¿LA SIBILLA PREDICE UNA TORMENTA? (ES/IT)

Al amanecer del 11 de noviembre, se llevaron a cabo numerosos registros en varias ciudades italianas y se notificaron órdenes de medidas cautelares a seis compañeros: en prisión para Alfredo, en arresto domiciliario para Michele y con obligación de permanecer y firmar tres veces a la semana para otros cuatro compañeros.

Los compañeros son sospechosos del delito del art. 270 bis (asociación con fines de terrorismo y subversión del orden democrático) por la concepción, redacción, impresión y difusión, también con herramientas informáticas y telemáticas, del periódico anarquista «Vetriolo» y por la realización de escritos murales con contenido considerado escandaloso e incitante, y un episodio de daños. También se les acusa del artículo 414 (incitación a la comisión de delitos), por la elaboración y difusión de declaraciones con contenido instigador de la comisión de delitos contra el Estado, con fines terroristas y de subversión del orden democrático.

Además de esto, dos sitios web de contrainformación, roundrobin.info y malacodanoblogs.org, están investigados por considerarlos una circunstancia agravante del delito específico de incitación (a través de medios digitales).

La investigación parte del año 2017 en Milán, desde el inicio de la experiencia editorial del periódico, luego pasó a la fiscalía de Perugia hasta la actualidad, y revisa el contenido de los artículos de propaganda anarquista que son declarados peligrosos por su eficacia comunicativa y por la difusión del ideario radical.

No es un ataque a la libertad de prensa y de pensamiento. El Estado hace su trabajo de control y gestión del enemigo interno para mantener su autoridad, y las publicaciones que afirman decididamente un determinado tipo de contenido que atenta contra sus intereses son claramente atacadas, como siempre ha ocurrido en la historia. En el actual régimen democrático y tecnocrático caracterizado por un giro autoritario, lo «concedido» queda confinado dentro de los límites del mantenimiento de los beneficios económicos y capitalistas de la producción y el consumo. Como es evidente en las plazas de la disidencia actual a las imposiciones políticas y sanitarias, el límite de lo permisible lo definen las instituciones y el de la libertad de protesta se restringe cada vez más.

Quien se encarga de publicar un periódico como «Vetriolo», dando apoyo y voz a los presos anarquistas y revolucionarios, es consciente de que la represión dará con sus pasos, con investigaciones aderezadas con tonos sensacionalistas. Pero esto no significa que nos quejemos de la falta de libertad democrática de expresión y de prensa, que de hecho nunca ha existido y hoy aún menos.

Los investigadores afirman que es la eficacia del mensaje lo que determina el delito 414. Además del contenido en sí, es el grado de recepción del mismo, y por tanto más en tiempos de tensión social, cuando un determinado tipo de contenido es más compartido.

Se puede detectar una distorsión en la narrativa policial, a saber, aquella según la cual una relación inmediata y directa de causa-efecto caracteriza la propaganda y la acción. Se trata de una simplificación trivial. Las ideas anarquistas se han abierto paso en la sociedad, en diferentes periodos históricos y de diferentes maneras, han animado los actos individuales y colectivos, los hechos han caracterizado las luchas por la liberación de los oprimidos, iluminando los pensamientos en una relación de reciprocidad y unión, no una relación estática de causalidad decodificable por los códigos interpretativos de la jurisprudencia.

El espacio anárquico «Circolaccio» de Spoleto, definido como sede organizativa de la asociación, está criminalizado por el guión. Ciertamente, la actividad promovida por el espacio, incluso en tiempos de encierro, las numerosas citas para luchar contra el gasoducto Snam, las discusiones contra el pase verde y las políticas de la patronal, el análisis de la crisis en Oriente Medio siempre han estimulado el espíritu crítico y fomentado el pensamiento libre, y por ello se considera potencialmente peligroso.

