Escrito por: IMANOL
Un viaje de corto recorrido por algunos de los grupos de acción anarquistas más desconocidos. Partidas de las que ignoramos su nombre, algunos de sus integrantes, e incluso como fueron sus aventuras y desventuras bajo el yugo franquista. Hoy visitamos la trastienda guerrillera.
Saludos cuadrilla, aquí estamos de nuevo, sumergidos entre confinamientos, toques de queda, vacunas salvadoras y miedo, mucho miedo, que eso si que lo están repartiendo a manta y de forma gratuita.
Y entre toda esta mierda, ya siento decir que lo que os traigo hoy, tampoco va a generar muchas sonrisas. Como todo, tiene una parte buena y una mala. Lo bueno, que hoy recuperamos unos cuantos grupos y nombres del rincón más oscuro y apartado de la desmemoria. Gente muy desconocida, anónima, lejos de los grandes nombres de leyenda, pero que lucharon, y en su mayoría cayeron como lo hicieron los Sabaté, “Pin el Cariñoso” o Bernabé López Calle. Y esta es la parte mala que corresponde al artículo actual, que vamos a engrosar con saña la lista de fallecidos, desaparecidos y entalegados, mientras que la de “vivieron felices y comieron perdices”, sigue tan raquítica como casi siempre (a excepción del “Campechano”, claro está, que a ese se la chifla lo que le encuentren, lo que le digan y sigue con sus amantes y sus perdices…).
Lo primero que os voy a decir, es que de la mayoría de los grupos de los que hablaremos hoy, la información existente es bastante escasa, por no decir nula. Lo mismo para las referencias gráficas, si exceptuamos algún recorte de periódico o un par de fotos. Pero no va a ser la escasez de datos, o lo dificultoso que sea el conseguirlos, lo que detenga a este patán que escribe. Así, que mientras se acerca el invierno, lanzo mi grito de guerra ¡¡¡al turrón!!!
Nos metemos en harina y empezamos con un grupo del que nunca había oído hablar, ni leído referencia alguna. Pero nuestro informador es de fiar, joder que si lo es, pues no es otro que Antonio Téllez. Téllez rescató del olvido a la guerrilla anarquista, y en ello seguía hasta que le alcanzó la parca. Cuando murió, estaba enfrascado en un nuevo texto, que ya había titulado “Tinieblas y sangre”. En esta recopilación de notas inéditas, informaba de diversos grupos guerrilleros libertarios, pero sobre todo, hablaba de la gran infiltración policial en el mundillo comiteril del exilio y de sus traiciones.
El grupo en cuestión, desconocido, anónimo, lo formaban Valeriano Giménez Poma, nacido en Panticosa (Huesca) el 12 de septiembre de 1923, Amador Rodríguez Quince, nacido en La Felguera (Asturias) el 7 de abril de 1924, Pedro Galán Mora, de Callosa de Segura (Alicante) nacido en 1912 y finalmente José Martínez García, del que solo sabemos que había nacido en 1924. Estos compañeros cruzaron la muga por Hendaya a finales de diciembre de 1949 aunque desconocemos destino y objetivo. No está mal recordar que solo dos meses antes en Barcelona, la represión franquista había acabado con varios grupos de acción. Una vez pasado el Bidasoa, no se volvió a tener noticia ninguna de los cuatro compañeros en cuestión. Ni la CNT del interior, ni José Pascual Palacios en el exilio, el encargado de las infiltraciones.
Bueno, vamos a seguir con la galería de personajes desconocidos, aunque a estos de los que ahora vamos a hablar, seguro que hay algún viejo o vieja militante a quien puedan sonarles. Le toca el turno a José Abad Palacios y a su gente. Escasa de nuevo es la información sobre este grupo, solo un escrito del propio José Abad Palacios “Comisario Rafael” de 31 páginas que nos relata su historia desde la guerra civil, la resistencia antifranquista y su posterior exilio. A parte de él, solo conocemos el nombre de uno de sus compañeros, su inseparable José Andreu Seano “José Maria Navarro”, juntos instruirán e irán montando grupos de acción, realizan atentados y sabotajes. Bajo la dirección de la Regional Catalana en el exilio, intentarán formar la 1ª división de guerrilleros confederales.
