Los ensayos relacionados con el G20 aún no han concluido y la próxima cumbre de mierda ya está en marcha. La cumbre del G7, esta vez de tres días, volverá a celebrarse en Alemania del 26 al 28 de junio de 2022, y tendrá lugar en Elmau, Baviera, como en 2015. Los líderes estatales y gubernamentales de Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón, Canadá y Estados Unidos de América (EEUU) se reunirán en el Schlosshotel Elmau. Los siete megalómanos (G7, «las mayores economías avanzadas del mundo dentro del FMI y las democracias liberales más ricas») son los estados capitalistas más poderosos, las principales potencias militares y las sedes de los mayores bancos y corporaciones. Sus políticas son responsables de la pobreza, la explotación y la opresión de millones de personas, de las hambrunas y las guerras.
¿Queremos organizar una vez más la resistencia contra el G7 y hacer entender a la gente que las potencias dominantes no nos representan? Deberíamos preguntarnos de forma autocrítica si tiene sentido volver a movilizarnos después de Elmau o, a diferencia de 2015, si serían más eficientes acciones más descentralizadas. Pero, ¿cuál es el objetivo en realidad? ¿Detener la cumbre? ¿Destruir el G7? ¿Una protesta simbólica?
El G7 significa explotación y militarización global
El G7 sigue reclamando para sí la supremacía mundial: económica, política y militarmente. Aunque el dominio del G7 se ha debilitado por la competencia de los países industrializados y emergentes con los que tienen que coordinarse como países del G20, la orientación de sus políticas no ha cambiado fundamentalmente.
La mejora de las condiciones de vida y la solución de los problemas sociales nunca han sido preocupaciones serias del G7: los Estados participantes están preocupados por asegurarse esferas de poder e influencia. Se encuentran en una competencia cada vez más agresiva con Rusia, China y otros países por posiciones geoestratégicas, materias primas y mercados.
El G7 siempre ha sido pionero en la liberalización radical de los sistemas comerciales y, al mismo tiempo, persigue la desregulación global de los mercados financieros mundiales. Las especulaciones sobre los alimentos, que provocan hambrunas y miseria, deben considerarse como consecuencias directas de estas políticas. El G7 es la expresión de un sistema que antepone la explotación capitalista a las necesidades de las personas.
La cooperación entre Estados -tanto en el G7 como en la UE- se ve siempre interrumpida por la competencia entre ellos. Esta competencia impregna todos los sectores de la sociedad y, por tanto, la vida de cada individuo, pero también se expresa en la competencia entre estados y empresas en el mercado global. El fin de la competencia sólo es posible con una superación de las relaciones capitalistas.
Desde que los países más importantes de la OTAN excluyeron a Rusia del G8, el peligro de una guerra en la lucha por el poder con Rusia se ha hecho realidad. Pero la guerra económica con China también se ha integrado con demostraciones militares de poder. Sin embargo, junto a la creciente militarización, también se está haciendo real la pérdida de importancia de la OTAN.
El ataque tecnológico y la pandemia del Covid 19
Especialmente Estados Unidos y China compiten por la justificación tecnológica de una nueva potencia (mundial). Estas ofensivas de innovaciones también tienen como objetivo anular las relaciones sociales. Se trata de un ataque tecnológico que también ensayan otros Estados del G7, la UE y los países emergentes.
Al mismo tiempo, la próxima crisis económica, ya prevista durante la última crisis económica, está cada vez más cerca. La pandemia covídica está contribuyendo enormemente: exacerbación de la pobreza y de las condiciones sociales y financiación masiva de las tecnologías digitales y biológicas.
La fealdad del capitalismo y del nacionalismo se revela en la distribución global de las vacunas. Mientras que en Alemania más de tres cuartas partes de la población han sido vacunadas al menos dos veces, más de la mitad también tres veces, una gran parte de la población mundial ni siquiera ha visto la primera vacuna. La situación es similar en otros países industrializados. No se atienden las peticiones de vacunación para todos, de salarios justos en el sector sanitario y de no tratar la salud en general como una mercancía.
Clima, ecotecnocracia y aislamiento
La cumbre del G20 de 2021 y la conferencia mundial de la ONU sobre el clima (COP26) han demostrado que el mejor escenario catastrófico de una crisis climática provocada por el hombre con un calentamiento de 2,4 grados centígrados es improbable. Hablar de inacción por parte de la comunidad internacional no les hace justicia. No, están consiguiendo destruir definitivamente varios ecosistemas del planeta y empeorar gravemente las condiciones de vida de miles de millones de personas y animales.
En la lógica capitalista, no puede haber una inversión radical ni una lucha común contra las causas. En su lugar, la comunidad de estados está montando un espectáculo de ecotecnocracia y confianza en las soluciones técnicas (solucionismo). Así, intentan oponerse a la crisis climática con tecnología y cuotas nacionales de CO2 bien definidas. Además, están proponiendo soluciones para problemas sustitutivos que no resuelven el problema real.
Son precisamente los Estados con emisiones de CO2 especialmente elevadas los que invierten más dinero en el control de las fronteras y el aislamiento. Con ello pretenden aislarse de las consecuencias de sus políticas y dejar que sus víctimas se ahoguen en el Mediterráneo o mueran congeladas en el frío de los bosques de las fronteras exteriores de la UE.
Aplastar al G7
Todas estas son buenas razones por las que el G7 da asco y por las que no nos gusta que se celebre una cumbre en Schloss Elmau (o en cualquier otro lugar). Estamos a favor de la interrupción de esta cumbre y llevamos la resistencia a esta mierda capitalista a las calles – militante o vaporosa, simbólica o a través de la acción directa, en Elmau o descentralizada. Destrozar el G7.
¡La vida libre de dominación es una buena vida para todos!
Otro mundo es necesario.
¡SIN FRONTERAS! ¡NO A LAS NACIONES!
FUENTE: ACT FOR FREEDOM NOW!
TRADUCCIÓN: ANARQUÍA
