¿COP25? ¡NI EN CHILE, NI EN MADRID, NI EN NINGÚN LADO!

Como muches ya sabréis, la cumbre del clima prevista para el próximo mes de diciembre de 2019 en el territorio bajo control del Estado chileno fue cancelada ante las revueltas que, desde hace ya más de 2 semanas, continúan demoliendo la «paz» social del país. Ante tal imprevisto, los jerifaltes de turno no podían quedarse sin su espectáculo burocrático, necesario no solo para pasearse una vez más dándose aires de importancia, sino para legitimar internacionalmente ante la denominada «opinión pública» y las conciencias del humanismo bienpensante su geopolítica asesina, dotándola de una serie de mecanismos e instrumentos que la harían supuestamente «más humanitaria», «más limpia», «más verde», «más respetuosa». Por eso, y en lo que a nuestros ojos representa una provocación, tanto por la proximidad de las elecciones de noviembre como sobre todo por la inestabilidad creada en parte del país a raíz de las protestas y disturbios en Cataluña que han hecho crecer la rabia de muches y dejado un enorme saldo represivo, el presidente en funciones Pedro Sánchez se ha ofrecido a ser el anfitrión de la COP25, convirtiendo a Madrid en su sede.

Cumbres anteriores vieron protestas que intentaron sabotear sus mentiras. Desde Copenhague hace 10 años hasta lo vivido en París en 2015, donde coincidiendo con el estado de emergencia declarado por los atentados yihadistas las activistas que se atrevieron a saltarse la prohibición de cualquier tipo de protesta callejera recibieron una represión abrumadora, vemos el rastro de un descontento que pensamos que es importante continuar mostrando y llevando a las puertas de sus sucios palacios.

A ojos vista, y teniendo en cuenta que la cumbre se encuentra programada para los días que van del 2 al 13 de diciembre, a apenas un mes de que el evento comience, puede parecer que hay poco margen de tiempo con el que maniobrar de cara a organizar algún tipo de respuesta. De todas formas, hemos asistido en los meses anteriores a huelgas estudiantiles y diferentes movimientos internacionales contra el cambio climático, que si bien se han caracterizado por su tibieza, su carácter democrático, liberal y reformista, y su apelación a figuras de autoridad en instituciones del gobierno o de los mercados esperando que las élites financieras y políticas de turno, voluntariamente, renuncien a sus privilegios para salvar el planeta de la misma catástrofe que su sed insaciable de beneficios lleva provocando desde hace ya más de dos siglos (¡algunos aun piensan que el problema medioambiental al que nos enfrentamos es una incidencia reciente!), creemos que también han motivado y extendido los debates y reacciones al respecto por parte de un gran sector de la juventud. Habrá que ver ahora si esa misma gente se moviliza, por escaso que sea el tiempo del que se dispone, para demostrarles a los miserables que nos gobiernan que convertir el planeta en un inmenso desierto mientras ellos viven en mansiones rodeados de comodidades y privilegios manchados de sangre no les saldrá gratis.

Por la liberación animal y humana, por la defensa de la vida salvaje, por la tierra y por las que luchan por defenderla en todas partes.

¡¡COP25, ni en Chile, ni en Madrid, ni en ningún lado!!

Anarquistas