BERLÍN, ALEMANIA: ¡GUERRA A LA GUERRA! FUEGO A LA SOCIEDAD ALEMANA DE POLÍTICA EXTERIOR (DGAP)

2 de septiembre de 2018

Con esto asumimos la responsabilidad del dispositivo incendiario que colocamos frente al edificio de la Sociedad Alemana de Política Exterior (DGAP) en Drake- / Rauchstraße (Tiergarten) en la noche del 21.8.18.


13 litros de una mezcla de petróleo y aceite será el comienzo para poner fin a la existencia imperturbable y audaz de la DGAP como asesor político de la sociedad de guerra alemana.

Desde el comienzo de este año, se incrementaron los ataques contra la industria bélica, sus especuladores y financieros, que se llevaron a cabo en todo el territorio controlado por Alemania. Nos unimos a estos ataques y dejamos que el fuego hable por nosotrxs. La guerra comienza aquí! Guerra a la guerra!

La guerra comienza aquí, en los pasillos de la política. La guerra comienza en todas partes, donde las personas desechan su empatía y se benefician de la miseria globalizada. En la industria de la guerra, los artifices de la ciencia, desde la administración anónima de la burocracia, en forma de esclavos uniformados, reciben y obedecen órdenes de base. La guerra comienza entre los seres humanos, cuando la concurrencia y la aspiración al poder reina sobre la solidaridad y el libre desarrollo del individuo.

SEGURIDAD ALEMANA: GANANCIAS A TRAVÉS DE LA GUERRA

Mediante la elección de la DGAP como objetivo de nuestro dispositivo incendiario, declaramos a lxs arquitectxs ideológicxs de la política hegemónica alemana-europea, lxs científicxs y precursorxs de un paradigma de seguridad que trabaja junto con lxs belicistas, que son nuestrxs enemigxs. Lo que declaran respecto a seguridad no es algo nuestro. Su política exterior es una política de orden. Y su orden necesita tanques contra alzamientos y fragatas contra lanchas inflables, construyen cercas contra lxs reprimidxs y trabajan continuamente para extender su miseria en curso.

Y entonces estos son exactamente los centros de pensamiento en la red de poder con su trabajo discursivo más o menos invisible, que junto a las instituciones estatales y lxs productorxs de armas que se materializan en la guerra deben ser tomados en cuenta.

Organizaciones, fundaciones e institutos como una interfaz de industria, ciencia y política cumplen con su significado para la coordinación, desarrollo e implementación de estrategias y objetivos, una función elemental para la aplicación del aparato de poder. En ella se reúnen lxs presidentes de las compañías de armamentos alemanas, lxs políticxs y las élites económicas del país.

Bajo el disfraz de ciencia y beneficio caritativo, la DGAP también trabaja para fortalecer a lxs que toman las decisiones actuales y futuros de la política, la economía y el ejército para cumplir con los requisitos de la aplicación de los intereses alemanes en mercados internacionalizados y espacios seguros. El hecho de que en la política exterior los intereses y estrategias económicos, políticos y militares no formen esferas divididas, sino que necesariamente coincidan, muestra también la lista de los patrocinadores de este grupo de reflexión: Airbus, Rheinmetall y Thyssen Krupp forman con ella solo lxs financierxs bien conocidxs.

Para que en el futuro se logre transformar la seguridad de las naciones beligerantes en inseguridad para las personas responsables, la gobernabilidad de las personas ante la ingobernabilidad de sus pensamientos y actos, necesita más de un dispositivo incendiario ocasional. A partir de ahí, la nuestra solo puede entenderse como un punto de partida más de una organización militante, que se reivindica a sí misma para desarrollar una continuidad, que puede garantizar su propia visibilidad y, a veces, también su propia eficacia.

Un año después de la cumbre del G20 en Hamburgo y casi dos años después de los primeros ataques reivindicados contra una campaña militante en toda Europa, encontramos que podemos extender el objetivo desde un constante debate teórico y de referencia en múltiples formas. Aquí y allá brilla, pero esto no es suficiente.

PRÁCTICA MILITANTE, AFRIN Y SOLIDARIDAD

Un aumento de la práctica militante después del G20 tuvo lugar especialmente en relación con el ataque fascista a Afrin por parte del régimen turco. Extensas llamadas como fight4afrin activaron células autónomas y comandos de venganza para atacar de nuevo, para apoyar la defensa de Afrin con acciones militantes en las metrópolis de Europa además de las grandes manifestaciones.

También tomamos parte en eso, porque la guerra de agresión de Turquía y grupos islamistas como el IS, Al-Nusra o las reliquias de la FSA muestran la consecuencia asesina de la política de seguridad y la industria de la formación moderna del poder; siempre preparados para destruir cualquier esfuerzo de las personas por una vida en libertad y dignidad. Tomamos parte en él, porque el proyecto de Rojava, debido a su análisis de la sociedad capitalista y al desarrollo de enfoques emancipatorios sobre el trasfondo de una organización social, cuenta con nuestra total simpatía y apoyo.

