El 4 de noviembre cumplió un año desde que se llevó a cabo la Operación Ice, y con ello se secuestró a varias personas del colectivo Straight Edge Madrid. Hace ya un año que nuestro compañero Nahuel está encerrado en manos del Estado Español. Es por esto que el 4 de noviembre fue un día de lucha, para recordar, para decir lo que el Estado quiere silenciar, y para demostrar que la lucha no muere aunque recibamos golpes.
En la mañana del 4 de noviembre, varias personas recorrieron los vagones del metro de Madrid difundiendo este caso y la concentración que por la tarde iba a tener lugar. Se tomaron varios metros desde Batán a Plaza España, de Noviciado a Ópera, de allí a Príncipe Pío, luego a Lucero y de Lucero a Ciudad Universitaria, durando la marcha aproximadamente dos horas, en las cuales se pegaron carteles dentro de los vagones de metro, se repartieron cientos de folletos informativos y se leyó un breve texto acerca de la Operación Ice.
A la tarde tuvo lugar la concentración en Tirso de Molina, desde donde se salió en manifestación recorriendo varias calles céntricas de Madrid sin presencia policial, pasando por lugares muy transitados como La Latina, Plaza Mayor, Santo Domingo, Ópera y Callao. Acudieron aproximadamente 200 compañeres cantando durante todo el recorrido consignas solidarias con Nahuel, Mónica y Francisco, contra las prisiones, la represión y el Estado.
Más tarde, esta manifestación coincidió en Callao con la convocada por la plataforma de apoyo a Nahuel y SXE Madrid, y unas 400 personas marchamos al Ministerio de Justicia.
Aunque el 4 de noviembre es un día simbólico y quizás especialmente amargo, tan sólo es un referente que nos marcamos para nuestra lucha, que se desarrolla día a día. Ningún día que nuestres compas pasan entre rejas nos pasa desapercibido. Cada ausencia, cada encierro y cada golpe, son un motivo para luchar con más fuerza.
Compañeras en manos del Estado, ¡nunca en el olvido!
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FUENTE: VOZ COMO ARMA