Uno de los aspectos más llamativos de esta investigación, tras el cierre de espacios y el intento de desmantelamiento de periódicos y webs anarquistas, es la persistencia con la que el Estado perpetra su coacción vengativa sobre los presos que mantienen vivas sus ideas anarquistas y revolucionarias. Los constantes esfuerzos por aislar a los compañeros encarcelados y promover la desolidarización son prueba de ello. En esta investigación se aplica la medida de prisión preventiva para Alfredo Cospito, ya en la cárcel desde 2012: un castigo para intentar desanimar sus convicciones, una advertencia también para todos los presos que, lejos de la lógica de alejarse de las ideas y prácticas anarquistas, mantienen la dignidad, la convicción y la determinación vital.

Últimamente se han producido otros intentos arteros contra los compañeros presos en este sentido, como la notificación en la cárcel de Messina de un nuevo 270 bis a Anna en febrero de 2021, básicamente por la pérdida por parte de la policía penitenciaria de un disco duro durante su traslado a la cárcel.

Está claro que los que dan su vida por el anarquismo y siguen manteniendo su posicinamiento dan una bofetada al poder y siguen haciéndolo. Se ataca la intransigencia del compañero Alfredo para intentar silenciarlo acusándolo del delito 414 por una contribución enviada a la iniciativa anticarcelaria celebrada en Bure en marzo de 2020, una contribución enviada para una asamblea anticarcelaria de junio de 2019 en Bolonia y por el libro-entrevista «¿Qué Internacional?».

Volvemos a reiterar nuestra solidaridad y cercanía a nuestro compañero Alfredo.
Expresamos nuestra cercanía a todos los investigados.

El poder puede reprimir y encarcelar a quienes se resisten a la autoridad, pero el demonio de la revuelta seguirá atormentando sus sueños de paz social.
La guerra social está en marcha, entre el Estado, el capitalismo y sus enemigos…

¡LA LUCHA CONTINÚA!

Algunos sospechosos y compañeros solidarios

FUENTE: CORREO
TRADUCCIÓN: ANARQUÍA

LA SIBILLA PREVEDE TEMPESTA?

All’alba dell’11 novembre sono state effettuate numerose perquisizioni in varie città italiane e notificate a 6 compagni delle ordinanze di misure cautelari: in carcere per Alfredo, ai domiciliari per Michele, obbligo di dimora e tre firme a settimana per altri quattro compagni.

I compagni sono indiziati del reato di art. 270 bis (associazione con finalità di terrorismo ed eversione dell’ordine democratico) per l’ideazione, la redazione, la stampa e la diffusione anche con strumenti informatici e telematici, del giornale anarchico “Vetriolo” e per la realizzazione di scritte murarie di contenuto ritenuto oltraggioso ed istigatorio, e di un episodio di danneggiamento. Inoltre accusati di art. 414 (istigazione a delinquere), per la redazione e divulgazione di comunicati dal contenuto istigatorio alla commissione di delitti contro la personalità dello Stato, con finalità di terrorismo e di eversione dell’ordine democratico.

Oltre a questo vengono oscurati due siti internet di controinformazione, roundrobin.info e malacodanoblogs.org, perché ritenuti un’aggravante sul reato specifico di istigazione (attraverso strumento digitale).

L’indagine parte dall’anno 2017 a Milano, dagli inizi dell’esperienza editoriale del giornale, passata poi alla procura di Perugia fino ad oggi, e prende in rassegna il contenuto degli articoli di propaganda anarchica che vengono dichiarati pericolosi per la loro efficacia comunicativa e per la diffusione dell’idea radicale.

Non è un attacco alla libertà di stampa e di pensiero. Lo Stato fa il suo mestiere di controllo e gestione del nemico interno per mantenere la sua autorità, e le pubblicazioni che affermano risolutamente un certo tipo di contenuti che minano i suoi interessi vengono chiaramente attaccate, come sempre è stato nella storia. Nell’attuale regime democratico e tecnocratico caratterizzato da una svolta autoritaria, il “concesso” rimane confinato entro i limiti del mantenimento dei profitti economici e capitalistici della produzione e del consumo. Come è evidente nelle piazze dell’attuale dissenso alle imposizioni politico-sanitarie il confine del lecito viene definito dalle istituzioni e il confine della libertà di protesta viene sempre più ristretto.