Sentimos una conexión con lxs combatientes de la guerrilla kurda. Pero no queremos proyectar nuestras esperanzas y objetivos y arriesgarnos de esta manera a caer en un rol puramente pasivo y de apoyo. Solidaridad significa luchar juntxs, pero no olvidar nuestros propios objetivos y ser acríticos en el papel del otro. Eso simplificaría la solidaridad, causaría, que no lidiamos con la complejidad, que no reconocemos los riesgos, sino que solo tomamos acciones para apoyar.

Esta referencia simplificada llega al punto, que en parte renunciamos a nuestra propia posición. Que nuestros propios proyectos, motivaciones y objetivos serán completados, por ejemplo, en su totalidad en el punto de vista del proyecto autónomo kurdo (una impresión que obtuvimos de la llamada «Afrin está en todas partes» firmada por «grupos autónomos») y ese éxito y el fracaso de nuestras propias acciones se juzgará por el desarrollo de la situación local allí.

Aún así, las acciones militantes en relación con Afrin fueron y son esenciales. Ninguna acción de las personas amantes de la libertad contra los regímenes fascistas puede pasar desapercibida; no hay jerarquías y autoridades, que no merecen nuestro ataque. Así también lucharemos, cuando Erdogan llegue a Berlín a fines de septiembre, porque lxs soberanxs, lxs asesinxs y lxs tecnócratas renunciaron a su derecho a existir en el momento en que dieron una orden sobre la vida de otro ser humano. Y, por supuesto, concentrarán todas sus fuerzas para imponer su seguridad. Pero lo que tomamos de los momentos en Hamburgo durante la cumbre del G-20 es que el intento de control total siempre fracasará por nuestra culpa.

PERSPECTIVA

A diferencia de las guerras obvias, que tienen lugar en muchas áreas de este mundo, estamos aquí en el interior, en Alemania, dentro de la guerra social. Es una guerra de baja intensidad, que se manifiesta a través de la presión para trabajar, en el consumismo y la diversión. Siempre supervisado por cámaras, patrullas de policías, por el o la ciudadanx respetuosx de la ley, que controla sus pasos e informa un comportamiento desviado a las autoridades.

Todxs contra todxs, porque solo lxs despiadadxs tienen un lugar en el sol.

Esta opresión diaria parece ser invisible para mucha gente. Esto se vuelve obvio cuando hablamos en tiempos de guerra y tiempos de paz. La apatía y la indiferencia son causa y consecuencia al mismo tiempo. Entonces para actuar en este terreno, debemos entender las estrategias de la guerra social. Significa analizar la situación y la sociedad local para encontrar puntos de ataque, donde podamos romper con la apatía y alterar la seguridad.

Sabotaje, el ataque militante, es el medio con el que sacudimos nuestra supuesta impotencia y actuamos y propagamos. Junto con otrxs combatientes, derrocar las fronteras construidas, comunicarnos sobre ellas y desarrollarnos teóricamente.

No caigamos en campañas políticas. Las campañas con un principio y un final pueden ser un criterio para la capacidad de movilización de un movimiento, pero no pueden medir su poder. En ellos trabajamos bajo una mala interpretación para poder lograr nuestro objetivo en un marco de tiempo específico, como el aumento de las demandas concretas, que cuando se cumplen, solo se someten al aspecto de limitar el levantamiento. El conflicto con lo existente solo puede ser permanente.

A esta consideración, entendemos nuestra acción también como un llamado, no para seguir, frente a la lucha por la destrucción de la autoridad, como merxs espectadorxs y emprendidas por otrxs, sino para desarrollar una fuerza organizada desde nuestra propia posición, lo que hace posible una referencia seria de solidaridad con las luchas de nuestrxs compañerxs y amigxs armadxs.

GRUPOS AUTÓNOMOS

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Cada acción requiere una preparación completa. Es necesario, junto a las medidas de nuestra propia seguridad y la revisión de los detalles técnicos, investigar el objetivo. Debido a que no pudimos dejar de lado, que hay un piso en algún lugar debajo de los alojamientos de la oficina en el edificio principal, que también está habitado por la noche, decidimos no pensar inicialmente en colocar el dispositivo incendiario frente a la entrada representativa del principal edificio. Esta decisión reduce el daño material considerable, pero evita debido a la distancia y las condiciones estructurales una propagación de llamas al edificio principal y un peligro para las personas que podrían estar allí. La policía y la prensa no perderán la oportunidad de declarar lo contrario. Esto debe ser claro y tenerlo en cuenta.


FUENTE: DE.INDYMEDIADE.INDYMEDIA (TOR- ONION)

TRADUCCIÓN: INSTINTO SALVAJE