La lucha contra la ciudad policial y por el bosque Weelaunee ha sido explosiva, experimental y salvaje durante casi tres años. En el proceso, nuestros enemigos nos han tratado brutalmente, han acusado a gente de terrorismo doméstico, solicitando desde 5 a 35 años de prisión contra ellos, han asesinado a nuestro amigo y compañero Tortuguita, han intentado reprimir nuestra lucha, y aún así seguimos aquí luchando.
Mientras los bosques que juramos proteger son talados, y la gente se enfrenta a fuertes sentencias impuestas por los tribunales, mientras nos enfrentamos a la posibilidad de redadas, represión, investigaciones y lo desconocido, queremos dar el paso. Haremos pagar a nuestros enemigos cada centímetro. No les dejaremos ni un momento de paz.
Pedimos que se muevan los mecanismos del sistema capitalista estadounidense, el gobierno y la infraestructura que lo sostiene, en un esfuerzo por hacer pagar a esta miserable civilización y a los responsables que tomaron a nuestro amigo e imponen el poder de sus tribunales y policía contra nosotros.