Bajo la amenaza del frío y la lluvia, cientos de personas nos concentramos en la plaza del Diamant tras una pancarta con el lema «Libertad Anarquistas tomadas en Alemania acusadas de expropiar un banco». Otra que decía «Ni inocentes ni culpables. Solidaridad Rebelde» cerraba la manifestación.
Durante la marcha, se repartieron octavillas informativas sobre el proceso judicial de las compañeras, se escucharon cánticos en contra la lógica de una sociedad que necesita las cárceles para proteger los intereses del capital, contra el turismo y la gentrificación de los barrios, contra el control del Estado y la colaboración entre policías europeas, y a favor de la solidaridad activa y de la libertad de las compañeras presas.
La primera parada fue en la plaza Virreina donde se colgó una pancarta a las puertas de la iglesia que ponía «No hay iglesia sin capital» y se decoraron sus paredes con bombas de pintura. También se pintaron las paredes «Iglesia y capital, alianza criminal» de otra iglesia católica de la calle Bailen, para señalar la vinculación de esta institución con la detención de las anarquistas . Se señaló también, a un hotel de la calle Córcega, con la CNT que tiene vigente un conflicto laboral por despidos con connotaciones de género y para explotar a las trabajadoras, así como una finca propiedad del grupo empresarial depredador de los barrios Nuñez y Navarro, contra la que el barrio de Vallcarca mantiene una lucha permanente.
El Deutsche Bank de Jardinets de Gracia también fue señalado alegremente por ser un pilar de los intereses usureros y especuladores del capital alemán en el mundo. Lo mismo ocurrió con la inmobiliaria alemana Engel & Völkers, símbolo de la especulación y del capital repartida por toda Europa, la cual tiene varias sucursales en la ciudad de Barcelona.
Se hicieron pintadas en contra del Pax Bank, una entidad financiera vinculada a la iglesia católica, relacionada con la detención de nuestras compañeras. También se pasó por el Hotel Casa Fuster, el cual fue señalado de manera contundente como símbolo de la gentrificación y el turismo, mientras se leían en las vidrieras frases solidarias de libertad hacia las compañeras.
Durante toda la manifestación se señalaron todas las sucursales bancarias por las que se pasaba, tanto con pintadas, como con pintura en forma de bombillas y también se llegaron a marcar algunos cristales de éstas.
Después de dos horas, la manifestación se dirigía de nuevo hacia la Plaza Diamant y en aquellos últimos minutos el volumen de los gritos y cánticos en solidaridad a las compañeras aumentaron hasta llegar al final del recorrido. Para finalizar, se leyó una carta que había escrito una de las compañeras que se encuentra encarcelada y se dio por finalizada la manifestación mientras gritábamos «abajo los muros de las prisiones».
El juicio contra las compañeras comenzó el pasado lunes y está previsto que la próxima sesión tenga lugar el 9 de febrero.
FUENTE: SOLIDARITAT REBEL
TRADUCCIÓN: INSTINTO SALVAJE