Durante este último año, por muchas cosas que hayan cambiado, uno ha permanecido como antes: la bendición de Chrisochoidis [Ministerio de protección de los ciudadanos] y Koulis [apodo dado al primer ministro, Mitsotakis] a todas las abominaciones de la policía. Néa Dimokratía ha anunciado que la policía estará en primera línea para hacer realidad su política. Parecería que el gobierno les ha dado un control total en la gestión de la ciudad. El nuevo marco normal se compone de unidades policiales, controles, multas, hostigamientos y golpizas.
Esta es la situación en la que vivimos cada día. La paradoja es que casi todo el mundo considera esto normal. La creciente represión, especialmente en estos días, nos enoja aún más. Al ver cómo se comportan los policías recordamos con más intensidad que la misma escoria, con la misma responsabilidad estatal, mató a nuestro joven compañero hace 12 años.
Sin embargo, si nos enojamos espontáneamente con el comportamiento de la policía, no son los únicos responsables. La responsabilidad también recae sobre los hombros de todos aquellos que apoyan y facilitan la desgracia que llaman trabajo. Hertz ha trabajado con la policía griega durante los últimos meses, proporcionándoles vehículos. Vehículos con los que la policía puede controlar más lugares y viajar por las ciudades con mayor facilidad para intimidar y arrestar a cualquiera que no le guste más rápidamente.
A raíz de estas reflexiones, en la madrugada del 6 de diciembre [2020], al día siguiente del asesinato de Alexandros Grigoropoulos por el policía Korkoneas y su cómplice Saraliotis, incendiamos un vehículo de Hertz, en viale Syggrou.
Un pequeño homenaje a la memoria de Alexandros y todos los compañeros muertos. Una mínima respuesta a la existencia de la policía y el Estado. Un pequeño soplo de libertad en las garras asfixiantes de la metrópoli.
CONTRA CUALQUIER FORMA DE OPRESIÓN
No nos acostumbremos a la represión
FUENTE: ACT FOR FREEDOM NOW!
TRADUCCIÓN: ANARQUÍA