ATENAS, GRECIA: ATENTADO CONTRA LA INDUSTRIA CÁRNICA – GESTO EN SOLIDARIDAD CON G.MICHAILIDIS Y ALFREDO COSPITO

Con este texto asumimos la responsabilidad del incendio de 3 camiones frigoríficos de Davoutis SA, en Nea Ionia, Atenas. Los tres camiones, que estaban aparcados junto a la tienda-matadero principal de la empresa, fueron completamente destruidos por las llamas. Esta empresa lleva décadas dedicándose al comercio de animales asesinados, lo que la convierte en uno de los mayores «mercados de carne» nacionales.

Nuestra acción es una señal de solidaridad, complicidad y compañerismo con el compañero Giannis Michailidis y su lucha, no sólo en calidad de preso con una «justa reivindicación», sino con todas las perspectivas y contenidos de lucha que como anarquista ha puesto sobre la mesa de las fermentaciones subversivas.

Con esta acción, por tanto, queremos poner una pequeña piedra en la ampliación de la lucha por la libertad y el enriquecimiento de sus perspectivas y prácticas. Queremos reposicionarla en el lugar integral que ocupa dentro de la resistencia al saqueo de la naturaleza, al ataque y sabotaje de las estructuras que se enriquecen con la tortura y el exterminio masivo de animales no humanos.

La creación de comunidades de resistencia y acción directa contra los proyectos de desarrollo en cimas de montañas y ríos remotos. Las luchas por la defensa militante de las pocas zonas verdes urbanas que quedan (como las que se desarrollan en las colinas, parques y plazas de Atenas). La vigilancia y organización colectiva para la protección y el rescate de los bosques de los devastadores incendios de la urbanización. Nuestra autoeducación sobre las consecuencias destructivas del continuo desarrollo de la civilización industrial, sobre la evolución del cambio climático y el posterior análisis y acción radical contra el reloj de arena de la destrucción.

Todo lo anterior va unido al reconocimiento de la importancia de salvar la biodiversidad y los ecosistemas animales, va unido a la lucha por la liberación de cada individuo, de cada animal de las estructuras de confinamiento de la industria «alimentaria», de los laboratorios experimentales del «progreso», de las manos de los desolladores de «ropa». Acompañan la actitud coherente del vegetarianismo, hasta el punto de que la oposición a la dominación del hombre sobre los demás animales se completa a nivel individual. Una oposición que emana de los rasgos más elementales del pensamiento y la práctica contra-autoritarios.

La conexión entre las causas de la incesante deforestación, los abrumadores monocultivos de cereales para alimentar a los animales de granja, la enorme contribución de la industria ganadera al efecto invernadero y la contaminación del subsuelo y del acuífero, la extinción masiva de especies, es más evidente que nunca. Es el trasfondo de los envases que acaban en las estanterías de los supermercados y grandes mercados como el de Davoutis y luego en los platos de una sociedad de entendidos que vive en la indiferencia generalizada. Un backstage caracterizado de principio a fin por la tortura, el encierro, la sangre de quienes no tienen voz para decir lo evidente: ¡No somos objetos, no somos mercancías!

Pero más allá de las condiciones impuestas y de los efectos de la distopía moderna de las sociedades de masas. El proyecto de una vida sin imposición ni explotación se completa y adquiere una perspectiva integral cuando, por oposición al poder como motor del sufrimiento de este mundo, colocamos en el centro, como características inherentes al aquí y ahora, la libertad, la autodeterminación, la vida misma, de todos los seres vivos. Porque tal como se dijo anteriormente: ¡ninguna vida puede ser sacrificada como un objeto, como una mercancía!

Que esta acción se tome como un camino, una llamada a los compañeros que comparten una perspectiva común de liberación total y que se encuentran en la desafortunada posición de una minoría marginada, para que se desmarquen y hablen, actúen, se organicen. La aceptación social masiva de la que gozan todas estas estructuras que torturan y asesinan a los animales y los proyectos que destruyen la naturaleza hace que sus infraestructuras sean objetivos fuera de toda sospecha, en muchos casos desprotegidos y vulnerables. Están por todas partes, dentro y fuera de los centros metropolitanos.
Por último, declaramos que seguimos de cerca la evolución del caso de Giannis. No pretendemos tratar la prolongada tortura del compañero durante su huelga de hambre y su continuo encarcelamiento mediante la burla burocrática como meros puntos en una cronología de acontecimientos. Son experiencias de especial dolor y coste para la vida y la libertad del compañero… son causas de intensificación de las hostilidades.

Liberación inmediata del guerrillero anarquista Giannis Michaelidis
Apoyo y victoria a la huelga de hambre de Alfredo Cospito
Sabotear el confinamiento y la tortura de animales humanos y no animales
Hasta la destrucción de la última jaula….

FUENTE: ATHENS INDYMEDIA
TRADUCCIÓN: ANARQUÍA