Regeneración, desarrollo, aburguesamiento. Conceptos que se han incrustado como puntas en el discurso y la acción del movimiento antagonista, deben ser vistos como otro aspecto del ataque de las clases dominantes contra la clase oprimida. El capital pretende subordinar toda la vida a su explotación y reproducción, por lo que organiza cada vez más aspectos de la actividad humana en esta lógica.
El proceso de cercamiento de los espacios comunitarios/públicos con el fin de la reproducción del capital es un proceso tan antiguo como el capitalismo. En las últimas décadas hemos experimentado la larga deconstrucción de la gestión socialdemócrata, con la mediación del Estado retrocediendo, dando más espacio a la subordinación defensiva de las actividades de la vida social al capital. En este sentido, en los últimos años se ha lanzado un ataque concertado contra los espacios públicos, las plazas, los parques de las metrópolis, transfiriendo su gestión del Estado a los particulares, con el objetivo de crear nuevos campos de rentabilidad para el capital.
Esta es exactamente la condición de la venta de una serie de espacios verdes públicos por parte del Ayuntamiento de Atenas a la empresa UNISON Facilities Services, como las colinas (Strefi, Filopappou, Lycabettus, Turkovounia), plazas (Protomaya, Victoria, Kypseli, Attiki, Ameriki, Drakopoulos, Agios Panteleimon), parques (Platonos Academia, Kyrpo, Patision, Goudi) y calles peatonales (Agia Zoni, Fokionos Negri). UNISON (antes ISS), pertenece a la categoría de un nuevo tipo de empresa que, a través de las privatizaciones de los contratistas, se financia simultáneamente con la plusvalía producida colectivamente y gravada por el Estado, y al mismo tiempo intensifica la explotación de sus trabajadores a través de salarios miserables, horarios flexibles y violación de los derechos de los trabajadores.
En este contexto, UNISON está al frente del asalto estatal a Exarcheia, a través de la promocionada reurbanización de la colina de Strefi, donde ha asumido la futura seguridad (vallas, cámaras, centinelas) y su hormigonado para crear caminos y carreteras mientras se talan árboles. El barrio de Exarcheia ha sido durante décadas una zona de concentración de antagonismos sociales y de clase. En los últimos años se ha intensificado el ataque al barrio desde todos los frentes. La cúspide de la estrategia estatal ha sido el ataque concertado a los okupas, espacios que desafían directamente la propiedad y la mediación estatal, proponiendo soluciones autoorganizadas y defensivas a las necesidades y problemas cotidianos de los oprimidos. Una condición que ha contribuido a la desterritorialización del propio espacio anarquista y al cambio de la geografía humana del barrio, con la expulsión de cientos de proletarios inmigrantes indocumentados. Al mismo tiempo, el Estado, con una presencia constante y patrullas de policías, intenta controlar todos los aspectos de la actividad colectiva en el barrio. Las detenciones por pegar carteles, las revisiones de la ropa, el terrorismo y el acoso conforman la estrategia de la banda más peligrosa. El barrio que albergaba decenas de okupas, un experimento práctico de autoorganización y autogestión, se está transformando poco a poco en un desierto de capital con cientos de bares que invaden las aceras, Airbnb y apartamentos de lujo que atraen a turistas ricos, tiendas con productos caros, vallas y cámaras en las entradas de los edificios de apartamentos que «aseguran» la vida de la pequeña burguesía restringiendo aún más el espacio público.
Este ataque que no debe ser visto como una opción estatal en el vacío, como una batalla ideológica de simbolismo desvinculada de la realidad social. Es una respuesta directa del estado a un reciente ciclo de luchas, a la colectivización, autoorganización y en estos términos al contraataque de los oprimidos que se ha territorializado en los últimos años en el barrio de las dependencias, en el centro de la metrópoli ateniense. De esta condición somos responsables. Responsabilidad de erigirnos como barrera a sus planes y de retomar el hilo de la resistencia para la reapropiación práctica de nuestros barrios. No para la preservación de algún carácter público, sino para la superación de la dicotomía estado/privado, que son aspectos de la gestión capitalista y de la heteronomía de nuestras vidas. Reactivación práctica a partir de la memoria de las luchas recientes, y con el objetivo final de tomar nuestras vidas en nuestras propias manos, sobre la base de la autoorganización, la solidaridad y la ayuda mutua.
Una de las caras de esta respuesta estatal a nuestras luchas es la reciente operación represiva de la policía antiterrorista en Tesalónica, que llevó a la detención y encarcelamiento de un camarada y dos compañeros. El ataque al enemigo interno, a las partes colectivizadas y radicalizadas de los oprimidos, es una opción estratégica central en el contexto actual del ataque generalizado contra las clases oprimidas.
Con nuestra acción queremos enviar una pequeña señal de interacción práctica a los tres comprados. Su actitud, una actitud de gloriosa dignidad, una actitud que actualiza la memoria de clase del odio a los opresores y el espíritu de sacrificio de los oprimidos, es para nosotros una inspiración y al mismo tiempo un recordatorio urgente de nuestra responsabilidad. Responsabilidad que consiste en dejar claro que la lucha contra la dominación implica todos los medios, es multiforme y necesaria. Y frente a los presos, nuestra posición debe ser de solidaridad, continuidad e intensificación. Planteando la autodefensa y la contraviolencia con una perspectiva revolucionaria, estamos al lado de nuestros compañeros encarcelados. Por un mundo de igualdad y libertad. Hasta la revolución social.
Camaradas, hasta que nos volvamos a encontrar en los campos de batalla, para conformarnos con todo.
Por la anarquía
Anarquistas
FUENTE: ATHENS INDYMEDIA
TRADUCCIÓN: ANARQUÍA