Su área de acción será sobre todo la capital catalana, y la duración de este grupo va desde el año 1944 hasta primeros de Junio del año 47 cuando debido a la temible represión y a algunas caídas cercanas, deciden pasar a Francia junto a dos miembros del comité regional y a dos guías de la organización. Cruzaron la frontera el 15 de dicho mes.
Seguimos el recorrido por el lado desconocido de la guerrilla libertaria, ¿quienes serán los siguientes? Pues vamos con un clásico. Guerrilleros desconocidos (no todos), pero con uno de los grandes objetivos del aparato conspirativo libertario. El intento de asesinato de Franco. Como nos cuenta uno de los participantes del intento, el maño Joaquín Marcén Azón, fue desarticulado el grupo que lo intentaba, al ser detenido uno de sus miembros, Manuel Gálvez Carrasco “Sevilla”. Este ya había actuado anteriormente en las serranías aragonesas, al igual que otro de los participantes en el fallido magnicidio, Gabriel Cruz Navarro “Madriles”. Junto a ellos dos y a Joaquín Marcén, otros dos nombres, Gonzalo Calleja de Lucas y Enrique Pérez.
Las armas venían de Francia, de las recogidas durante la resistencia contra los alemanes. Desde 1947 se estaba haciendo trasiego de ellas hacia Madrid vía Zaragoza. El 27 de diciembre de ese mismo año, caía Gabriel Cruz Navarro, pocos días más tarde la policía detuvo en la capital de España a Manuel Gálvez, en el cine Carretas. A partir de allí todo se precipitó. En el posterior juicio se dictaron dos penas de muerte contra “Sevilla” y “Madriles” mientras que los otros tres miembros fueron condenados a 12 años y un día. Manuel Gálvez se suicido en la cárcel mientras Gabriel Cruz cumplió una larga condena.
Del siguiente grupo solo tenemos un recorte de periódico. Si buscas sus nombres en la red, es como hablarle a Donald Trump del cambio climático, no obtienes nada. Por suerte, las fuentes policiales decidieron colgarse una medallita y hacer público uno de sus informes. Y La Vanguardia lo publicó el 29 de diciembre del infausto año para la guerrilla de 1949. En él se comenta la detención de un grupo llegado de Francia, con documentos falsos y que llegaban con la intención, tanto de reestructurar la CNT, como de cometer actos de sabotaje, atracos y atentados. Al citado grupo se les habían intervenido diversas pistolas con sus municiones respectivas, además se les incautó un nutrido arsenal en las cercanías de Torelló. Los detenidos fueron Diego Giménez López, Eugenio Pascualena Lafuente, Julia Pérez Clemente y Alejandro Simó Serra. Juzgados en 1950, fueron condenados tras consejo sumarísimo, el primero a 25 años, Alejandro y Eugenio a 20 años y un día, y la única mujer, Julia a 4 años, 2 meses y un día de reclusión.
Bueno, y para ir terminando con estas partidas desconocidas, vamos con los que yo llamo el grupo del “Col d´Ares”, La denominación del mismo, ante el desconocimiento de quien era su responsable, o de cualquier otro nombre que ellos se hubieran podido poner, la he elegido por el lugar por el que cruzaron la frontera el 13 de febrero de 1947.
El grupo estaba formado por cuatro miembros, Manuel Castrillo Santiesteban, Juan Puig Grau, Antonio Hernández García y otro compañero del que no se tienen datos.
Tras una denuncia en el puesto militar de Camprodon, empieza la busqueda de la partida, siendo esta localizada poco después del mediodía, entablándose un tiroteo en el que resulta abatido Manuel Castrillo, siendo también heridos y posteriormente detenidos Juan Puig y Antonio Hernández. Juzgados en 1950, fueron condenados a 12 años y un día de reclusión. El cuarto guerrillero conseguirá darse a la fuga y volver a tierras galas.
La misión del grupo era bajar cierta cantidad de armas y documentación que les había entregado “Domenech” teniendo como punto de destino el cine Trianon de Barcelona.
Hasta aquí llegamos en nuestra primera visita a aquellos que no tienen nombre.
FUENTE: EL SALTO