Vivimos en una época en la que no es tan fácil hacer manifestaciones sin ser atacado por la policía. La razón no es cerrar las calles para que fluyan los intereses comerciales, sino también sembrar el miedo en la sociedad, la ruptura de la solidaridad que podría surgir de los momentos colectivos de lucha y convertirnos en objetivos indefensos de su sed de poder. No importa el motivo de la manifestación. Pueden ser profesores, bomberos, anarquistas. Vivimos en una época en la que puede ser peligroso hacer una manifestación. Porque somos pocos y los escuadrones del régimen uniformado de la muerte son muchos.
En Exarchia los constantes ataques a la MAT cesaron cuando perdimos a Polytechnio y Delta volvió a las calles. La ciudad de Atenas parece estar llena de policías y cámaras. Pero nuestro deseo de ver cómo se rompe la fachada democrática sigue viva.
Al final de otro año asesino, donde vimos muchas ejecuciones de migrantes en las fronteras, en el mar y en la tierra, ejecuciones en las calles por parte de la policía, muerte en las cárceles, muerte por Covid porque el régimen prefiere dar todo el dinero para comprar nuevos juguetes para las fuerzas uniformadas, decidimos contraatacar con los pocos medios que tenemos.
En la mañana del 3 de diciembre rompimos con piedras la fachada de la Policía Municipal en Pagkrati, calle Vinkelman. Esperamos que la basura que hay dentro sienta un poco el miedo, que ellos mismos, difunden por todas partes. Una de las razones por las que elegimos la policía municipal es un asesinato. El 1 de febrero de 2013, los vendedores ambulantes inmigrantes del barrio de Thissio fueron perseguidos por la policía municipal de Atenas. Atraparon a uno de ellos en una esquina, encima de los raíles del tren. Cuando los policías intentaron robar la mercancía del trabajador, Babakar Ndiaye (38 años, de Senegal) cayó a las vías del metro desde 7 metros de altura y murió en el acto. No olvidaremos y no perdonaremos. Queremos recordar a Babakar Ndiaye vivo y no dejaremos que sus asesinos olviden lo que le hicieron. La policía municipal también puede matar, y darles armas es una cuestión de tiempo como en todos los países.
La nueva ley sobre las molotov no nos hizo temer porque de todos modos usar molotov era un delito y cuando las tengamos, las usaremos o la policía no las encontrará. Nunca hemos llevado molotov y pensar que es un delito de alta carga.
La acción que hicimos quiere dar un mensaje. Más allá de las molotov y las armas de fuego se pueden encontrar más medios fáciles para atacar a objetivos fáciles. Las piedras, en la calle y hacia los objetivos son muy buenas si no dejas tu ADN en ellas. No tienes que llevarlas, no tienes que estar muy cerca del objetivo y además de esto, algunas veces crean más daño a los policías y materiales que las molotovs. Por lo tanto, actuemos como podamos y utilicemos los medios en consecuencia y lo más actualizados posible, pero sin perder cada vez la oportunidad de actuar. La ciudad es grande y los objetivos están por todas partes.
FUENTE: ACT FOR FREEDOM NOW!
TRADUCCIÓN: ANARQUÍA