Chi si assume a viso aperto di pubblicare un giornale come “Vetriolo”, dando sostegno e voce ai prigionieri e alle prigioniere anarchici/e e rivoluzionari/e è consapevole del fatto che la repressione muoverà i suoi passi, con inchieste condite da toni sensazionalistici. Ma non per questo lamenteremo mancanze di libertà democratiche di espressione e di stampa, che nei fatti non ci sono mai state ed oggi ancora meno.

Gli inquirenti sostengono che a determinare il reato 414 sia l’efficacia del messaggio. Quindi oltre il contenuto stesso, quanto questo possa essere recepito, e quindi maggiormente nei periodi di tensione sociale, ovvero quando un certo tipo di contenuti vengono maggiormente condivisi.

Una distorsione si rileva dalla narrazione sbirresca, ovvero quella secondo la quale un rapporto immediato e diretto di causa-effetto caratterizzi la propaganda e l’azione. Questa è una semplificazione banale. Le idee anarchiche si sono fatte strada nella società, in diversi periodi storici ed in diversi modi, hanno animato gli atti individuali e collettivi, le gesta hanno caratterizzato le lotte per la liberazione degli oppressi, illuminando i pensieri in un rapporto di reciprocità e connubio, non uno statico rapporto di causalità decodificabile dai codici interpretativi della Giurisprudenza.

Da copione viene criminalizzato lo spazio anarchico “Circolaccio” di Spoleto, definito la sede organizzativa dell’associazione. Sicuramente l’attività promossa dallo spazio, anche in tempi di lockdown, i numerosi appuntamenti di lotta contro il gasdotto Snam, le discussioni contro il green pass e le politiche padronali, le analisi sulla crisi in Medio Oriente hanno sempre stimolato lo spirito critico e incoraggiato il libero pensiero, e per questo ritenute potenzialmente pericolose.

Uno degli aspetti più evidenti di questa inchiesta, dopo la chiusura degli spazi e il tentativo di smantellamento dei giornali e dei siti anarchici, è quello della persistenza con la quale lo Stato perpetri la sua coercizione vendicativa sui prigionieri/e che mantengono viva la loro idea anarchica e rivoluzionaria. Il costante impegno che applica nel tentativo di isolare i/le compagni/e imprigionati/e e promuovere la desolidarizzazione ne è la dimostrazione. In questa inchiesta viene applicata la misura di custodia cautelare per Alfredo Cospito, già in carcere dal 2012: una punizione nel tentativo di scoraggiare le sue convinzioni, a monito anche per tutti i prigionieri/e che, lontani dalle logiche delle prese di distanza dalle idee e pratiche anarchiche, mantengono dignità, convinzione e vitale determinazione.

Altri sono stati i subdoli tentativi mossi recentemente contro i/le compagni/e prigionieri/e in questo senso, come ad esempio la notifica nel carcere di Messina di un nuovo 270 bis ad Anna a febbraio 2021, sostanzialmente per lo smarrimento da parte della polizia penitenziaria di un hard disk durante il suo trasferimento verso il carcere.

E’ evidente che chi dà la propria vita per l’anarchismo e continua a mantenere le sue posizioni dà uno schiaffo al potere e continua a farlo. L’intransigenza del compagno Alfredo viene attaccata nel tentativo di zittirlo, incriminandolo del reato 414 per un contributo inviato all’iniziativa anticarceraria svoltasi a Bure a marzo 2020, un contributo inviato per un’assemblea anticarceraria di giugno 2019 a Bologna, e per il libro-intervista “Quale Internazionale?”.

Ribadiamo ancora la nostra solidarietà e vicinanza al nostro compagno Alfredo.

Esprimiamo la nostra vicinanza a tutti gli/le indagati/e.

Il potere potrà reprimere ed imprigionare gli individui refrattari all’autorità, ma il demone della rivolta continuerà a tormentare i loro sogni di pace sociale.

La guerra sociale è aperta, fra lo Stato, il capitalismo e i loro nemici…

LA LOTTA CONTINUA!

Alcuni indagati/e e compagni/e solidali