Cada 22 de mayo es un día difícil… desde ese maldito 22 de mayo de 2009. Aunque a pesar de todas las dificultades, como fue anteriormente y como aún lo es, la constante represión y la inmensa tristeza, algunxs tomarían como práctica cotidiana, el conmemorar la muerte de Mauricio Morales, práctica que se logró instaurar y trascender más allá de quienes lo quisimos y fuimos sus compañerxs. Que hoy se recuerde que el Mauri murió intentando atacar la escuela de gendarmería, es fruto de la persistencia de todxs los que sentimos afinidad con la acción del compañerx, en negar el olvido.
Un día en el que se recuerda una acción frustrada en contra de gendarmería es el momento perfecto para que retomemos, continuemos o creemos instancias en contra de nuestro actual sistema jurídico/punitivo, que dotemos de más y mejor contenido las luchas en contra de las prisiones, que el hacer anticarcelario se concrete y forje materialmente.
La destrucción de nuestras cadenas es una tarea individual, constante y diaria, la que se expande y cimienta con otrxs que amen y odien en pos de la búsqueda de la liberación total.
¡Por la destrucción de la sociedad carcelaria, viva la anarquía!
¡Mauricio Morales presente!
Mónica Caballero Sepúlveda
Presa anarquista
Cárcel de San Miguel
Mayo 2023