiador de una larga estirpe: Renzo Novatore, Severino di Giovanni, Durruti y Sabaté.
Sentenciado a muerte como Agustín Rueda y Puig Antich. Sangre de herejes y blasfemos.
¡No habléis conmigo niños y niñas! ¡No habléis con quien os recomienda sufrir y acoger amorosamente el dolor como parte del proceso y la experiencia que nos liberta!
Somos polvo de estrellas…partículas de ésta inmensidad maravillosa. Nada nos detiene, morimos y vivimos generando supernovas.
Hermano insecto, líquenes de la tierra, terremotos. Cuerpos que se constituyen para adaptarse a su hábitat…
¡Qué irónico que una mala interpretación en las lecturas de Platón y Aristóteles diesen como resultado que la especie que se proyecta hacia afuera en sus culturas, se sometiese voluntariamente a sus ficciones metafísicas!
¡¡Gusano inmundo el hombre que tolera la piedad y se arroja a los brazos de los magos y teólogos buscando su salvación!!
No hay “salvación”, sino oxidación, muerte, fase vital. Ni siquiera exhorto a nadie: mi nihilismo destructor ha creado un monstruo
Veo con ojos reptilianos, actúo como un felino, soy el búho nocturno y el toro que reclama su territorio.
Mañana…niño…si llegas a viej@ por la senda de la guerra y la tensión, tendrás dos soles encerrados en tus pupilas. Tus esporas germinarán otras flores del mal.
Ése es todo el sentido; poesía amor y muerte.
…
ACTO II (Conclusión)
Desde ésta altura puedo verle a los ojos a todos mis ancestros. Os agradezco el legado, y a ti, madre, mi carne, mi estirpe de bárbaro incivilizado.
¿Y ahora qué? He aprendido a hablar una lengua que nadie conoce. He aprendido a derrotar Titanes de indoctrinación milenaria.
Hablo con los astros más que con los hombres. Hablo con los muertos más que con los vivos. Sólo me falta ser lobo que vaga por la montaña aullando a la luna llena.
Quiero dejar de hablar. Ser nada que estimule entrañas. Miradas salvajes. Cuerpos que se entrelazan. Bocas que sólo sirven para besar. Cuerpos que se deshacen amando ésta nada creadora de eternidades.
Las palabras no sólo abren caminos sino los cierran.
Gabriel
Fuente: C.N.A. Península Ibérica e Islas