COP25 NO: TODAS LAS BALAS SERÁN DEVUELTAS.

A partir del 2 de diciembre, los dueños del mundo vienen a Madrid. Algunos de los mayores asesinos de este planeta, de los mayores responsables de su devastación. Vienen a llenar sus bocas y agendas con los próximos planes de “lucha contra el cambio climático”. Mientras el capitalismo global sigue intacto y el grueso de las emisiones de CO2 emanan de la producción industrial, mientras sus entidades continúan devastando bosques y montañas para extraer sus recursos naturales.

Y por si no fuera suficiente, al mismo tiempo, Chile arde, y sus calles siguen cubiertas de los casquillos del armamento de las fuerzas de seguridad. Pero Piñera no podía ver su agenda política perturbada por la revuelta, no podía admitir el foco mediático cuestionando su mandato ante tal estallido social. Y gracias a la amabilidad del gobierno de España ahora podrá continuar con sus planes sin despeinarse.

Pero en Chile la normalidad ya no podía sostenerse, y nosotras tampoco queremos sostenerla aquí. No vamos a permitir a los líderes mundiales reunirse a diseñar la destrucción bajo la apariencia de la sostenibilidad y el respeto, como si todo marchase con perfecta normalidad. Como si no llevaran ya destruyendo todo este tiempo, como si no cargasen miles de cadáveres a sus espaldas. No les vamos a otorgar tal legitimidad. También porque sabemos que la mejor manera de solidarizarse con las rebeldes no es otra cosa que extender la revuelta. Como en Hamburgo, queremos que esta cumbre se convierta en su infierno.

Por eso animamos a las enemigas de este sistema a reunirse en Madrid, en las fechas en que los dueños del mundo se citan en esta ciudad. Permaneced atentas a las próximas convocatorias e informaciones. Se habilitarán espacios para acoger a las que lleguen de otros lugares.

Por otro lado, tampoco confiamos en que las políticas que se gestan en parlamentos y despachos vayan a detener la destrucción o a frenar el camino hacia el colapso, que cada vez se vuelve más inevitable. Pero confiamos en la capacidad de actuar de cada una, de manera individual o en grupos. Por eso queremos hacer un llamamiento a la acción descentralizada para señalar a los responsables de la destrucción medioambiental. Los políticos no van a actuar en contra de los intereses del capitalismo, pero nosotras sí. Contra el cambio climático; acción directa.

Guerra a quien destruye la tierra.